domingo, 25 de agosto de 2013

La más encantadora de las parejas: nacionalismo e hipocresía

William Blum ,

The Anti Empire Report. 

No es fácil ser un patriota nacionalista. Además de tener que enfrentarse con el acostumbrado desencanto, rabia y desprecio de todo el mundo, provocado por el bombardeo sin fin y las guerras interminables de Washington, el nacionalista es asaltado por informantes como Bradley Manning y Edward Snowden, que han revelado un constante flujo de escándalos de derechos humanos y libertades civiles, atrocidades, mentiras vergonzosas y verdades vergonzosas. Los que creen en el "excepcionalismo estadounidense" y las "nobles intenciones" han resistido duras presiones para mantener flameando la bandera de la retórica desde las primeras luces del amanecer hasta el último destello del ocaso.
Esto puede explicar la historia del Washington Post de julio 20, titulada "Los que buscan asilo de EEUU, infelices en Rusia" ["U.S. asylum-seekers unhappy in Russia"], acerca de Edward Snowden y su plan de buscar asilo en Moscú. El artículo hace un recuento de los tiempos pretendidamente miserables que vivieron en la Unión Soviética expatriados y desertores como Lee Harvey Oswald, los dos empleados de la NSA de 1960 —William Martin y Bernon Mitchell— y algunos otros. La ecuación propagandística del Post parece ser: insatisfacción de estadounidenses con la vida en Rusia es igual a un punto en favor de los Estados Unidos: "con extraviadas esperanzas de una vida gloriosa en el paraíso de los trabajadores" ... Oswald "recibió un trabajo en una factoría de electrónica en el sombrío Minsk , donde el futuro brillante lo esquivó", se lee en la interpretación de cliché tipo Guerra Fría del Post. Nada por lo que alguien pudiera sentirse terriblemente impresionado, pero un estadounidense nacionalista a la defensiva tiene serias dificultades hoy en día para encontrar algo mejor.
Al mismo tiempo, la SelecciónUSA anota puntos publicitando las violaciones de Rusia a los derechos humanos y libertades civiles, como si la Guerra Fría aún nos azotara. "Llamamos al gobierno de Rusia a cesar su campaña de presión contra individuos y grupos que buscan denunciar la corrupción, y a asegurar que los derechos humanos universales y las libertades fundamentales de todos sus ciudadanos, incluyendo las libertades de expresión y reunión, sean protegidos y respetados", declaró Jay Carney, el secretario de prensa de la Casa Blanca (Nota 1. Resumen de prensa de la Casa Blanca, 18 de julio de 2013).
"Campaña de presión contra individuos y grupos que buscan denunciar la corrupción" ...ajá... ¿Dijo alguien "Edward Snowden"? Tener vigilada a la ciudadanía 24 horas al día ¿no es un ejemplo de corrupción? ¿Es que la Casa Blanca no tiene sentido del decoro? ¿O vergüenza? ¿O algo?
Cuánto desearía presenciar una versión moderna de las audiencias Ejército-McCarthy de 1954, en la que Carney —o mejor, el mismo Barack Obama— lanza alternadamente una mentira y luego una nauseabunda defensa de su destrucción imperialista, una detrás de otra. Y el comité del consejo (en la famosa voz de Joseph Welch) es finalmente obligado a declarar: "Señor, ya ha hecho lo suficiente. ¿No tiene sentido de la decencia, señor? De todo lo que le quedó, ¿no le quedó ningún sentido de la decencia?" Las barras del Congreso estallaron en aplausos, y este incidente se volvió el comienzo del fin de la enfermedad macartista.
Políticos y personalidades de los medios masivos de EE UU han criticado a Snowden por volar fuera del país para publicar los documentos clasificados que poseía. ¿Por qué no se quedó en EE UU para defender sus acciones y enfrentar su castigo como un verdadero hombre?, preguntan. Sí, este joven debería haberse sometido voluntariamente al confinamiento solitario, a otras torturas, a una vida en prisión y una posible ejecución si quisiera ser tomado en serio. ¡Qué cobarde!
¿Por qué Snowden no ventiló sus reparos a través de los canales apropiados de la NSA en vez de filtrar los documentos, lo que un informante que se respete debe hacer? Esta es la pregunta que James Bamford, considerado ampliamente como el principal escritor sobre la NSA, intentó responder, como sigue:
He entrevistado a muchos informantes de la NSA, y el común denominador es que se sienten ignorados cuando tratan de mostrar a los oficiales de alto rango operaciones ilegales o no-éticas. Por ejemplo, William Binney y varios otros empleados de alto rango protestaron frente a la cadena de mando por los programas de recolección de datos domésticos, e incluso intentaron llamar la atención del Fiscal General sobre estas operaciones, pero fueron ignorados. Sólo en ese momento Binney habló públicamente para un artículo mío en la revista Wired. En la sección de preguntas y respuestas de la página web del periódico The Guardian, Snowden citó a Binney como un ejemplo de "cómo respuestas exageradamente duras a las filtraciones de interés público sólo escalan la dimensión, el alcance y la destreza que se requiere para las siguientes. Los ciudadanos con conciencia no van a ignorar lo que está mal hecho simplemente porque serán destruidos si no lo hacen: la conciencia se lo prohíbe".
E incluso cuando los informantes llevan estos asuntos a la prensa, la NSA por lo general niega que estas actividades estén produciéndose. La agencia negó las acusaciones de Binney respecto a que estuviera recolectando metadatos de Verizon y que tuviera acceso a virtualmente todo el tráfico de internet. Fue sólo cuando Snowden filtró los documentos revelando el programa de registro de teléfonos y mostrando cómo trabaja PRISM que la agencia se vio forzada a confesarlo todo (Nota 2. Washington Post, 23 de junio de 2013).
"Cada país en el mundo está comprometido en asuntos internacionales y la seguridad nacional emprende muchas actividades para proteger su seguridad nacional", dijo recientemente el secretario de estado de EEUU. "Todo lo que sé es que no es raro para muchas naciones" (Nota 3. Agencia de noticias Reuters, 2 de julio de 2013).
Bueno, señor K, el antisemitismo no es raro; puede ser encontrado en cada país. ¿Por qué entonces el mundo condena tan fuertemente a la Alemania nazi? Obviamente es un asunto de grado, ¿no es cierto? La magnitud de la invasión de la privacidad realizada por EEUU la coloca en las grandes ligas.
Kerry sale a minimizar la significación de lo que Snowden reveló. Le gustaría hacer creer al mundo que todo esto es un asunto de rutina entre naciones... "Siga su camino, nada que mirar acá". Pero es casi maniático respecto a castigar a Snowden. El 12 de julio, sólo unas horas después de que Venezuela aprobó darle asilo político a Snowden, Kerry llamó personalmente al ministro de relaciones exteriores venezolano, Elías Jaua, y se reportó que amenazó con hacer aterrizar toda aeronave venezolana en el espacio aéreo de América o de países de la Otan si hubiera la más ligera sospecha que Snowden estuviera usando el vuelo para llegar a Caracas. Cerrar el espacio aéreo de los países miembros de la Otan a los vuelos venezolanos significa obliga a evitar a 26 países en Europa y dos en América del Norte. En este escenario, Snowden tendría que volar atravesando el Pacífico desde el extremo este de Rusia en vez de cruzar el Atlántico.
El secretario de estado también prometió intensificar el proceso que está en curso para revocar las visas de entrada a EEUU a los funcionarios y hombres de negocios venezolanos asociados con el fallecido presidente Hugo Chávez. Washington comenzará también a acusar de narcotráfico, lavado de activos y otras acciones criminales a prominentes políticos venezolanos; Kerry mencionó específicamente algunos nombres al ministro de relaciones exteriores de Venezuela.
Kerry agregó que Washington es consciente de la dependencia de Venezuela a los productos refinados del petróleo de EEUU. A pesar de que es uno de los mayores productores de petróleo del mundo, Venezuela requiere más gasolina y productos derivados del petróleo de los que puede producir, y compra a Estados Unidos más del millón de barriles de productos refinados del petróleo mensualmente. Kerry advirtió abiertamente que los suministros de combustibles podrían ser interrumpidos si el presidente Maduro le da la mano al contratista fugitivo de la NSA (Nota 4. RT television (Russia Today), 19 de julio de 2013, citando al canal español ABC).
Guau. Pesado. Poder ilimitado en manos de sicópatas. Mi propio país me asusta de verdad.
¿Y qué país presume de sus supuestas libertades más que Estados Unidos? ¿Y de su supuesta democracia? ¿Y de sus supuestos derechos humanos y civiles? ¿Y de su supuesto "excepcionalismo"? ¿Su supuesto cualquier cosa? Dado esto, ¿por qué no podría contener Estados Unidos los más altos estándares?
La hipocresía estadounidense en su política exterior se manifiesta de manera rutinaria y virtualmente continua. Aquí está el presidente Obama hablando recientemente en Sudáfrica acerca de Nelson Mandela: "La lucha aquí contra el apartheid, por la libertad; el coraje moral [de Mandela]; la histórica transición del país a una nación democrática libre ha sido una inspiración personal para mí. Ha sido una inspiración para el mundo... y continúa siéndolo" (Nota 5. Informe de prensa de la Casa Blanca, 29 de junio de 2013).
Qué conmovedor. Pero ninguna mención —nunca ninguna mención por parte de algún dirigente estadounidense— de que Estados Unidos fue directamente responsable de enviar a prisión a Nelson Mandela por 28 años (Nota 6. William Blum, Rogue State: A Guide to the World’s Only Superpower, capítulo 23).
Y pedir la extradición de Snowden mientras, de acuerdo al ministro del interior ruso, "las instancias judiciales han pedido en muchas ocasiones a EEUU a través de canales de Interpol que extradite criminales buscados, pero estas solicitudes no han obtenido satisfacción o incluso no han sido respondidas"... Entre los individuos requeridos hay militantes insurgentes islámicos de Chechenia a los que se ha dado asilo en Estados Unidos (Nota 7. RT television (Russia Today), 22 de julio de 2013).
Ecuador ha tenido una experiencia similar con EEUU al pedir la extradición de varios individuos acusados de estar envueltos en un golpe de estado contra el presidente Rafael Correa. El ejemplo más flagrante de este doble estándar es el de Luis Posada Carriles que fue el cerebro del derribamiento de un avión cubano en 1976, matando a 73 civiles. Ha vivido como hombre libre en Florida por muchos años, aunque su extradición ha sido solicitada por Venezuela. No es sino uno de cientos de terroristas anticastristas y de otros países latinoamericanos a los que se ha dado refugio durante años en Estados Unidos a pesar de ser buscados en sus países de origen.
Los funcionarios estadounidenses pueden parlotear sobre el "excepcionalismo estadounidense" un día y cometer crímenes contra la humanidad al día siguiente. Año tras año, década tras década. Pero podemos extraer alguna satisfacción y quizás algo de esperanza en que aquellos funcionarios de política exterior, tan descompuestos moralmente como deben estar, no son todos tan estúpidos como para no darse cuenta que nadan en un mar de hipocresía. He aquí un par de ejemplos:
En 2004 se reportó que "El Departamento de Estado planea demorar la publicación que estaba programada para hoy del informe de derechos humanos, en parte debido a sensibilidades sobre el escándalo de abusos a prisioneros en Irak, dijeron los funcionarios de EEUU. Un oficial... dijo que la publicación del informe, que describe las acciones tomadas por el gobierno de EEUU para fomentar el respeto a los derechos humanos por parte de otras naciones podría 'hacernos ver como hipócritas'". (Nota 8. Los Angeles Times, 5 de mayo de 2004).
Y un ejemplo de 2007: Chester Crocker, un miembro del Comité Consultivo del Departamento de Estado para la Promoción de la Democracia y antiguo secretario de Estado asistente, anotó que "tenemos que ser capaces de superar el argumento de que EEUU es inconsistente e hipócrita en su promoción de la democracia alrededor del mundo. Ésta debe ser cierta" (Nota 9. Washington Post, 17 de abril de 2007).
En estos casos los funcionarios del gobierno parecen ser de alguna manera conscientes de la hipocresía prevaleciente. Otros notables de política exterior, en cambio, parecen estar orgullosos.
Robert Kagan, autor y arquitecto intelectual de larga data de un intervencionismo que busca imponerle una agenda neoconservadora al mundo por todos los medios que hagan falta, ha declarado que Estados Unidos debe rehusarse a ceñirse a ciertas convenciones internacionales, como la Corte Penal Internacional y el tratado de Kyoto sobre el calentamiento global. EEUU, dice, "debe apoyar el control de armas, pero no siempre para sí mismo. Debe manejar un doble estándar" (Nota 10. Hoover Institute, Stanford University, Policy Review, 1o. de junio de 2002).
Y tenemos también a Robert Cooper, diplomático británico de alto rango que fue consejero del primer ministro Tony Blair durante la guerra de Irak. Cooper escribió:
El desafío para el mundo posmoderno es acostumbrarse a la idea del doble estándar. Entre nosotros, operamos sobre la base de leyes y una seguridad cooperadora abierta. Pero al tratar con tipos de Estado más tradicionales por fuera del continente posmoderno de Europa, necesitamos volver a los métodos ásperos de la época anterior: fuerza, ataque preventivo, engaño, lo que sea necesario para tratar con aquellos que aún viven en aquel mundo del siglo XIX de cada Estado para sí mismo (Nota 11. The Observer (Reino Unido), 7 de abril de 2002).
Su expresión "cada Estado para sí mismo", se entiende mejor como todo Estado que no quiera acceder a la agenda del Imperio Estadounidense y su compañero de bravuconadas en el colegio en Londres.
Así es que eso es. El doble estándar está "in". La regla de oro "trata a los otros como quieres que te traten a ti" está "out".
La mafia imperial y los intelectuales de la corte como Kagan y Cooper pasan tiempos difíciles vendiendo su visión del mundo sobre la base de estándares legales, morales, éticos o de equidad. Entonces prefieren decidir que no están comprometidos con estos estándares.

Odiando a Estados Unidos

Aquí está Alan Dershowitz, prominente abogado estadounidense, jurista, comentarista político y ferviente sionista, y partidario del imperio, hablando del periodista Glenn Greenwald y su compromiso con Edward Snowden: "Mira, Greenwald es un completo embustero. Es anti-estadounidense, adora los regímenes tiránicos, e hizo esto porque odia a Estados Unidos. No tiene nada que ver con hacer pública una información. Nunca habría escrito ese artículo si hubiera querido publicar material sobre alguno de sus países favoritos" (Nota 12. “Piers Morgan Live”, CNN, 24 de junio de 2013).
"Anti-estadounidense"... "odia a Estados Unidos"... A qué se refiere, ¿a esas expresiones que son parte integral de la historia política de Estados Unidos? ¿Greenwald odia el béisbol y los hot-dogs? ¿Odia las películas y la música de Estados Unidos? ¿Odia todos los edificios de Estados Unidos? ¿Odia cada ley? No. Como la mayor parte de los "anti-estadounidenses", Glenn Greenwald odia la política exterior estadounidense. Odia todos los horrores y todas las mentiras usadas para ocultar esos horrores. Así es que ¿de qué estadounidenses es anti?
Indudablemente Dershowitz piensa que Snowden es también un anti-estadounidense. Pero escuchemos una entrevista a este joven:
"Estados Unidos es fundamentalmente un buen país. Tenemos gente buena, con buenos valores y que quiere hacer lo correcto".
El entrevistador es Glenn Greenwald (Nota 13. Video de Glenn Greenwald entrevistando a Edward Snowden [en la marca 2:05]).
¿Hay algún otro país "democrático" en el mundo que regularmente o al menos ocasionalmente emplee esta terminología? ¿Anti-alemán? ¿Anti-británico? ¿Anti-mexicano? Puede ser que sólo una mentalidad totalitaria pueda concebir y usar la expresión "anti-estadounidense".
"Dios designó a Estados Unidos para salvar al mundo de la forma en que le parezca. Dios designó a Israel para ser el nexo entre la política estadounidense para el Medio Oriente, y cualquiera que quiera enfrentarse a esta idea es: a) antisemita, b) anti-estadounidense, c) aliado del enemigo, y d) terrorista". John LeCarré, London Times, 15 de enero de 2003.
(Cualquier parte de este informe puede ser divulgado sin permiso, desde que se atribuya su contenido a William Blum y se coloque su vínculo al sitio www.williamblum.org/aer/read/119).

jueves, 22 de agosto de 2013

Chile - Malucha Pinto, actriz: “Llegó el momento de un cambio de verdad”


Clarin,  Publicado el 04 Agosto 2013
 ESCRITO POR LEOPOLDO PULGAR

En todos los frentes de su vida, Malucha Pinto sigue construyendo habitaciones parecidas a trincheras. Para protegerse, acoger y actuar. Pero se preocupa que sean espacios con hartas puertas y ventanas, no sólo para mirar el mundo, sino para permitirse ir y venir, cruzar y dejar pasar lo que ella y otros construyen día a día.

En la política, en el teatro, en la familia, la actriz instala la pasión como protagonista, porque no entiende hacer algo sin ponerle alma, corazón y vida para que resulte. “El amor y la participación son claves para mí”, afirma, junto con apoyar la candidatura presidencial de Marcel Claude, inicia los ensayos de su próximo montaje teatral y disfruta de los colibríes, que llegaron a su casa cuando empezó a escribir la obra que llevará el nombre de este sutil pajarito. “Nuestra pasión debe convertirse en un discurso arrollador por la vida”, dice Malucha Pinto Solari.

¿Por qué apoyas a Marcel Claude?
Se define como vocero de un movimiento que hace eco de muchas demandas de la ciudadanía. He visto que sus propuestas provienen de asambleas, de mucha conversación, desde una amplitud de voces, lo que configura una mirada muy diversa sobre distintos temas y es bastante inclusiva. Una mirada que cuestiona el modelo económico, político y social actual, directa y claramente. Tiene un discurso latinoamericanista... En América Latina se están produciendo movimientos que buscan recuperar nuestro lenguaje, nuestra identidad, nuestra voz. Todo eso me interesa”.

¿Desilusionada de la Concertación?
He tenido un largo viaje… La Concertación iba a transformar el sistema que dejaron instalado Pinochet y sus boys. Pero con el tiempo eso se ha fortalecido. No pienso que la derecha y la Concertación sean lo mismo. Creo que la Concertación ha tenido aciertos… Pero ha llegado el momento de hacer un cambio de verdad, por el que luchamos en tiempos de dictadura. ¡Yo tenía ganas de ayudar a construir un país distinto!”.

¿Cuál es tu principal crítica? 
Que la Concertación fue gobernando de espaldas a la gente, sin el pueblo. La gente vota por diputados y senadores en la esperanza de que hagan cambios… pero llegan al Congreso y hacen lo que quieren, a veces, en negociaciones horrorosas. La manera como hacen política es chocante… Para mí, el tema de la participación es clave. El régimen de Pinochet terminó gracias a que había un pueblo movilizado y organizado en las calles… ¿Y qué pasó con ese pueblo organizado que tenía demandas y anhelos? Les dijeron ‘quédense tranquilos, nosotros vamos a hacer las cosas por ustedes’. Y la gente, de algún modo, hizo una entrega. Siento que, hoy, la participación es clave. ¡Yo quiero participar! 

Creo, además, que el sistema capitalista está terminando con lo más bello que tenemos, nuestra intuición y sensibilidad, con la capacidad de vincularnos y construir comunidad, con la capacidad de ser seres humanos. La Concertación no cuestiona el sistema capitalista ni se orienta a cambiarlo. Desde esa perspectiva, me dije: ‘Bueno, esta vez voy a hacer eco de lo que mi cuerpo, mi guata, mi corazón, todo mi yo siente’. Me ha dolido y costado, porque tengo amigos en la Concertación. Pero me voy a dar permiso para ser una disidente, una rebelde”.

¿Votarías, si hay segunda vuelta sin que Claude gane?
No lo tengo claro. Estos cuatro años con la derecha han sido súper dolorosos. A nivel de programas públicos desapareció todo lo que se fue construyendo en 17 años en los temas de mujer, educación, cultura. ¡Nunca más quiero un gobierno de derecha! Soy súper discrepante con la gente que dice que es lo mismo quien gobierne. Hay que votar. No podemos estar siempre en la vereda mirando, quejándonos y no participando de las mil maneras que uno puede hacerlo: saliendo a la calle, construyendo sindicatos, poniendo la voz donde uno vaya, conversando, criando hijos con pensamiento crítico. Tenemos que volver a ser personas comprometidas con el otro”.

VALLE DE PASIONES

¿Sientes rabia, rencor?
Lucho contra la rabia. El mundo en el que aspiro a vivir se construye hoy. Aquí, entre tú y yo, cada día y en cada minuto. El mundo en el que aspiro a vivir es un mundo sin rabia, sin rencor, sin violencia... Para llegar a ese mundo necesitamos que nuestra práctica no tenga nada que ver con la rabia. Me molesta que quienes se oponen a la Concertación vivan hablando mal de la Concertación, de Michelle Bachelet. Toda la energía está puesta en criticar, en sentir rabia, en descalificar. Tenemos que poner toda nuestra energía en lo que queremos construir”.

Sin pasión no se puede hacer nada…
Sí, soy súper apasionada y comprendo las explosiones de ira, porque es mucho lo que se ha postergado a la gente. La gente está olvidada, arrasada, avasallada... Pero, ¿qué logramos con quemar micros? Hay otros mucho más fuertes que te van a arrasar. Ese no es mi camino. Tenemos que hacer un esfuerzo de creatividad y vincularnos de otra manera. Porque el bicharraco con el que uno se enfrenta es inmenso y está entronizado en el mundo entero. Quizás hay que tratar de convertir la pasión en un impulso arrollador hacia la vida, a todo lo que nos acerca y vincula, a lo que nos pone contentos y entusiasma”.

¿Te dio pena la renuncia de Longueira?
Lo que pasó con Longueira es coherente con los tiempos políticos que vivimos, pero igual, nunca me había tocado algo así. Es tan raro que uno se pregunta, ¿qué habrá debajo de la alfombra? Pero puede ser. Pobre, dijeron que tiene un hijo muy enfermo lo que habría detonado la depresión. Lo encuentro terrible”.

¿Coherente con la política actual?
Sí, tiene que ver con el desmoronamiento de una manera de hacer política, de una manera de ser candidato, de una manera de vincularse. Está tan emputecida la política que la ciudadanía piensa cualquier cosa sobre el caso Longueira. Y eso es una muy mala señal para la política. La confiabilidad en este país está rota. El elástico de la ética se rompió hace rato. Pasan cosas que en otra época habrían sido motivo para desbancar a un presidente. Los casos Johnson’s, La Polar, Impuestos Internos son graves. Y no es sólo corrupción de los grandes empresarios. Esto ha ocurrido ante los ojos de la Concertación. ¿Cuántos de ellos tienen conflictos de intereses, están en las universidades privadas y otros negocios? En todo esto se ha metido el dinero como motivación, como manera de vincularse. Nadie cree nada, nadie le cree a nadie… Y que pase eso en un país es triste y aterrador, porque puede pasar cualquier cosa”.

¿La mujer actual desarrolla lo femenino?
Esta historia tiene muchas estaciones. Hemos tenido que salir al mundo con mucha fuerza, abrirnos paso a codazo limpio, pero mi sensación es que se sigue postergando lo femenino en el mundo. El universo es masculino y femenino, se necesitan ambas fuerzas aportando lo propio y tirando juntos. Pero veo mujeres cada vez más masculinas. Veo mujeres no poniendo lo femenino en este mundo, algo que tanto se necesita. Tenemos que acercarnos, aprender a mirarnos, a respetarnos. Tenemos que hacer el amor, todos. No hay nada más bello que copular, fundirte, mezclarte, gozarte, embellecerte…”.

Siguen pendientes ley de aborto y matrimonio gay...
Encuentro terrible que si estás enamorado, no puedas salir, tomarte de la mano, darte besos. Respecto del aborto, son unos frescos de raja quienes dicen estar por la vida sin considerar que es carísimo tener hijos. No hay protección para los que nacen, para que la madre pueda trabajar y desarrollarse; las mujeres tenemos los sistemas de salud más caros. Todo está en contra para que las guagüitas lleguen a término, sean ciudadanos y tengan derechos. Es una vergüenza decir ‘estoy a favor de la vida’ como si alguien estuviera a favor de la muerte. Me gustaría un país donde una tuviera ganas de tener muchos hijos”.

TRAVESIA POR LA CULTURA

Con su compañía Aracataca Creaciones, Malucha Pinto ha montado valiosas obras en la vertiente teatro de calle (Rosamunda, la brava, La Pasionaria, un viaje por la historia de los barrios). Hoy prepara Colibrí, con el tema de la diversidad e inclusión de las personas diferentes. Sintió ganas de reescribir Tomás, que dirigió Andrés Pérez en los 90, basada en Cartas para Tomás, que narra la experiencia de asumir que su hijo era una persona diferente, debido a severos problemas físicos. Ahora, quiere hablar desde el joven que ha hecho un camino en la Tierra y hacer un tributo a Andrés Pérez.

¿Por qué “Colibrí”?
Colibrí es un pájaro de poder entre los chamanes. Dicen que es mensajero del amor, porque extrae y traslada el polen. Hace un intercambio, permite la vida. Además, el colibrí es capaz de detenerse en el aire con el batir de sus alas, una vibración súper sanadora, dicen los chamanes. También vuelan hacia atrás, es decir, tienen un vínculo con la memoria. Mi casa está llena de colibríes. La obra se estrenará en octubre, en la explanada del Museo de la Memoria, como parte de la conmemoración de los 40 años del golpe. Para nosotros es súper importante tomar espacios públicos donde la gente se encuentra y opina. No es sólo ver una obra de teatro: también ocurre algo ciudadanamente. Hay que ir donde está la gente, compartir y producir intercambio”.

¿Qué piensas de la política cultural?
Se perdió todo el trabajo de Creando Chile en mi Barrio. No digo que haya sido una panacea, pero era una puerta que fortaleció el teatro comunitario. El arte que emerge de la gente tiene que existir, construye identidad, memoria. Allí hay una frescura que tiene un nivel estético, un alimento que revitaliza, que nutre, que abre las mentes. Se arrasó con eso. Luego se instala el tema de las industrias culturales, es decir, cómo vendemos más. El tema cultural es mucho más que eso. La única manera real de desarrollar la cultura es a través de políticas públicas, insertar la educación artística en los colegios, con buenos cursos de teatro, música, danza, donde los chicos puedan elaborar sus contenidos, convirtiéndolos en lenguaje artístico. La cultura y el arte son artículos de primera necesidad. El derecho a la cultura debe estar en la Constitución”


Genes políticos y artísticos

El ardor político viene en mis genes, por mi papá (Aníbal Pinto Santa Cruz, economista y periodista, 1919-1996, Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales 1995) y por mi mamá (Malucha Solari Mongrio, bailarina, 1920-2005, Premio Nacional Artes de la Representación y Audiovisuales 2001). Tengo cartas preciosas que mi tatarabuelo escribía a su mujer, un tipo súper enamorado (Aníbal Pinto Garmendia, presidente de Chile durante la Guerra del Pacífico). Me gusta saber que se fue de La Moneda a pie, ni un peso más, ni un peso menos.

Mis padres vivían la bohemia junto con la conversación apasionada y la construcción de Chile. Un mundo donde la cultura, la reflexión y el amor por el país eran protagonistas. Mi casa se llenaba de gente alucinante. Las ideas importaban mucho.

Siempre digo que soy mestiza. Mi mamá, nicaragüense, era hija de un señor que huyó luego de ser derrocado el presidente Balmaceda. Se enamoró de mi abuelita, que era negra. Mis papás estaban muy enamorados, se gustaban... y siempre a punto de separarse. Quizás hubiera preferido tener papás más presentes. Pero hoy, me encantan. En esos tiempos, mientras todas las mamás tejían en sus casas, la mía andaba por el mundo bailando y durante la UP fundó la Escuela de Danza del Ministerio de Educación, donde iban niños de las poblaciones para ser bailarines. Mi papá también viajaba mucho. Me picaneaban para que me abriera al mundo y generara pensamiento. Creo que era lo que mi espíritu necesitaba”.

LEOPOLDO PULGAR IBARRA