Noviembre,
2013
Carta
por un Chile justo y sin Subcontrato.
Los
convocantes y adherentes a esta declaración emplazamos a los
candidatos a la Presidencia y al Parlamento de Chile a manifestarse
por el fin al subcontrato.
Es
probable que este llamado no tenga importancia para algunos
candidatos y sus grupos políticos, pero no podemos permitirnos que
los hechos ocurran sin exponer a quienes aspiran gobernar, cuáles
son las necesidades y críticas sobre la subcontratación.
En
Chile la posibilidad desregulada de subcontratar tiene un origen
autoritario. Esta precaria y discriminatoria forma de emplear se
gesta en tiempos de ausencia de participación democrática en 1979,
con el Plan Laboral de la dictadura militar, cuyos efectos lapidan
hasta nuestros días.
En
este documento no sólo expondremos las vivencias, sino también las
causas y efectos que han venido mermando la vida económica, social y
cultural de los trabajadores y trabajadoras subcontratados.
A
continuación, se presentarán brevemente las implicancias jurídicas,
económicas y valóricas de la subcontratación, explicitando por qué
esta forma moderna de esclavitud debe a lo menos discutirse
ampliamente por todos los sectores y no ser una imposición para
privilegiar el monopolio de las ganancias de unos pocos.
Régimen
jurídico.
1.
Extensión de la subcontratación, incluso en el giro principal.
En
1979 se deroga la ley 16.757 que establecía la prohibición de
subcontratar los trabajos de la producción principal o permanente de
una industria, o las labores de reparación y mantención habitual de
sus equipos. Esta acción permitió a la patronal la posibilidad de
subcontratar funciones indiscriminadamente, incluso aquellas propias
de su giro principal. El mismo año también se derogó la Ley que
obligaba a CODELCO resguardar las mismas condiciones para
trabajadores subcontratados y de planta.
Asimismo,
la legislación ha permitido que el empresariado pueda externalizar o
subcontratar con más de un contratista su propia fuente productiva y
para la misma función, lo que ha significado la total atomización y
fragmentación de los trabajadores.
Cabe
apreciar la magnitud de este fenómeno hoy en día, en que más del
37,8% de las empresas chilenas subcontratan, de las cuales el 24,1%
lo hace en su giro principal (Encuesta Laboral, ENCLA 2011).
2.
Impacto negativo en la acción colectiva de los trabajadores.
La
atomización y el multirut de las empresas contratistas han frenado
el empoderamiento de los colectivos de trabajadores, dificultando las
posibilidades de formar sindicatos fuertes y que puedan negociar
efectivamente sus condiciones laborales, en un contexto normativo que
limita la actividad sindical a la empresa o, más aún, a su
individualidad jurídica o RUT.
Junto
con esto, se hace evidente la persecución de la patronal (prácticas
antisindicales), tanto que ha propiciado la baja sindicalización, no
obstante al crecimiento constante de ésta por parte de los
trabajadores.
3.
Abusos en la cadena de mando
Respecto
a la figura de mando, existe una relación triangular que transforma
los límites clásicos de la relación laboral, existiendo muchas
veces en la práctica una doble figura del empleador: quien firma el
contrato (la agencia o contratista) y quien da órdenes en el
establecimiento (la mandante).
Esta
situación permite que se generen abusos de parte de la mandante y
del personal del lugar de faena. Un ejemplo de esto es que los
administradores y jefes de salas en el Retail hagan que los
trabajadores externos realicen labores o funciones que no están
estipuladas en sus contratos. En este caso existen dificultades
prácticas para realizar la denuncia antes las autoridades del
trabajo, dejando en total desamparo a los trabajadores externos.
4.
Discriminación y falta de derechos
Ha
sido una constante la falta de igualdad de condiciones en los lugares
de faena para los trabajadores externos frente a los de planta. Aún
es complejo el derecho a tener un lugar de colación decente, la
falta de casilleros o lockers e incluso de baños.
Además,
los trabajadores externalizados sufren recurrentemente la prohibición
de ingresar a cumplir sus funciones si se atrasan a la hora de
entrada, por accidentabilidad u otros motivos. De igual forma,
experimentan dificultades al término de su jornada, quedando sujetos
a las órdenes del personal de planta del lugar de faena.
Otra
observación que hacemos sobre el personal de mando en el lugar de
faena, es la constante solicitud de no aceptar mujeres por la
posibilidad de embarazo.
Todos
estos corresponden a actos discriminatorios y abusivos.
5.
Contratos con cláusulas arbitrarias
Son
recurrentes los cobros y descuentos por no cumplir con las metas
impuestas por la empresa principal o por no concretar una venta. En
sí, es como pagar por trabajar debido a contratos con cláusulas
abusivas. Por ejemplo, en el caso de trabajadores que ganan comisión
por metas o producción, éstas tienen una constante alza para que
los trabajadores no alcancen ese porcentaje. También el contratista
con la mandante, en concomitancia, reducen el stock de las bodegas
para evitar que cumplan con las metas.
6.
Pago no íntegro de remuneraciones.
Desde
antes y después de la Ley de Subcontratación (N° 20.123), los
trabajadores vienen denunciando a los contratistas por el pago no
íntegro de las remuneraciones. Además, se hacen una constante las
re liquidaciones y el pago fuera de plazo. Otra cosa recurrente es el
no pago de las quincenas o anticipos cuando el trabajador está
convaleciente o con licencia médica. Dicha acción menoscaba la
cotidianeidad económica del trabajador y su familia.
7.
Subcontratados obligados a participar de actos de competencia
desleal.
Esto
ocurre en los supermercados y grandes tiendas, donde las empresas
mandantes y sus contratistas obligan a los reponedores
(subcontratados) a tomarse espacios en los establecimientos de forma
cuestionable. El arriendo de los espacios en las góndolas de las
salas es parte del negocio y representa alta rentabilidad para el
Retail, pero las empresas mandantes y proveedoras no pagan
íntegramente todos los espacios de exhibición de sus mercaderías.
Éstas obligan a los reponedores a ocupar los espacios de exhibición
de forma gratuita, como apropiación ilícita, no obstante que el
resto de los proveedores más pequeños, sí contratan y pagan estos
espacios para asegurar un lugar de exhibición.
Esto
nos hace sospechar sobre la existencia de colusión o competencia
desleal en el Retail.
Datos
económicos.
8. Bajos sueldos y
endeudamiento
La desproporción
salarial en comparación con los trabajadores de planta equivale a un
27% menos. Esto porque el 39,1% de los trabajadores subcontratados
son no calificados, cifra que aumenta a un 45,2% para quienes se
desempeñan en empresas suministradoras de trabajadores. Esto nos
indica que las empresas mandantes “externalizan” las labores
menos calificadas. Junto con esto, el 50% de los trabajadores
asalariados privados de empresas de suministro de trabajadores gana
menos de $201 mil1.
En efecto, se
evidencia la precariedad del trabajo en régimen de subcontratación
y se percibe un endeudamiento alarmante, provocado por la mala
situación salarial y por la exigencia de cubrir las necesidades en
salud, educación, vivienda, alimentación y otros gastos que
pertenecen a la canasta básica mensual, lo que deja en manifiesto
los problemas de carencia económica y social.
9. Prestamos
abusivos
El alarmante
endeudamiento de los trabajadores subcontratados no solo se debe a
los precarios salarios, sino también a que las mismas empresas
contratistas han creado financieras paralelas para proveer de
créditos abusivos a sus empleados, a la usanza de las salitreras y
sus pulperías. En este sentido, se ha denunciado a ciertos
empleadores contratistas, que mediante artimañas, imposibilitan a
los trabajadores adquirir créditos en las cajas de compensaciones u
otras entidades financieras que cobran menos intereses.
10. Elusión
tributaria
Las empresas que
externalizan sus fuentes productivas, en este caso las empresas
mandantes, por un lado precarizan el empleo y por otro, tienen la
facultad de rebajar el IVA. Todo esto, gracias a pagar facturas de
servicios, es decir, pagar impuestos de primera categoría, pudiendo
afectar las arcas fiscales. En este sentido, creemos incalculable las
cifras que se imputaron al pagar los impuestos por parte de las
empresas que subcontratan.
11.
Enriquecimiento de grupos empresariales
Queda en evidencia
que los grandes grupos empresariales son en definitiva quienes
gobiernan el monopolio de las ganancias y son quienes cooperan con el
aumento de la precariedad económica, dado que el sector empresarial
que más subcontrata es la mediana y gran empresa. De éstas últimas,
el 53,2% subcontrata y el 32,9% lo hace en su giro principal (ENCLA
2011). Por tanto, es una nefasta acción que otorga mayor ganancias a
costa de la creación de trabajo precario.
12. La desigualdad
económica en Chile
Es recurrente y
reconocida por todos los sectores políticos la preocupante brecha
económica que existe en nuestro país. Esto se hace mucho más
evidente cuando la precarización del empleo tiene un componente
implícito al alza en la desigualdad y no la disminuye, sino que
ocurre todo lo contrario. El aumento de un 65% de la externalización
en los últimos 42 meses2
tiene una notable implicancia en el aumento de la desigual económica
y si no se implementan acciones legislativas que frenen esta forma de
contratar, tomará un curso social tendiente a radicalizar el reclamo
social.
13. Reforma
tributaria y desigualdad
Creemos y aseguramos
que cualquier acción legislativa que promueva una reforma tributaria
para disminuir la vergonzosa desigualdad económica de nuestro país,
no tendrá verdadero impacto. Una reforma tributaria que mejore el
presupuesto fiscal es totalmente insuficiente para reducir la brecha
económica. El 50% de los trabajadores de jornada completa de las
grandes empresas (más productivas y con mayor proporción de
asalariados externos) gana menos $273.5003,
por lo que la desigualdad se origina en el mundo del trabajo, que es
donde se crea la riqueza.
Para mejorar los
conductores de igualdad, es necesario mejorar los derechos colectivos
de los trabajadores que permiten tener un efectivo poder de
negociación para mejorar sus propias condiciones salariales y
laborales.
Agenda
valórica.
Creemos
que la composición de las políticas económicas actuales se
contrapone con el discurso de algunos grupos políticos, sobre todo
cuando se quiere definir en lo ético y valórico.
La
discriminación sexual, racial, religiosa o étnica, no escapa a las
otras formas de discriminar. La subcontratación o tercerización es
también una de las formas más nefastas de discriminar ya que se ha
institucionalizado y naturalizado de tal manera que el sector
político empresarial respalda la necesidad de diferenciar
socio-económicamente entre trabajadores de planta y externos.
Hoy
la subcontratación parece más trata de personas que Empleo Decente
y en nuestro documento se exponen solo algunos hechos, de esta
lamentable y abusiva realidad. Hay muchos otros fenómenos que deben
padecer los trabajadores subcontratados en los distintos sectores de
la economía.
Cabe
consultarse si es justo que le paguen a otro, por lo que uno como
trabajador produce, o bien, si el contratista y el mandante no actúan
a la usanza de las casas de remolienda, donde el cabrón se queda con
parte de lo que producen las trabajadoras.
En
ese sentido, quienes hoy pretenden resguardar la moral, la ética y
los valores también debieran mostrarse en constante rechazo al
subcontrato y a quienes externalizan la producción, aprovechándose
indiscriminadamente de esta posibilidad jurídica de emplear,
lucrando con la fuerza, el ingenio, el talento y la pobreza de miles
y miles.
Así
se ha ido desarrollando la problemática social de los trabajadores
y, como es ya la historia de nuestro país, ha ido sometiendo a los
mismos gremios y también a otros más nuevos: Mineros, salmoneros,
mercaderistas reponedores, promotoras, consultoras, personal de aseo,
seguridad, forestales, cajeros, vendedores, peonetas y de la
construcción, entre otros. Hoy sabemos que en la educación también
ha aumentado la subcontratación al igual que en el sector público.
Y peor, la patronal ya no tiene límites para seguir con las mismas
malas prácticas.
La
realidad supera la ficción y creemos que llegó el tiempo de
terminar con todos estos abusos institucionalizados por el lucro
empresarial, en concomitancia con los gobiernos y legisladores
inescrupulosos.
Para
que Chile termine con los abusos, el endeudamiento, la delincuencia,
la discriminación y tenga un desarrollo económico basado en
aspectos valóricos, donde la persona sea un actor de desarrollo, se
debe poner atajo a esta mala práctica de una sola manera: terminando
de raíz con el subcontrato.
Convocantes.
Este
documento, que nace de la experiencia cotidiana y la discusión de
varios sindicatos de trabajadores y trabajadoras subcontratados, se
hace acompañar con el respaldo técnico de la Fundación SOL y
CENDA, además del apoyo de diversas agrupaciones sindicales,
estudiantes, artistas, religiosas, intelectuales y personas comunes
que han querido adherir con nuestro reclamo transversal.
1
Según la Nueva Encuesta Suplementaria de Ingresos del 2011 del
Instituto Nacional de Estadística
2
Según la Nueva Encuesta Nacional del Empleo del Instituto Nacional
de Estadística. Entre el trimestre móvil Enero-Marzo 2010 a
Julio-Septiembre 2013. Esta cifra considera tanto subcontratación,
como suministro de trabajadores y enganche.
3
Según CASEN 2011.
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