Economista Juan Villegas y Economista Manuel Sutherland
Centro de Investigación y Formación Obrera (CIFO), ALEM.
La burguesía local importadora, aplaude la devaluación y aspira devaluar
más
FMI, Washington. Año 2010.
Miguel Pérez Abad, Presidente de FEDINDUSTRIA. Año 2010.
Finalmente,
luego de varios meses de diferimiento por razones fundamentalmente electorales,
el ejecutivo nacional en coordinación con el Banco Central de Venezuela (BCV),
ha decidido aplicar una devaluación de la moneda con respecto al dólar, al
llevar el tipo de cambio de 4,30 Bs. /US$ a 6,30 Bs. /US$, lo cual representa
una pérdida de valor de la moneda nacional de un 46,51%. Esta devaluación a la
que se le ha pretendido edulcorar utilizando el eufemismo de “ajuste
cambiario”, afecta sustancialmente a la clase trabajadora del país.
La
devaluación ha servido para dejar en evidencia el oportunismo que caracteriza a
la oposición derechista (MUD) quienes hasta hace poco pedían a gritos devaluar
la moneda y ahora rasgan sus farisaicas vestiduras, denunciando la existencia
de un “paquetazo rojo”, “olvidando” que ellos hicieron lo mismo cuando
gobernaron en el pasado. Del otro lado, en el campo de la “izquierda”
oficialista, se observa como aquellos que negaron toda posibilidad de
devaluación, ahora realizan toda clase de maromas discursivas para justificar y
defender la “patriótica” medida. Ante ese panorama, es menester establecer una
postura de clase con respecto a esta temática, colocando sobre relieve los
efectos que esto genera para la clase que vive de la venta de su fuerza de trabajo.
Por ello, el objetivo de este artículo es abordar desde la Economía Política Marxista el tema de la devaluación,
contrariando a los ideólogos del capital (economistas burgueses) y criticando a
la ideología pseudosocialista que infructuosamente trata de justificar la
medida.
¿Qué es una devaluación y por qué se produce en nuestro país?
La devaluación es la pérdida del valor nominal de una moneda corriente
frente a otras monedas extranjeras (euro, peso colombiano etc.). En este caso,
todos los focos de atención se centran en que el bolívar se deprecio con respecto al dólar de Estados Unidos de América (EUA). Es decir,
ahora hay que dar más bolívares (Bs. 2) para poder comprar un dólar. Pero: ¿Por
qué sucede esto?
En el caso específico de Venezuela y su signo monetario, es
necesario comprender en primer término el rasgo principal de la economía
venezolana, es decir, entender su dinámica capitalista y centralmente
rentística-petrolera. Dicho de otra forma, la economía venezolana produce muy
poca cantidad de bienes manufacturados, agrícolas o industriales, por ende, no
se exporta ningún bien diferente al oro negro. La centralidad de nuestra economía se basa en la explotación (diferente
a producción) de una materia prima de bajo procesamiento industrial. Este commodity comercializado en el mercado internacional, capta un ingreso
extraordinario que deviene de una renta monopólica de la tierra, que se
constituye como el eje central de la economía venezolana.
La acumulación de Capital a través de capitalismo
rentístico-petrolero[iii] ha colapsado desde hace 30 años, con
lo cual se evidencia, que la renta diferencial captada por intermedio de la
exportación de hidrocarburos es insuficiente para sostener el crecimiento de la
economía y el funcionamiento de la principal institución empleadora: El Estado.
Con ello, desde 1982 hasta la fecha, cada vez que el ingreso petrolero se torna
insuficiente, se ha recurrido a la misma fórmula: devaluar la moneda para aumentar los ingresos en bolívares del Estado. La cosa funciona
así: Supongamos que el precio del barril de petróleo es de 100 dólares, a un
tipo de cambio de 4,30 el ingreso petrolero en bolívares sería: Bs. 430 por
cada barril de petróleo vendido, si por el contrario, el tipo de cambio es de
Bs. 6,30 el ingreso en bolívares es de Bs. 630. De manera providencial, el
estado a través de PDVSA, tiene más bolívares para financiar sus actividades.
Aunado al descenso de la productividad en el trabajo, elevadas tasas de
inflación y la disminución de la capacidad industrial, la necesidad del estado
cubrir su déficit, es uno de los factores centrales de
las sucesivas devaluaciones que han ocurrido en los últimos 30 años.
El grafico 1, pone en evidencia que cada vez que
el precio del petróleo disminuye o se estanca, se devalúa. En la década de
1990, los precios del petróleo experimentaron una fuerte caída, que se
corresponden con las mayores tasas de devaluación en la historia de nuestro
país, de allí que por ejemplo en 1996, con un barril de petróleo en descenso,
el bolívar fue devaluado en 147%, la mayor devaluación de nuestra historia. Los
altos precios del petróleo en los últimos años, permitieron al ejecutivo
nacional mantener la moneda sobrevaluada, pero el creciente gasto público, la
escasa producción, la inflación y el incremento del endeudamiento, ha empujado
al ejecutivo a tomar esta medida fiscal regresiva.
La devaluación es gasolina para el fuego inflacionario
El carácter rentístico-petrolero del capitalismo en Venezuela,
implica la existencia de un solo rubro de exportación (el 95% de las
exportaciones son petróleo) de resto, casi todo lo demás, no se produce o se
produce en cantidades insuficientes para abastecer al mercado nacional. La
burguesía local haciendo gala de su carácter parasitario, se ha dedicado a
importar bienes manufacturados o semifacturados para revenderlos en el mercado
interno, o en el mejor de los casos, ensamblarlos para su posterior comercialización.
La existencia de un tipo de cambio en la práctica subsidiado por el Estado
venezolano, ha permitido a esta burguesía de ámbito de acumulación nacional,
importar barato y vender caro. Gran parte de los productos que se consumen en
el mercado interno son importados, y por ende, cada vez que se devalúa la
moneda, esos productos se hacen más caros en términos de moneda nacional. El
resultado es en la práctica una disminución del salario real (poder de compra)
y el empobrecimiento de la clase trabajadora. Mientras ello ocurre, la
burguesía traslada al precio final de los productos que revende, el aumento en
los precios que origina la devaluación del tipo de cambio.
El grafico 2 muestra como cada vez que se ha devaluado la moneda, los precios tienden
a aumentar. De nuevo, el ejemplo de 1996 es emblemático, la devaluación
aplicada ese año por el nefasto dúo Caldera-Petkoff, coincide con la mayor
inflación en la historia de Venezuela (106%) y eso no es casualidad, en los
años recientes, este efecto ha sido disminuido debido a la existencia del
control de precios de algunos productos básicos, sin embargo, dicho control ha
sido reiteradamente burlado de una u otra forma por la burguesía. Es una
ilusión pensar que la nueva devaluación no provocará un incremento de la
inflación este año y es un error culpar a la “especulación” por ello.
¿Por qué razón la gasolina es lo
único en este país que no sube de precio? ¿Cuál es la razón de que no haya
especulación con la gasolina, más allá del contrabando en la frontera con
Colombia? La respuesta parece muy obvia: el precio está regulado. Pero los
precios de la harina de trigo, el azúcar, el pollo, entre otros, también están
regulados y sin embargo están desaparecidos de los anaqueles o vendidos muy por
encima del precio de regulación. La explicación es muy sencilla, en primer
lugar la gasolina se encuentra entre los pocos productos que son elaborados en
el país en cantidades suficientes para abastecer el mercado nacional, e incluso
para exportación, y por otro lado, la producción y distribución de gasolina
está en manos de un monopolio estatal. Es tan simple como esto: el
Estado controla no solo la producción sino la distribución de este combustible
y por ende puede controlar el precio de comercialización al extremo de
mantenerlo a un nivel irracionalmente bajo. Si la producción y distribución de
gasolina estuviese en manos privadas, en cuestión de días este país se quedaría
sin combustible, porque la burguesía no estaría dispuesta a venderlo al precio
que indica la regulación. Es fundamental, entender que solo ejerciendo el control de los sectores estratégicos de la economía, atendiendo a una planificación democrática de la economía, con
participación protagónica de la clase obrera, se podrá entonces atender las necesidades de la población y controlar
efectivamente el nivel de precios. Todo lo anterior supone la nacionalización de sectores como: la banca, la industria de alimentos,
la construcción, el transporte y claro está, el comercio exterior.
Hablando de comercio exterior, voceros oficiales han echado mano
de otro de los mitos que los economistas burgueses han enarbolado cada vez que
se ha devaluado la moneda venezolana, y es aquello de que “la devaluación
aumenta la competitividad de las exportaciones no tradicionales”. Esta mentira
repetida 146523457 veces es justificada por el hecho de que al devaluar el tipo
de cambio nominal, los precios de los productos elaborados en el país son más
baratos en el extranjero. Lo primero que hay que decir es ¿Cuáles productos? La
industria y el agro producen tan poco, que para suplir el pequeño mercado
nacional, tienen que recurrir a importaciones masivas. De hecho, sólo el 2% de
las exportaciones totales de Venezuela, las hace el sector privado.
Inmediatamente después de una devaluación, se produce el
abaratamiento de los productos nacionales en el mercado internacional, pero con
el correr del tiempo, la baja productividad fundamentada en el atraso
tecnológico y la baja escala productiva (pequeña producción mercantil) deja sin
efecto dicho abaratamiento relativo (debido a la inflación que genera la
devaluación), con lo que de nuevo es más cómodo y mucho más rentable importar
que producir. De 1983 a 2013, el dólar se ha vuelto 1465 veces más caro[iv]. En 1983
se podía comprar un dólar con 0,0043 Bolívares (en bolívares fuertes), ahora,
un dólar cuesta 6,3 Bolívares, es decir 1465 veces más (ver gráfico Nº 3). ¿Las exportaciones no petroleras
son más competitivas ahora que hace 30 años? NO. Si alguien tiene alguna duda,
basta con observar la gráfica Nº 4, en donde se observa claramente la
caída de las exportaciones no petroleras desde 1998 hasta 2010.
La exacerbación de la importación y la caída de la exportación no
petrolera
“El Gobierno debería, si se proclama socialista como lo ha hecho,
atender con preferencia los derechos de la Clase trabajadora…que es el objetos
y sujeto del socialismo”[v]
Domingo Maza Zavala (ex presidente del Banco Central de Venezuela)
Es
insólito lo que sucede en Venezuela. Si la estatal PDVSA genera el 95% de las
divisas y existe un control de cambio tan rígido, lo evidente es que se avance hacia el monopolio del comercio exterior, entendiendo que el mero Control del
tipo de Cambio, ha mostrado que por sí sólo es incapaz de generar efectos
positivos en la economía, y no ser más que un trasvase perfecto para enriquecer
a la burguesía comercial-especuladora. El control del tipo de cambio no ha
frenado la fuga de capitales. Las cifras del BCV registran que al menos 167
millardos de dólares de EUA, abandonaron nuestro país, para enriquecer a la
burguesía criolla y foránea. Si a esto se le añade el saldo de la cuenta de
“Errores y Omisiones”, la salida de capitales para este lapso ha sido de $194
millardos de dólares de EUA.[vi] Semejante cifra equivale a más de
cuatro veces nuestra deuda externa (Abril de 2010). Es evidente que la actual
dinámica de importación desorbitada y en gran parte fraudulenta
(sobrefacturación, importación de containers vacíos
etc.), está empobreciendo a nuestro país [u1] y lo está convirtiendo en un enorme e
improductivo centro comercial.
Siendo un mall-nación, sucede que el país se convierte en un simple tránsito de la inmensamente rica renta petrolera hacia las arcas del empresariado
local (empresarios nacionales y en mayor medida, empresarios foráneos). La
forma de esta transferencia mil millonaria que deja al país en quiebra en la
importación especulativa. La reventa de los bienes importados que a Venezuela
llegan, se hacen a precios tan altos, que llevado a dólares oficiales, reflejan
que el llamado dólar de mercado paralelo es el que sirve para fijar los
precios de venta de una inmensa mayoría de bienes en el país[u2] . Tomemos un ejemplo muy
internacional, veamos el Big Mac de la oprobiosa Mac Donalds. El combo
Big Mac, cuesta (a Bs. 6,3 por dólar) la bicoca de 11,11 dólares de EUA.
Decimos, que el Big Mac cuesta en promedio, cuatro veces más en Venezuela que
en México, Lituania, Egipto, Rusia y Arabia Saudita[u3] , en todos esos países el Big Mac
cuesta alrededor de 3 dólares de EUA[vii]. El Big
Mac (mercancía idéntica en cualquier parte del mundo y que se reproduce de
manera homogénea en cientos de países del mundo) indica de forma aproximada,
que tan sobrevaluada está la moneda de un país. En el caso de Venezuela, nos
indica que tan desorbitados están los precios en nuestra tierra y la extrema
carestía de los bienes y servicios importados por la burguesía local. Está
demás decir que el Big Mac en Venezuela es el más caro del mundo y que casi
duplica a quien está en el segundo puesto de la lista (Noruega, cuyo salario
promedio es al menos 8 veces más alto que el de Venezuela). Si calculamos el
salario mínimo base (en dólares) de un trabajador Venezolano, nos daríamos
cuenta que depende de la tasa real en dólares que refleje los precios en la
economía. Si pensamos en el dólar oficial, el salario sería 317 dólares de EUA.
Si pensamos en el dólar a cotización extraoficial (el cual es usado por la
burguesía comercial para infinidad de productos no regulados por el Estado), el
salario sería de apenas en 89 dólares. La página web que usan los importadores
como referencia del precio del dólar, es: http://lechugaverde.com/[u4] , página que vive de la especulación
cambiaria y toda clase de negocios parasitarios.
Así las
cosas, la sobrevaluación del bolívar es una herramienta que permite al
empresariado local la absorción de renta y toda clase de negocios radicícolas
muy lucrativos. Como los dólares estadounidenses son entregados a esa élite
burguesa, ésta puede comprar un set de pelotas de tenis a 2 dólares de EUA (Bs.
8,6 en enero) y revenderlo en Bs. 80, guardando para sí una “modesta” ganancia aproximada de 500%. Así, la burguesía se embolsilla gracias a nuestro petróleo
miles de millones de bolívares sin producir, a fuerza de especulación pura y
dura. Ojo, ni siquiera hablamos de los multimillonarios negocios de compra y
venta de dólares en el mercado paralelo. En el gráfico 5 se observa el auge desorbitado de las importaciones, y como la burguesía
local importa dólares que no genera. Todo lo medra al Estado.
Gráfico 5: El auge de la importación de la burguesía local
Si la
moneda de Venezuela está tan increíblemente sobrevaluada, los bienes importados
deberían ser muy baratos, pero sucede lo contrario, el control de cambio ha
creado una especie oligopolio en el cual se impide al ciudadano común importar los bienes que necesita
y se obliga a acudir a los centros comerciales. Ahí, se imponen precios no
competitivos por la dificultad y complicación en los procesos de importación
disgregada y fraudulenta que el empresariado local acomete. Por ende, cada día
que pasa las importaciones [u5] se elevan, los bienes escasean y sus
precios se disparan. Ese aumentar continuo de los precios (inflación) deprecia
a la moneda local en relación con dólar. El gobierno responde devaluando la
moneda y se encarecen los bienes locales, al ser estos en un 80% importado. El
círculo vicioso pica y se extiende. El salario real va disminuyendo y el poder
adquisitivo se diluye. Las empresas locales que producían se convierten en
importadoras o a lo sumo “ensambladoras” de mercancías importadas.
El
resultado de esto es una desindustrialización galopante y un empresariado cada
vez más volcado a actividades especulativas. Los nuevos empleos que se generan
son para vender mercancías foráneas en tiendas y la producción local se
desploma. SIDOR, enorme empresa estatal productora de acero, terminó el 2012
con una producción de 1,7 millones de toneladas, un 30% menos que en 2011. En
2006 producía 4,3 millones. Bauxilium que proveía a Venezuela de bauxita con
una producción anual de 6 millones de toneladas, actualmente produce apenas 2,5
millones y el país tiene que importar bauxita. En cuanto a ALCASA, la empresa
tenía en principio una capacidad instalada para producir 210.000 toneladas
métricas de aluminio primario anuales, pero actualmente produce algo menos de
70.000 toneladas.[viii] Las exportaciones no petroleras
descienden a niveles ridículos (55% menos que en 2005), incluso en rubros donde
se había logrado cierta expansión.
Es
imposible industrializar y esquivar el ciclo devaluación-inflación que acaece
en el país, mientras se sigan llevando a cabo las mismas políticas de “ayuda”
con dólares baratos al importador-especulador.
Importar, importar, importar hasta alcanzar la “suprema felicidad”
Ante los
problemas en la producción planteados en el acápite anterior, el gobierno
actual ha optado por una serie de medidas de índole reguladora, aunque todos
sabemos que la política regulacionista causa escasez. El empresariado suele negarse a ejecutar la producción y
ventas de mercancías, tal cual y como lo establece administrativamente el
Estado. El resultado es que hasta el mismo gobierno se ha visto obligado a
suplir los mercados locales, con importaciones. La atrofia del parque industrial,
con la continua mudanza de transnacionales a Colombia o Brasil, donde explotan
fuerza de trabajo con mayor ahínco y menos inconvenientes, obliga al Estado a
afincarse en la importación y a consolidar la dinámica económica centralmente
rentista petrolera. Siendo el 92% de las unidades económicas del sector privado
y el 72% del PIB de ese mismo sector (2010), los planes sociales del Estado,
chocan con una serie de trabas insalvables e imposibilitan avances
cualitativos. El gráfico 7 expresa de manera condensada, la evolución de las importaciones del
sector público, que en 1998 alcanzaban la cifra de 4 mil millones de dólares de
EUA, y que ahora sobrepasan los 26 mil millones de dólares de EUA. Un
incremento de 550% en apenas 13 años[ix], indica a
las claras que algo muy grave está sucediendo, en relación a la producción
interna.
Nadie
clama por una Venezuela autárquica. Lejos estamos de pretender un país
plenamente autosuficiente. Sin embargo, es sumamente lamentable, que las
oportunidades de crecimiento y desarrollo industrial, que brinda la generosa
renta petrolera, se drene en una serie de importaciones onerosas de mercancías
que fácilmente se hacían en la Venezuela de hace algunos años o que se pudieran
hacer si se invirtiesen esos recursos en un plan general de industrialización.
La importación elevada es un drena de renta petrolera al extranjero que deja
sin buenos empleos, buenos salarios e infraestructura.
¿Por qué es necesaria una Central Estatal Única de Importaciones (CEUI)?
La Revolución Rusa no hizo más que confirmar lo que constituye la
lección básica de toda gran revolución, la ley de su existencia: o la
revolución avanza a un ritmo rápido, tempestuoso y decidido, derriba todos los
obstáculos con mano de hierro y se da objetivos cada vez más avanzados, o
pronto retrocede de su débil punto de partida y resulta liquidada por la
contrarrevolución.
Rosa Luxemburgo en su folleto: La Revolución Rusa
La forma
básica de frenar el desangre de divisas y la espiral dramática:
devaluación-inflación, es crear una CENTRAL ESTATAL ÚNICA de IMPORTACIONES
(CEUI), que arrebate el ámbito especulativo a la parásita
burguesía-especuladora-importadora venezolana. El gobierno, con su control de
cambio y asignación de divisas preferenciales (a precio 4 veces menor que el
que indica el mercado paralelo de divisas) ha creado un mecanismo fabuloso para
transferir renta petrolera a la burguesía: la importación de mercancías con
tipo de cambio sobrevaluado y su reventa a precios de oligopolio (porque le es
imposible a ciudadanos naturales importar mercancías). Con este mecanismo, se
han hecho fortunas enormes y el país se ha sumido en la más profunda miseria
improductiva.
Ahora, la
alianza derechista antichavista MUD, propondría liberar el tipo de cambio, con
lo improductivo del aparato industrial del país, y la continua pérdida de valor
del Bolívar, la moneda podría saltar de 6,3 Bs. a 30 Bs por dólar de EUA.
Ahora, con un tipo de cambio a Bs. 30, el salario venezolano mínimo (base) -muy
cercano al promedio- bajaría hasta= 2000/30= 66 dólares de EUA. Un equivalente
a 2,2 dólares diarios, ni hablar de que en una economía donde se importa el 80%
de lo que se consume, los precios se multiplicarían por cinco, se desataría una
hiperinflación y las políticas ultraliberales de la alianza derechista MUD -que
el gobierno desea aplicar gota a gota- nos convertirían en una nación
extremadamente pobre.
En fin,
consideramos que la CENTRAL ESTATAL de IMPORTACIONES permitiría retener la
renta petrolera que la burguesía local exporta.
Apuntes concretos de la propuesta que ahogaría el círculo vicioso:
devaluación-inflación
“El Poder político no es, en rigor, más que el poder organizado de una
clase para la opresión de la otra. El proletariado se ve forzado a organizarse
como clase para luchar contra la burguesía; la revolución le lleva al Poder;
mas tan pronto como desde él, como clase gobernante, derribe por la fuerza el régimen
vigente de producción (…)”
Carlos Marx y Federico Engels (Manifiesto del Partido Comunista)
La CEUI
buscaría centralizar en un ente estatal, la totalidad de Importaciones del país
que dependan de los dólares que dispensa el Estado. De manera muy concreta, se
plantean a continuación, algunos puntos específicos de la CEUI, a modo
explicativo.
· · El sector privado (personas naturales y jurídicas) podría acudir a la
CEUI, para importar al detal y al mayor las mercancías manufacturadas o insumos
industriales que así lo solicite.
· · La CEUI funcionaría como la central de comercio electrónico: Amazon.com.
La misma concentra infinidad de marcas y modelos de mercancías, que
pueden ser adquiridos de forma rápida, económica y sencilla a través de la
página Web.
· · La CEUI concentraría las compras de todos, recogiendo las solicitudes de
los que demandaron diversas mercancías. Aprovechando una gran escala de compra,
podría conseguir precios mucho más baratos.
· · La CEUI, al centralizar la importación, abarataría los actualmente siderales
costos de transporte, distribución y reparto de mercancías. Ni hablar que
pudiera reducir los tiempos de compra y despacho de diversos productos
necesarios para la industria, que por razones de ineficiencia, llegan
tardíamente.
· · La CEUI facilitaría el control aduanal y tributario y reduciría
drásticamente, los pingues fraudes masivos que lleva a cabo la burguesía
importadora en su afán de importar mercancías con sobreprecios, sobrefacturar o
traer cajas y contenedores vacíos.
· · La CEUI podría colocar impuestos especiales y específicos a diversos
tipos de mercancías, afectando con mayor vigor a las mercancías suntuarias. Si
alguien quiere comprar una Laptop, pagaría un impuesto muy alto. Si alguien
requiere de alguna medicina, pagaría un tributo muy bajo, o estaría exento.
· · La CEUI puede aplicar mayores impuestos y recoger un excedente económico
elevado, en aras de financiar la industrialización del país, sustituir en un
futuro muchas mercancías importadas (casas, leche, pollo, derivados del petróleo
etc.) y frenar la economía improductiva y parásita de nuestro país.
La
propuesta de la CEUI, es una alternativa marxista ante la ideología que dice:
“hay que devaluar, aumentar el IVA, colocar impuestos como el IDB, el ITF y
etc.”
Basta de
políticas neoliberales, devaluacionistas. Si hay alternativas.
Centro de
Investigación y Formación Obrera CIFO-ALEM
[i] Declaración a favor
de la devaluación de enero 2010. Disponible en http://www.eluniversal.com/2010/01/13/eco_ava_fmi:-devaluacion-de_13A3285373.shtml
[ii] Declaraciones de
las asociaciones patronales a favor de la Devaluación disponibles en: http://www.elinformador.com.ve/noticias/venezuela/economia/fedeindustria-fedeporcina-apoyan-ajuste-cambiario/10011
[iii] Sobre las
implicaciones del modelo rentista para la fijación del tipo de cambio, léase la
obra de Asdrúbal Baptista, Teoría Económica del Capitalismo Rentístico,
publicada por el BCV y disponible en versión PDF en su portal web. En dicha
obra se dedica un capítulo entero a explicar la relación entre el modelo
rentista y la fijación del tipo de cambio.
[iv] Para realizar dicho
cálculo, se tomo como base el valor de la moneda al 18 de febrero de 1.983, con
lo que 4, 30 Bs (de 1.983)=1. El cálculo no contempla el efecto de la inflación
sobre el Bolívar ni sobre el dólar de EUA.
[vi] García Larralde,
Humberto. Notas sobre la
devaluación del 08/ 02/ 2013. Fecha de
publicación: http://www.analisislibre.org/la-devaluacion-humberto-garcia-larralde/
[vii] El índice Bog Mac, se encuentra pormenorizado en
esta página de la Revista: The Economist. http://www.economist.com/blogs/graphicdetail/2012/07/daily-chart-17El precio en bolívares del combo Big Mac, alcanza
los Bs. 70, a febrero de 2013.
[viii] Prat, D. (2012). Guayana, el milagro al revés. El fin de la soberanía productiva. Caracas,
Colección Hogueras. Citas de Prat, extraídas a su vez de: Astarita, Rolando.
Blog] Marxismo & Economía Venezuela, devaluación y capitalismo rentístico
12/02/2013 http://rolandoastarita.wordpress.com/2013/02/12/venezuela-devaluacion-y-capitalismo-rentistico/
[u1]Esto suena a
queja burguesa clamando por proteccionismo. En realidad hay que explica q
a la burguesía no le interesa producir nada si puede dedicarse al cómodo y
rentable negocio comprar barato y vender caro.
[u2]Además de ello, los
especuladores cambiarios (es decir la misma burguesía) es la infla de manera
artificial la cotización del dólar en el mercado paralelo, para con ello
justificar la especulación de todo tipo de mercancías. Dicho de otra manera: la
burguesía no solo es parasitaria sino que ha promovido la burbuja especulativa
en diferentes áreas (vehículos, seguros ,divisas, alimentos, etc.)
[u4]Un verdadero
engendro que se utiliza para generar información distorsionada y tendenciosa
sobre la cotización del dólar y alimentar la ola especulativa.
[u6]En este grafico es
difícil visualizar cada rubro por el asunto de los colores pero igual se ve la
tendencia descendente. Creo que es mejor solo mostrar la tabla de datos eso
facilitaría la lectura de la información.
[P7]Aquí creo q es
mejor solo mostrar el crecimiento de las importaciones mas que la tasa de
crecimiento de las mismas lo importante es que se visualice el aumento
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