lunes, 20 de octubre de 2014

¿QUÉ AYUNTAMIENTOS QUEREMOS? – EL EJEMPLO DE LIVERPOOL

Reunión de Militant en Liverpool















19/10/2014, Jon Ander, SR Gasteiz. Publicado originalmente en el 
número de septiembre de La Brecha. Revista de SR, sección 
del CIT en el EStado Español.

Podríamos ver en los siguientes meses Ayuntamientos y municipios 
controlados por partidos de la izquierda como IU y Podemos. ¿Cómo 
deberían afrontar este reto? ¿Cómo deberían actuar concejales 
verdaderamente de izquierda?

Tenemos un ejemplo de los años ochenta en la cuidad de Liverpool en 
Gran Bretaña cuando el municipio y sus concejales fueron influidos 
por la corriente Marxista conocida como “Militant”.


Historia

Militant es el predecesor del actual “Socialist Party” en Inglaterra y 
Gales que forma parte del CIT, organización a la que pertenece 
Socialismo Revolucionario.

Después de la Segunda Guerra Mundial las ideas de trotskismo 
habían tenido una importante base entre la clase obrera de Liverpool. 
ya en los años 70 Militant tenía una base sólida en los sindicatos,
el Partido Laborista y entre los jóvenes a través de Jóvenes 
Socialistas.

La década de los años 1980 fue la más importante para el auténtico 
marxismo, el trotskismo, en Gran Bretaña. Fue una prueba de fuego 
para las ideas de Militant no solo en teoría sino en una lucha 
de las masas de proporciones enormes.

Thatcher y su gobierno conservador fue elegido en 1979 con un 
programa para ‘revertir la marea del socialismo.’  Thatcher fue el 
ariete de la contra-revolución, implementando recortes y ataques 
contra el estado de bienestar y servicios sociales en los ayuntamientos 
controlados por el Partido Laborista.

En sus declaraciones, los líderes de los municipios, especialmente en 
el norte y Londres, prometieron luchar contra los recortes de 
Thatcher. En Liverpool, Militant había construido una poderosa posición 
dentro del Partido Laborista. Era una minoría en la bancada laborista 
de la cámara municipal, pero pudieron convencer a los demás 
concejales para que se enfrentaran a Thatcher en la cuestión del 
“presupuesto necesario”. En Liverpool tenían el apoyo de los sindicatos 
en el Ayuntamiento y la población de la cuidad porque los concejales 
no dejaron la oposición a Thatcher y la realizaron no solamente de 
palabra sino que utilizaron su elección para construir viviendas 
sociales y escuelas, y crear empleo.     

Los otros ayuntamientos mencionados anteriormente, incluyendo 
Sheffield y Londres, empezaron poco a poco a abandonar la lucha. 
Los concejales de Liverpool habían intentado hacer una campaña 
unida con otros ayuntamientos pero la izquierda blanda del líder 
laborista Neil Kinnock tenía la postura de ‘realismo nuevo’ 
- la idea que la clase obrera no quería o podía luchar contra 
el capitalismo. En realidad una política de rendición.

Entonces Liverpool tuvo que luchar solo

“El gobierno había retirado 60 millones de libras de la ciudad. 
Liverpool era una ciudad muy pobre y los marxistas no 
habíamos llegado al poder en la cámara para hacer como 
los reformistas del Partido Laborista, es decir, para administrar 
las reformas neoliberales de ‘modo blando’, para ‘mitigar’ 
sus efectos. Dijimos no, nosotros no realizaríamos ningún 
recorte a los servicios públicos ni aumentaríamos los impuestos 
locales, lo que afectaría a la clase media-baja y a los trabajadores.” 
(Peter Taaffe y Tony Mulhearn: “Liverpool, la ciudad que se 
atrevió a luchar.”).

En pocos años se construyeron 5.000 casas y se crearon 1.000 de 
puestos de trabajo entre otras reformas. Por esto Militant tuvo el 
apoyo de la clase obrera de Liverpool.

La Cámara Municipal aprobó un presupuesto necesario con déficit y 
exigió que el dinero extra necesario para los gastos viniese del 
gobierno. Este fue un “presupuesto ilegal”. El gobierno debería 
devolver a Liverpool los casi 70 millones de libras que había 
robado de la ciudad.

Para obligarlo era necesaria una movilización de masas. El 
Laborismo ganó la Cámara Municipal en 1983 con una gran 
mayoría, y todavía aumentó más en 1984. Hubo dos huelgas 
generales en Liverpool en 1983 y en 1984 se volvió a aprobar 
un presupuesto ilegal que, técnicamente, volvía a los 
concejales en receptores de sanciones y multas del gobierno.

Thatcher cedió en 1984, porque la huelga de los mineros también 
estaba ocurriendo en ese momento y tuvo que hacer concesiones 
financieras a Liverpool. Militant y los trabajadores de Liverpool 
habían logrado una victoria.

Pero los mineros fueron derrotados en 1985. Thatcher entonces 
volvió a penalizar a la Cámara de Liverpool y su presupuesto de 1985. 
Pero no habría sido capaz de salir impune de esto sin el apoyo de 
los líderes de derecha de los sindicatos, y especialmente, de Neil 
Kinnock, líder del Partido Laborista.

Cómo organizar la lucha local

Militant siempre fue una minoría. No tenía la mayoría de los concejales, 
pero contaba con una estrategia bien elaborada, la mayoría de los 
concejales en la izquierda e incluso algunos que formalmente estaban 
a la derecha, aceptaron su estrategia porque no encontraron alternativa. 
La movilización desde las bases que organizó Militant ejerció una gran 
presión sobre los que vacilaban.

Pero Militant tenía sobre todo confianza en las masas. Organizaron 
miles de reuniones y manifestaciones. El corazón de la lucha fue 
District Labour Party- un ‘soviet’ o Asamblea conformado por 
delegados de todas las sedes del Partido Laborista y sindicalistas. 
Durante la lucha fue un órgano muy importante para discutir las 
tácticas y estrategias y para presionar a los reformistas.

Durante esta lucha el nombre de Militant entró en la cultura popular, e 
incluso aparecieron personajes en telenovelas que eran miembros de 
Militant. Sin embargo, en el Parlamento, Thatcher exigió que Kinnock 
purgara al Partido Laborista de miembros de Militant varias veces. 
Cualquier persona que estaba en lucha sindical o contra el gobierno 
se le catalogaba como miembro de Militant, igual que en otros 
tiempos se llamó bolcheviques a todos los luchadores.

Thatcher y la clase capitalista temieron que el ejemplo de Liverpool se 
extendiera. El periódico ‘Financial Times’ llamó Liverpool ‘el Petrogrado 
de Gran Bretaña’ y la prensa insistió constantemente en que Kinnock 
tenía que purgar Militant.

La historia muestra que Liverpool derrotó a Thatcher en una batalla 
masiva en la primera ronda. Pero más tarde, con la oposición del 
Partido Laborista y los sindicatos nacionales se vieron obligados a 
hacer una retirada parcial.

Sin embargo, el ejemplo de cómo luchar en una escala masiva aún 
sigue vivo en la memoria de la clase obrera. Un ejemplo internacional 
de cómo luchar desde los ayuntamientos que nos pueden inspirar 
en las próximas batallas en el estado español.

“Karl Marx una vez dijo que la idea se convierte en una fuerza material 
cuando se apodera de la mente de las masas. Este proceso se 
desarrolló en Liverpool entre 1983 y 1987. Representa la fusión de 
una clase trabajadora despierta y asediada con un liderazgo consciente 
de clase en los que los marxistas jugaron un papel fundamental”. 
(Peter Taaffe ; Tony Mulhearn,  “Liverpool - La ciudad que se atrevió a 
luchar).”

Fuente: Peter Taafee & Tony Mulhearn, “Liverpool: La ciudad que 
se atrevió a luchar”

No hay comentarios:

Publicar un comentario