19/12/2014
Entre avances, retrocesos y derechizaciones
Documento acordado en la última reunión del Comité Ejecutivo Internacional del CIT
En el último periodo de finales de esta primera década del siglo 21 hemos sido testigo de un creciente movimiento político hacia la izquierda en casi toda américa latina, movimientos que se desarrollaron productos del colapso de las elites tradicionales, de sus políticas neoliberales y la crisis del imperialismo occidental fundamental de los EEUU.
Al mismo tiempo el empuje de China como potencia global emergente y el resurgir de Rusia como protagonista de primer orden en la geopolítica mundial, que han favorecido para que los países con un acento anti imperialista occidental se apoyen en estas potencias para equilibrar la hegemonía de los EEUU en la región.
La región vivió una década y media de estabilidad y relativa prosperidad que había adormecidos en cierto modo el volcán andino de luchas de clase que se mantuvo en erupción por décadas buscando alternativas ante el neoliberalismo de los años 90. Sin embargo la complejidad y profundidad de la crisis actual del capitalismo, que aún no se recupera de la cris del 2008, están empezando a golpear con más fuerza en la región, de igual forma los grandes aliados Rusia y China que han enfrentado también una situación complicada de su economías y de crisis política y social; todo este cuadro suma diferentes elementos que van a ser detonantes para una nueva etapa de luchas pero también de posibles derrotas de procesos revolucionarios en américa latina.
La enorme región una de las más ricas del planeta, también es la más desigual, está atravesando por un periodo de profunda contradicciones, por un lado gobiernos más abierto al libre mercado y pro-occidentales están empezando a tener problemas no solo con su economía, sino también con la cuestión socio política. Colombia, México, Chile, Perú, por ejemplo están dentro de una bomba de tiempo social por demandas democráticas y de una distribución más equitativa de las riquezas.
Por otro lado los gobiernos hacia la izquierda anti occidente y aliados de Rusia y China, están atravesando un crisis dual, por una parte los efectos de la crisis internacional del capitalismo, que demuestra que el sistema es global y por lo tanto no hay fórmulas nacionales, revoluciones en un solo país, pero por otro lado, el agotamiento y fracaso una vez más los intentos reformistas de un izquierda que ha renunciado a un programa socialista revolucionario genuino y han tomado la vía de la economía mixta; como es el caso de Cuba, China y Vietnam, que la han denominado el socialismo de mercado, donde se une la intervención del estado en la economía con la inversión privada.
Estas políticas en caso de los países de américa latina, van acompañadas de programas sociales de carácter populista que no se sostiene en el tiempo por su alta vulnerabilidad y dependencia de sus economías volátiles de los precios de sus materias primas principales productos motores.
En todos estos procesos y escenarios hay contradicciones profundas, por ejemplo el proceso venezolano, que se ha estancado en su proceso de ir hacia la izquierda en una perspectiva anti capitalista, y vemos como después de la muerte de Chávez, ha entrado en un punto de inflexión donde la actual dirección del chavismo ha dado señales muy peligrosas de derechización, poniendo en riesgos las enormes conquistas sociales y políticas logradas por los trabajadores y el pueblo pobre.
Por otra parte hay países que sus crisis prolongada del colapso de sus elites burguesas dominantes han llegado a tal punto que prácticamente han entrado en una situación de estado fallido, tal son los casos de los gobiernos de norte-centro américa, como México, Honduras Guatemala y el Salvador, donde las mafias del narcotráfico, las fuerzas paramilitares y el intervencionismo del imperialismo de los EEUU en su guerra contra las drogas, han profundizado la crisis social y política de estos países y abierto la agenda de una revolución radical que acabe con la actual situación de violencia extrema, pobreza y desigualdades que sufre los trabajadores, campesinos, pueblos indígenas, en fin todo el pueblo pobre y oprimidos de estos países.
También en términos generales la región se ha caracterizado por una disputa geopolítica de las potencias occidentales y las emergentes por la hegemonía de los mercados latinos y suramericanos, sobre todo en lo que respecta en la extracción de materias primas tales como los hidrocarburos y la minería, y la venta de productos manufacturados. Esta disputa está claramente expresada en dos bloque regionales económicos y políticos, por un lado el pro occidental apoyados por los EEUU y la unión europea y los TLC, “la alianza pacífico” con México, Perú, Colombia, Panamá y Chile, y por el otro los del bloque MERCOSUR- Alba, liderados por Brasil, Argentina, Venezuela, Uruguay, Cuba, Bolivia, Ecuador y Nicaragua.
Esta disputa de dos bloque aparentemente antagónicos, pero que en el fondo todos funcionan bajo la lógica del capitalismo. Tiene un peso enorme en las políticas de la región y de una u otra forma condicionan el desarrollo de lucha de clases y las correlaciones de fuerzas en las organizaciones políticas beligerantes.
Un ejemplo de las contradicciones de esto dos bloques que aparenta tener visiones diferentes, unos defendiendo el libre mercado y otros un mercado protegidos y regulado por los estado nacionales. Sin embargo ante los reciente desarrollos de la situación política de la región, se han dado reciente mente reuniones entre los bloques para buscar mecanismo afines de colaboración, lo cual es un reflejo con lo que está pasando con los proceso de Venezuela, Brasil y Argentina.
En otro orden de idea, no se puede sobre estimar la influencia de China en la región ni subestimar la perdida de liderazgo de los Estados Unidos en la misma. Pensar que una potencia ya desplazo a la otra es un error de cálculo estratégico político.
La disputa China, Rusia vs EEUU, UE por la región
Muchos analistas reformistas de la izquierda oportunista de la región y algunos aventureros de la política, han afirmado que la región se está liberando de la hegemonía de los EEUU y que este ha perdido su liderazgo en la región. Esto puede ser considerado verdad si en términos generales vemos como el mapa político del comienzo de este siglo ha cambiado en la región con regímenes más nacionalistas y con una retórica hostil hacia la clase dominante de los EEUU y la UE. Sin embargo en hecho concreto no es así
Es cierto que los EEUU no tiene la mis hegemonía en la región como en el pasado, pero no implica que haya dejado de perder su capacidad de intervención. John Kerry afirmo hace un año el fin de la doctrina Monroe, pero esto no significo que los EEUU renunciara a mantener su hegemonía en la región, sino un reconocimiento de que ya no son solo los únicos que quiere ser dueños del patio trasero, si no que le ha llegado un competencia con la cual deben lidiar.
Los EEUU siguen siendo un factor determinante en la región, en un artículo publicado en el país de España en noviembre del 2013 sobre este tema, firmado por el académico Juan Gabriel Tokatlian, reflejaba cifras y datos significativos.
Según este académico en sus estudios sobre este tema en la región, EEUU han profundizado su intervención en la región pero bajo otros métodos. Por ejemplo ya no está la famosa y nefasta escuela de las américas donde se doctrinaba a los dictadores más sanguinarios que ha sufrido la región, pero se ha mantenido una nueva forma de ayuda militar a través de la llamada guerra contra el terrorismo y el narco tráfico.
Son casi 200mil militares latinos que se han formado o recibidos asistencia técnica militar de los EEUU durante el periodo 2009-2011. Po otra parte si bien ha fracasado en su intento de usar de manera legal 7 base militares en Colombia y la expulsión de la base en Manta en Ecuador, han reactivado la IV flota en el 2008 sobre el caribe que estaba desactivada desde 1950. Y mantenido o establecido base en centro americana. Según otro dato revelador de este artículo, entre 2009 y 2014 se proyecta que la ayuda militar en la región supera los 17mil millones de dólares, la inversión más grande de una nación en una zona extra regional. Por otro lado la CEPAL en el 2012 revelaba que 24% de las inversiones de las transaccionales de EEUU estaban colocadas en la región.
Todo este cuadro nos revela que EEUU está muy lejos de perder su hegemonía en la región. Sin embargo ya no está solo, la presencia de otras potencias como China y Rusia, cambia el juego político. Todos estos factores, deben ser considerados con rigurosidad por los revolucionarios, ya que sin duda tiene un efecto en la correlación de fuerzas y en el movimiento de las luchas de clase que están en desarrollo en la región.
Colombia
Colombia, es un reflejo de las contradicciones en la región, una economía en términos macroeconómicos bajo la lógica del capital en crecimiento los últimos años, con importantes captaciones de inversión extranjera, pero que aun soporta un conflicto armado de más de 50 años que ha cobrado más de 200mil víctimas y desplazados a más de 5 millones de colombianos; y los indicadores sociales sigue siendo negativos en contraste con los indicativos macro económicos.
El 0.4% son dueños del 61% de la tierras, estos son terratenientes, gente vinculada al narcotráfico y al paramilitarismo. Esto deja a las comunidades afro descendientes e indígenas con solo un 2% de las tierras. Este dato ilustra y explica en gran parte la naturaleza del conflicto armado en Colombia, pero también de uno de los movimientos de protestas más importantes de las últimas décadas y que sacudió a la clase dominante colombiana durante el 2013 y parte del 2014, como lo fue la huelga de los pequeños productores campesinos.
En el 2013 la huelga campesina paralizo a 19 ciudades y bloqueo las principales vías 9 de los 32 departamentos del país. Movilizo a más de 300mil personas. El movimiento huelguístico incluso le dio fuerza para que trabajadores de las ciudades y estudiantes se expresara en solidaridad pero también para protestar por su situaciones de precarización laboral, derechos democráticos fundamentales etc.
Simultáneamente al movimiento de los campesinos, hubo otro de igual magnitud. El del sector de los pequeños mineros artesanales que son los que realmente la dan soporte a la industria de la minería en Colombia. Estos dos movimientos provocaron que el presidente Santos cayera hasta en un 70% de rechazo a su gestión.
El movimiento de protesta se movilizo en oposición a los acuerdo de libre comercio que firmo el gobierno colombiano con la Unión Europea y los Estados Unidos, dejando en clara desventaja la producción nacional y a estos pequeños productores, profundizando la condiciones de vida de estos importantes sectores del pueblo pobre y oprimido de Colombia.
Estos movimientos huelguísticos están cambiando la política en Colombia, no es casualidad más allá del desgaste de 50 años de guerra que el gobierno de Santos y la guerrilla de la FARC y el ELN estén buscando una salida política negociada política. Aunque más del 50% de la población es pesimista por los antecedentes de décadas recientes. Sin embargo demuestra que hay una presión desde abajo creciendo, que busca una salida progresista pero que no quiere repetir los errores del pasado. Un reflejo es el fenómeno de la marcha patriótica, un movimiento amplio de fuerzas políticas diversas que intenta a través de su campaña por la paz, conquistar reformas que permitan sacar a Colombia de la enorme desigualdad existente.
Ante este cuadro se desarrolló la elección presidencial del 2014 donde Santos busco la reelección y donde la izquierda logro colocar dos opciones electorales que si bien no lograron pasar a la segunda ronda reflejaron el proceso de acumulación de fuerzas antagónicas al bipartidismo de liberales y conservadores que ha reinado en Colombia desde la época de la colonia.
Santos salió derrotado de la elección en primer vuelta con solo un 25% de apoyo, pero la derrota fue para todo el sistema, ya que la abstención tuvo un record histórico de casi 60% la más alta en 20 años. Afortunadamente para Santos su contrincante más serio fue Zuluaga del partido ultra derechista del ex presidente Uribe. Este, asumió una postura dura y reaccionaria contra el proceso de paz con la guerrilla y con las relaciones con Venezuela, bajo la perspectivas de que tendría éxito con los sectores más derechista de Colombia, pero su táctica fracaso, el temor de la población de recrudecer la guerra y volver a relaciones hostiles con su principal socio comercial, polarizo la elección para la segunda vuelta entre “la Paz y las Guerra”; y por algún momento se ocultó la agenda política que se puso en la calle durante la huelga de campesinos, trabajadores públicos, mineros y estudiantes del 2013.
Incluso la izquierda del Polo Alternativo Democrático, la Marcha Patriótica y el Partido Comunista, se vieron obligados hacer posiciones indirectamente a favor de Santos, esto incluyendo la guerrilla de la FARC, la cuestión se redujo a la “la Paz o a la Guerra”. Contradictoriamente fue igual posición en Venezuela, el gobierno de Maduro siguiendo el legado de Chávez de confrontarse con las elites gobernantes de Colombia, cambio su discurso y aposto por un triunfo de Santos, ya que un triunfo de Zuloaga, pondría en aprietos la situación ya inestable de Venezuela.
Para la izquierda en general fue una situación compleja, si bien Santos sigue siendo un representa de la elites burguesas dominantes en Colombia, estaba claro que un triunfo del Uribismo a través de Zuluaga, podría ser un retroceso al proceso de “Paz”. Para la gran mayoría de la población en Colombia el tema principal es la paz, 50 años de conflictos ha sido mucho desgaste y sufrimiento para el pueblo pobre y explotado de Colombia.
Apoyar las iniciativas más La izquierdas es correcto, pero se debe ser cuidadoso en no colocar ilusiones en ellas así como en el proceso de negociación entre el gobierno de Santos y la guerrilla. Seguir apostando por la construcción de plataformas políticas independiente de la clase trabajadores y el pueblo explotado sigue siendo clave, pero para eses proceso, habrá que superar varias etapas.
En este sentido en la coyuntura electoral Santos Zuluaga, se presentó una disyuntiva ya colocadas en otros escenarios de la región, el mal menor vs la abstención. En el caso Colombiano la abstención era una opción asumir por la izquierda, posicionándonos en las demandas de la población y colocando que las mismas solo será resueltas por nosotros mismo y no por las elites que históricamente han gobernado Colombia por lo menos en los últimos 50 años.
Santos gano la reelección, pero el proceso sigue abierto, está claro que en Colombia la clase dominante ya no tiene control absoluto y que las nuevas generaciones de apoco está saliendo de las derrotas de décadas pasadas, además las políticas de TLC están agudizando las contradicciones sociales y profundizando la desigualdad en Colombia.
Desde una perspectiva marxista dogmática, los movimientos, huelguísticos, de campesinos, mineros, y por la paz en Colombia, no son aun la revolución, ni se presenta homogéneos con un programa marxista acabado, sin embargo subestimar su fuerza y sus condiciones objetivas de luchas serían un error, una orientación sensible y crítica hacia estos sectores de trabajadores, mineros artesanales y pequeños productores y campesinos así como la base estudiantil que se ha sensibilizado por estos movimientos por una justicia social en el país, es fundamental para construir una fuerza alternativa revolucionaria en Colombia, pero será un proceso complejo, donde debemos estar atento para apoyar en sus iniciativas políticas revolucionarias.
Cuba…“rectificar o hundirse”…
Con esa frase inicio Raúl Castro el VI congreso del PCC en abril del 2011, el primer congreso post era sin Fidel en la dirección de la revolución cubana. Este congreso marco el inicio de lo que la burocracia cubana ha llamado la rectificación del modelo socialista. Lo cual ha abierto todo un debate tanto en Cuba en sectores independientes de la izquierda, como a nivel internacional sobre un proceso de restauración capitalista en la isla, después de más de 50 años de revolución y de bloqueo económico por parte del imperialismo de los EEUU.
Desde esa fecha hasta el presente, la burocracia cubana no ha podido implantar con facilidad sus reformas sin que estas no tengan consecuencias irreversibles en las conquistas de la revolución en su época dorada de los años 60 y 70. La casta gobernante cubana se enfrenta al dilema clásico de reforma o revolución con la presión por una lado de la viejas generaciones de preservas el modelo tal cual como lo concibieron en los años 60, y de las nuevas generaciones que exigen una modernización y flexibilización del sistema económico y político.
En esta encrucijada la casta gobernante cubana sabe que el camino para una contrarrevolución de derecha liderada por los exiliados en Miami, ya no es solo un amenaza sino una realidad ya que estos al poseer capital y apoyo de la casta gobernante de EEUU, pueden aprovecharse de las políticas económicas de flexibilización en la isla y así penetrar de manera legal en el sistema y acelerar un proceso de restauración capitalista.
De todo estos fue consciente Raúl Castro cuando en el mismo VI congreso, expreso: “…impulsar una economía mixta, para salvar el sistema socialista manteniendo la conquistas de la revolución…” y luego agrego “….es esta la última etapa de la generación histórica…”. Con esta afirmación deja claro que el régimen cubano está apostando por un cambio gradual del modelo sin que este genere traumas significativos que les arrebate el poder.
Sin embargo, las intenciones de la casta gobernante en Cuba no depende solo de si mismos, en abril de este año, el jefe para américa latina del Banco Mundial Augusto de la Torre, expreso sus impresiones sobre los cambios en la isla. “…todos sabemos, (los latinoamericanos) que Cuba está en un proceso de apertura…” y agrego, “…me parece que el proceso de modernización y actualización de la economía cubana va muy en serio…” estas afirmaciones dicen mucho de lo que está ocurriendo en la isla, pero este mismo funcionario afirmo en la entrevista que le preocupa la situación de Venezuela y el impacto que esta tendría en todo el proceso de apertura de Cuba.
Cuba en la última década y media ha tenido en Venezuela su tabla de salvación, los acuerdos de cooperación y los convenios económicos como la venta abajo costo de hidrocarburos a la isla ha tenido un impacto tremendo y positivo en Cuba. Para dar un ejemplo, en el 2012 entrevistamos a un trabajador independiente cubano que trabaja como taxista en el centro de la Habana, le pedimos que nos digiera la importancia de Chávez y la revolución bolivariana para los cubanos, y este no respondió, que gracias a Chávez y la revolución venezolana, en la Habana y en casi todo Cuba se acabaron los apagones, es decir los corte prolongados y continuos de luz y el racionamiento extremo de la gasolina y el diesel.
Esto indica que si hay un cambio de gobierno o de política en Venezuela, como actualmente está en desarrollo, la isla y la casta gobernante tendría serio problemas y tendría que tomar la decisión de acelerar sus cambios de actualización o estancarse y mantenerse el modelo tal cual como lo venían desarrollando los últimos años.
Esto ha obligado a la burocracia cubana buscar otros aliados en el contexto internacional y se han movido fuertemente hacia los BRICS. Recientemente en la gira de Putin-Rusia y Xi Jinping- China a la región con motivo a la reunión de los BRICS con MERCOSUR y la CELAC, fue aprovechada por el régimen cubano para ofrecer sus bondades y atraer el apoyo de estas dos potencias emergentes al igual con Brasil.
Rusia condeno la deuda que tenía Cuba con este país que data desde la época de la unión soviética por miles de millones de dólares; a China, Rusia y Brasil se les ha dado el privilegio de tomar control de las zonas económicas exclusivas como el recién inaugurado puerto de Mariel, donde rigen leyes especiales que entre otras cosa flexibilizan las relaciones laborales y el libre acceso de inversiones privadas en la isla con tasas preferenciales de impuestos.
En concordancia con estos hechos en junio de este año, un mes ante de la visita de Putin y Xi Jinping, el gobierno cubano aprobó una nueva ley de inversiones extranjera que ofrece facilidades fiscales para que esta pueden desarrollares en la isla.
Pero estas reformas de flexibilización y apertura al mercado internacional capitalista, no puede darse sin resistencia y sin concesiones a los trabajadores y el pueblo cubano en general, así que en paralelo, la burocracia cubana ha cedido en cierto aspecto de los derechos democráticos fundamentales. Se ha dejado la política de criminalización de los homosexuales y las comunidades de la diversidad sexual, se ha permitido el trabajo independiente y la aparición de pequeños negocios privados, como restaurantes, cafés, etc. Se ha flexibilizado el tema de las salidas al exterior sin restricciones. Sin embargo, todas estas reformas tienen limitaciones, la falta de recursos económicos del estado cubano, y que son medidas que siguen siendo controladas por una pesada burocracia ineficiente, limita el alcance progresivo que algunas de reformas obtienen.
Sectores de la izquierda independiente cubana como los compañeros de observatorio crítico y socialismo participativo y democrático y círculos de intelectuales, entre otros, ha expresado preocupación por todas esta políticas de apertura del sistema cubano, afirman que si bien es correcto la necesidad de hacer correcciones, al mismo tiempo temen que sean limitadas y solo terminen beneficiando a una minoría como ha sido el caso del sector turismo donde solo las trasnacionales y sector de la burocracia han sacado los benéficos de estas políticas incidido un proceso peligros de ensanchamiento entre las diferencias socio economías entre la sociedad cubana, es decir la aparición de un clase media conectada la burocracia del estado que facilite una restauración capitalista plena y acabe con las últimas conquistas de la revolución cubana que aun a pesar de las enormes dificultades sigue en pie, como son los modelos de educación y salud.
Al mismo tiempo este muy vigente en la agenda política el tema de los derechos democráticos y de mayor participación, que están polarizados entre los liberales aupados por Miami, y los de izquierda que quieren un democracia revolucionaria plena con participación desde abajo que rompa con la centralización burocrática del PCC.
Cuba está en definitiva en una encrucijada, está claro que los eventos regionales afectaran el desarrollo de su proceso interno, pero una nueva situación se está desarrollando en la isla, la política de apertura del régimen cubano abre muchas contradicciones y amenazas pero también oportunidades. Lentamente están apareciendo con mayor beligerancia movimientos y posiciones políticas por la izquierda en oposición a las políticas de la burocracia. Esto será muy significativo adicionalmente con el tema de los derechos democráticos y el factor generacional entre una generación más pragmática y otra más ortodoxas que definirán el próximo rumbo de la revolución cubana.
Sin duda los revolucionarios debemos estar atento a estos desarrollos y coordinar acciones de solidaridad y apoyo a iniciativas que por la izquierda nazca en Cuba bajo una perspectivas de corregir los errores pero manteniendo el rumbo de profundizar el socialismo hasta convertirlo en una referencia sana, real para las luchas por venir y en desarrollo en todo el mundo.
Bolivia
Un país con una población de 10.4 millones de habitantes y con una población del 62.2% es decir de 6.2 millones de indígenas, sin duda que le da otra perspectivas en el proceso de lucha de clase. Bolivia entro en el 2005 en el radar de los gobiernos progresistas de izquierda que levantaron de manera confusa las banderas del socialismo del siglo 21 y se enfrentaron en una retórica radical al imperialismo de los EEUU y al capitalismo neoliberal. Desde ese momento Bolivia cambio, no solo por el hecho de elegir su primer presidente indígena, sino porque la clase dominante tradicional ha quedado dislocada en el poder.
Recientemente hubo elecciones en este país andino, y Evo volvió ganar con una impresionante mayoría; en términos generales desde el 2005 gobierna con casi un 60% de apoyo popular. Sin duda este apoyo no ha sido solo por su afinidad y origen indígena, sino por sus políticas que aunque reformista han tenido un impacto significativo en la población.
Desde la nacionalización de los hidrocarburos en el 2006, a pesar de ser limitada y no contar con un control democrático de los trabajadores y el pueblo organizado, el gobierno de Evo y su partido el MAS han logrado obtener un mayor control de la renta ayudados también por el boom del consumo de materias primas por parte de las potencias emergentes como Brasil y China. Para dar una idea de 300 millones de dólares anuales que obtenía el estado boliviano por la exportación de sus hidrocarburos fundamentalmente el Gas, las proyecciones para este 2014 son de 6 mil millones de dólares.
Este caudal enorme de dinero le ha permitido al gobierno boliviano desarrollar su política reformista de economía mixta con participación de capital privado con concesiones fiscales y de flexibilización laboral, con la aplicación simultánea, de programas sociales de asistencia que han dado cierto éxito en una época de boom económico.
La tasa de crecimiento de Bolivia es hoy una de la más alta de región, en una época de desaceleración y depresión económica de algunas económicas importantes como la de Venezuela, Argentina y Brasil. El gobierno de Evo ha logrado bajar la pobreza en estos casi 10 años en casi un 18%. Al pasar de 38% a 20% en el 2013. Mantiene una balanza de pago entre exportación e importación favorable, una tasa de desempleo muy baja y un incremento considerable en su PIB per cápita.
Todo estos elementos, han creado ilusiones en la población y lo demostró el recién triunfo donde Evo y el MAS, ganan por tercera vez una elección donde se juegan la presidencia. Antes en el 2005-54%, luego en el referéndum 2009-64% y ahora en la elección de octubre de este año con 60%. Sin embargo el proceso boliviano guarda una estrecha relación y similitud a pesar de sus particularidades y diferencias con el proceso venezolano, y es aquí donde entra en juego las perspectivas y el desarrollo de las estrategias políticas para la izquierda revolucionaria en el próximo periodo.
Al igual que Chávez en Venezuela, Evo ha soportado su popularidad en una mayor intervención del estado en la economía sobre todo en la distribución de la renta de los hidrocarburos, en Bolivia por ejemplo el gas representa el 54% de las exportaciones totales, cifras del 2013. Pero el modelo reformista de Evo como el de Chávez ahora conducido por Maduro tiene enormes debilidades y limitaciones. Por un lado la dependencia de la exportación de materia prima sometido a los precios que dicta el mercado global dominado por las grandes potencias. Ya hoy vemos como el petróleo principal producto de la economía venezolana ha empezado a bajar y puesto en complicaciones la economía venezolana y en retroceso la reformas sociales.
La caída y manipulación de los precios de las materias primas, se le debe agregar la dependencia de estos países al crecimiento de sus principales socios comerciales, China, Brasil, Rusia, que están empezando a tener problemas en su economía. Todo esto se combina en un coctel explosivo que dejara al desnudo el modelo del MAS en Bolivia como ha sucedido en Venezuela.
Pero el proceso en Bolivia también tiene particularidades muy propias y que colocan en otras perspectivas su desarrollo. Por ejemplo el MAS el partido de gobierno liderado por Evo, ha estado haciendo pactos políticos con sectores de la derecha y ultra derecha Boliviana, que ha sido denunciado por la izquierda revolucionaria, por ejemplo los compañeros de ASR-CIT Bolivia, la incorporación de importantes dirigentes reaccionarios y de la derecha en las estructuras y espacios de gobierno del MAS.
Quizás por esta razón por primera vez Evo tiene un resultado electoral importante en Santa Cruz, principal bastión de la derecha opositora a Evo desde sus inicios. Estas contradicción sumada a las económicas coloca una situación radicalmente opuesta al fenómeno del chavismo, que si bien este también viene haciendo concesiones a un sector de la burguesía, no ha pactado de manera tan profunda en el aspecto políticos como lo está haciendo el MAS. Mientras el chavismo siguen siendo asediado por un sector de la ultra derecha venezolana, en el caso de Bolivia, parece que más bien un sector ha decido pactar e incorporarse al gobierno del MAS.
Sin embargo con estas contradicciones, no será fácil el camino por la construcción de una alternativa de izquierda en Bolivia, ni capitalizar las contradicciones del MAS, ya que ante la crisis de referentes históricos y el pasado reaccionario de la derecha neoliberal reciente, deja un peso enorme en la conciencia de los trabajadores y el pueblo que sin decirlo en términos exacto, asumen estos regímenes como el mal menor.
Por ejemplo recientemente en un periódico venezolano donde se hizo todo un trabajo periodístico de cobertura a las elecciones en Bolivia, había entrevistas que le hicieron a la gente de las calles bolivianas; y sus testimonios fueron muy elocuentes. “…yo voto y apoyo a Evo, porque no queremos los gobiernos del pasado con esos candidatos de la derecha…” por otra parte Evo en su primer discurso después del triunfo electoral, dijo que su triunfo era para los pueblos que luchan contra el capitalismo y el imperialismo…” todo estos son elementos muy serios a considera y que no basta tener un análisis dogmático de la situación.
Sin duda en Bolivia el proceso está abierto, pero la tendencia de derechización o de social-democratización del MAS está en pleno desarrollo, su desenlace no dependerá solo de las fuerzas políticas beligerantes en Bolivia sino de cómo se desarrollen los procesos en la región, la situación de Brasil, Argentina y Venezuela es clave en este perspectivas.
Los compañeros de ASR-CIT en Bolivia, viendo desarrollando una política orientada a desnudar las debilidades del MAS y de Evo, enfatizando la necesidad de una organización independiente de los trabajadores y sectores en lucha. Las contradicciones del modelo reformista del MAS, pronto entrara en crisis y el enfrentamiento con su propia base popular estará a la vuelta de la esquina, incluso ya en estos últimos años el MAS ha tenido que enfrentarlas y asumir posiciones de represión igual como lo hicieron los gobiernos de la derecha.
Sin embargo la crisis de dirección revolucionaria, la capitulación de la dirección actual de la COB principal central de los trabadores en Bolivia y lo vicios sectarios y oportunista del PT naciente partido de izquierda que intento capitalizar el descontento de amplios sectores de trabajadores en el MAS y Evo. Postura que han sido denunciadas y atacadas por los compañeros del CIT en Bolivia; han permitido que aún no sea posible cambia la correlación de fuerza, pero la situación está por cambiar.
Pero en todo estos contextos, una política revolucionaria en el país no tendría éxito si no tiene una política sensible hacia las bases populares que hoy apoya a Evo y el MAS, esto no significa tener un política de apoyo al gobierno de Evo pero tampoco una oposición sectaria en blanco y negro hacia su gobierno. Las lecciones en Venezuela son muy valiosas para este periodo que se viene en las luchas por venir en este país andino.
México y Centro América
Si hay una región en guerra y en una situación explosiva impredecible es México y centro américa, esta región ha sido afectada como ningún otra en la región por las políticas intervencionista imperialista de los EEUU, con su política de la última década de guerra a la drogas.
La región se ha convertido en un polvorín de enfrentamientos y escalada de violencia que hace insoportable la vida de los trabajadores y el pueblo pobre y oprimido. El triángulo del norte como lo caracteriza los EEUU, conformado por Guatemala, Salvador, Honduras y México, esta convertido a en una de las regiones más violentas y desiguales del planeta.
Las tasa de homicidios son de 50 por cada 100mil habitantes, el feminicidio, el asesinato de mujeres ha llegado a cifras de escándalos en estos países. El trabajo sindical de activismo político, se ha convertido en una profesión de alto riesgo, son miles los dirigentes sindicales y campesinos asesinados en estos países en la última década.
La cuestión de la reforma agraria, el tema de la distribución más equitativa de la renta y los derechos humanos, se han convertido en los principales temas políticos de la región. La situación en algunos casos es de desesperos y lo muestra el tema de las migraciones de niños y adolescentes sin sus padres hacia los EEUU en búsqueda de un “futuro”.
En lo que va del 2014 más de 50 mil niños y jóvenes han intentado cruzar la frontera de México con EEUU, esto ha obligado al gobierno e Obama a buscar políticas con el tema de la migración latina, y se ha convertido un asunto de estado estratégico para la clase dominante de EEUU.
Es una situación, que refleja las profundidades de la crisis del capitalismo que no da solución a los problemas más sentido de la humanidad. En Centro América los padres de estos niños y jóvenes migrantes pagas entre 5 mil y 10 mil dólares a mafias del tráfico y trata de personas, para que les ayude a llevar a sus hijos a salvo a EEUU y la posibilidad de buscar una mejor vida.
Sin embargo las cifras son dramáticas, solo el 15% de los que migran logran algún tipo de asilo o asistencia el resto, muere en el intento o son recluidos en “albergues” en los EEUU hasta ser repatriados a sus países de origen. Esta dramática situación hizo que John Kerry realizaran una gira por estos países buscando llegar acuerdos con sus gobiernos para evitar que continúe este éxodo.
Pero en contraste con esta tragedia social, siguen la políticas expoliadoras del gran capital y del imperialismo en la región, casi todos estos país han suscrito TLC con los EEUU lo cual ha profundizado las contradicciones sociales y estimulado las movilizaciones de lucha por la izquierda, sobre todo del sector campesino, este año hubo grandes movilizaciones de este sector y del sector comercio en Panamá, Guatemala y Honduras, lo cual demuestra, que a pesar de un escenario tan adverso en las condiciones objetivas no dan otra salida que la lucha. Pero es una lucha que tiene elementos de violencia armada ya que en la región hay fuerte presencia paramilitar que es utilizada indirectamente por la clase dominante para aniquilar cualquier intento “subversivo” de los trabajadores, campesino y pueblo en general.
Un último ejemplo de esto lo pudimos ver en la autodefensa de Michoacán en México, donde la población civil se vio obligada a organizares para auto defenderse y enfrentarse a los carteles del narcotráfico y los paramilitares al fracaso e incapacidad de las políticas de seguridad del estado mexicano.
En la región existen expresiones importantes de la izquierda revolucionaria, orgánicas que plantea una federación socialista de naciones centroamericanas y defiende un programa socialista revolucionario. Acercamiento con estas organizaciones, independiente de que se tenga algunas diferencias con ellas, son importante para el desarrollo de fuerzas políticas revolucionarias genuinas.
Igual, es importante tener un política hacia las organizaciones de derechos humanos que a diferencias de muchos otros país de la región o del capitalismo desarrollado, son organizaciones de base con importante respaldo social y trabajo militante, algunas de ellas incluso se han convertido en una forma de refugio para la militancia de izquierda ante el panorama hostil de las luchas.
Centro américa no tiene tanto peso económico a excepción de México y algunos países suramericanos, pero su posición geopolítica es clave en la disputa actual por la hegemonía de mercados, es el caso del canal de Panamá donde trafica gran parte del comercio mundial; y donde ahora China intenta construir un nuevo canal transoceánico en Nicaragua, otorgado una concesión a 50 años, renovable a otros 50 años y una plan de inversión de 40mil millones de dólares. Donde China a través de sus empresarios privados, tendrá control absoluto de este canal.
Estos colocan otro elemento a la agenda política como será el tema ecológico, por el impacto medio amiente que tendría un mega proyecto como este que afectaría el segundo lago más importante de américa latina, el Cocibolca, así como el 25% de los bosques húmedos del país.
Todo esto, demuestra que la región no debe ser subestimada por las fuerzas revolucionarias internacionalistas en los años por venir.
México
Este país hoy sintetiza la situación de toda la región, después de la desaparición de 43 estudiantes en el estado de Guerreo, el gobierno de Peña Nieto y del PRI ya no puede seguir intentado separar la situación de estos estudiantes como un hecho aislado. La desaparición macabra de estos 43 estudiantes ha sido la gota que derramo el vaso ante el estado de sitio y violencia que se vive en este país.
Desde el gobierno de Felipe Calderón antecesor de Nieto, se han contabilizado oficialmente más 120mil desaparecidos, sobre todo en los procesos de migración como el que comentábamos en los párrafos anteriores sobre el triángulo del norte. El sexenio de Calderón se contabilizó oficialmente, 102.696 homicidios. Durante la actual gestión se ha reconocido la desaparición de 8mil personas, es decir los 43 estudiantes son la punta del iceberg. Pero estas cifras lamentablemente pueden ser superiores, ya que estudios independientes afirman que en México entre el 2010-2013, entre 92 y 93% de los casos no son investigados o reportados.
El gobierno de Peña Nieto que apenas va a su segundo años de gestión, se había concentrado en las reformas económicas comenzando en una reforma a la constitución que coloca en retroceso la nacionalización de PEMEX en 1938 por parte de Lázaro Cárdenas. Esta reforma implica una apertura de la industria petrolera mexicana hoy bajo el control del estado hacia capitales privados extranjeros. El gobierno la justifica como una necesidad para modernizar PEMEX y para retomar los niveles de producción que han declinado los últimos años por razones de atraso en la tecnología, pero la realidad es que la apertura hacia un proceso mixto de privatización de PEMEX sería la guinda del pastel de las elites capitalista sobre la economía y soberanía de México.
El intento de privatización de PEMEX y la violencia desata en el país, junto al acumulado de años de desigualdades y atropellos sobre la clase trabajadora estaba movilizando los sectores de izquierda en México sin que aún no terminen de madurar en una propuesta coherente que le presente una alternativa a la población.
Los hechos del 26 de septiembre de Iguala en el estado de Guerreo, han marcado un punto de inflexión en el país. Las movilizaciones han venido en crecimiento en los últimos meses; y lo que parecía ser solo un conflicto regional se ha extendido por todo el país. Ya hay movilizaciones nacionales y llamados a una huelga general en toda la nación. Este movimiento de masa está sobrepasando las direcciones tradicionales de los partidos políticos tradicionales de derechas y centro Izquierda, el PRI, PRD el PAN, que no ha logrado tener capacidad para controlar la situación.
La desaparición de los 43 estudiantes ha radicalizado el descontento de la clase trabajadora y el pueblo pobre en México. Las movilizaciones ya han hecho caer al alcalde y gobernador de la región donde hubo la desaparición de los estudiantes y la amenaza de que este efecto llegue al ejecutivo nacional es real.
El gobierno de Nieto, está en un situación crítica, ha habido incluso intentos de sobornos por parte del gobierno para silenciar a los padres de los 43 estudiantes, pero el hecho es que como decíamos antes los 43 estudiantes son la punta del iceberg. La situación en este país es hoy mucho más explosiva que antes, un estallido social de gran magnitud no solo afectaría la región centro americana, si no a los EEUU y al resto de Suramérica que históricamente se ha visto como separada de los procesos mexicanos.
Nuevamente el factor subjetivo de una dirección revolucionaria es clave en los desarrollos actuales de México, es probable que el gobierno logre estabilizar un poco la situación, pero ya el carro empezó andar y será difícil detenerlo. Aunque es cierto que en la historia de lucha de clase de México han existido grandes movilizaciones de masas y situaciones pre revolucionarias y revolucionarias muy claras sin que al final se materialicen. Pero la situación hoy podría ser diferente, la crisis global del capitalismo afecta a las elites gobernantes de los países periféricos al gran capital y les da poco margen de maniobra, así que una situación revolucionaria clara no podríamos descartar en México en un periodo no muy lejano.
Sin embargo aún es prematura sacar conclusiones, lo que queda claro es que la situación está llegando al límite y algo habrá de ocurrir en este importante país. Para los revolucionarios que luchamos por el socialismo revolucionario y contra el capitalismo y la guerra, debemos estar atento y poner mayor atención en los procesos de la región, levantar campañas de solidaridad y lograr contactar y hacer alianzas con sectores de la izquierda revolucionaria en México serán clave para unas perspectivas revolucionarias en los próximos tiempos por venir.
Brasil
Sin duda este país es un termómetro para la región, a pesar de su aparente aislamiento con el resto de los países de américa latina por cuestiones culturales y lingüísticas. Brasil tiene mucho más en común de lo que aparenta, su modelo económico en el fondo tiene la misma base del resto de la economías de la región, alta dependencia de la exportación de materia primas, sometidas al mercado global y una clase política que gobierna bajo la lógica del capitalismo más allá de su matices reformista de izquierdas como es el caso del PT.
Recientemente se dieron elecciones en Brasil y la contienda se polarizo en dos modelos aparentemente diferentes. Por una lado la propuesta Dilma del continuismo de lo que se ha caracterizado como lulismo; modelo similar al del chavismo de combinar un economía mixta de mercado con participación combinada del estado y el capital privado con políticas sociales asistencialista. Y la propuesta de Partido Social Demócrata Brasilero PSDB liderada por Aecio Neves, de libre mercado.
Dilma logro imponerse en una segunda vuelta ajustada con una diferencia de 3 millones de votos que en términos porcentuales fueron 3%. 51% Dilma vs 48% Neves. Por otro lado había un 28% entre abstenciones y votos no válidos. En ciudades como Rio de Janeiro era como 40%. Esto puede ser considerado como un tercer bloque social que pudiera jugar un rol importante en la correlación de fuerza del próximo periodo. El país parece haber quedado entonces dividida en dos entre rojos y azules, “comunistas” y social demócratas, de hecho las primeras palabras de Dilma, fue haciendo referencia a esto. Ella dijo que el país no está dividido y que su gestión a parte del énfasis en lo económico será llamar al dialogo y a tender puentes para una unidad nacional.
Este panorama post elecciones, puede ser el punto de inflexión para el fin de un proceso y el inicio de uno nuevo donde las políticas económicas, estarán marcando la pauta y acentuando las contradicciones sociales. Un giro más a la derecha del PT en Brasil pudiera ser la señal definitiva del empuje para que otros gobiernos similares se vean afectados.
En el caso de Brasil, la derecha tradicional, el PSDB, creció en las últimas elecciones. Fue la primera vez que el Lulismo tenía la posibilidad real de perder desde la victoria de Lula en 2002. La derecha tradicional crece por los límites de la economía, el bajo crecimiento, y la poca margen de maniobra para políticas populistas y ayudas etc, llevando la política económica basada en el crédito y las políticas de ayudas sociales al desgaste. Este crecimiento del PSDB es la responsabilidad del PT que no se diferenció políticamente de esta derecha, aplicando las contra-reformas liberales en vez de reformas populares, atacando los derechos y criminalizando los movimientos sociales.
Pero Esto no significa, que el PT será la alternativa a la crisis del sistema, tampoco que la derecha no podría reconquistar el poder político. La crisis de dirección revolucionaria, la ausencia de una alternativa al PT, capaz de capitalizar el creciente descontento y derrotar a la derecha. No solo facilitaría que los sectores más de derecha en Brasil triunfen, si no que el PT en un juego entre el bueno, el malo y el feo, logre mantenerse por algún tiempo más en el poder.
El panorama para el 2015 para Brasil y para toda la región no es muy favorables, las estimaciones del FMI, BM etc., afirman que el crecimiento será bajo y economías clave como la brasileña apenas si crecerán 1%.
Esto combinado a la crisis global que ya está teniendo repercusiones en China y Rusia y una recuperación de la derecha, que marcaran las luchas en la región pero sobre todo en Brasil. Hay indicaciones de que el gobierno del PT formara alianzas con sectores que diseñaron el programa político del PSDB, dejando claro que no existen diferencias importantes entre los 2 proyectos. Un ejemplo de eso es la indicación de Joaquim Levy como nuevo Ministro de Hacienda. Más allá de eso el agro-negocio y el capital financiero también serán fuertemente representados.
Pero existe un factor que no se expresa en votos y partidos si no en las calles. Las jornadas de protesta durante la pasada copa del mundo dejaron una huella y reflejaron el descontento creciente y desnudaron las contradicciones y limitaciones del modelo del PT. Una estrategia política para capitalizar este descontento será clave para el próximo periodo.
La izquierda brasileña deben hacer un balance en frio de esta última elección, sacar lecciones y buscar puentes comunes que les permitan articular en una fuerza amplia, unitaria capaz de disputarle la dirección al PT y a la social democracia conservadora-neoliberal, que de momento se convierte en la segunda fuerza política del país después del PT.
Los números de la primera vuelta donde por ejemplo PSOL y PSTU por colocar dos ejemplo de la izquierda, sumaron 1.6% de los votos, debe llamar a la reflexión. Psol en la primera vuelta tuvo el 4 lugar con 1,55% con Luciana como opción, pero muy lejos de la tercera más votada Marina Silva con 21,32%.
Pero en el caso de Psol, hay que valorar el hecho de que duplico sus votos en comparación su última elección y en el caso de las elecciones regionales, en algunas ciudades tomo una caudal importante de votos que reflejan la búsqueda por parte del electorado y de la clase trabajadora brasileña de una alternativa. Pero también hay que destacar el carácter sectario del PSTU, este tomo la opción de participar con un candidato propio y no ofreció las bases para un frente de izquierdas más amplio que hubiese permitido que la izquierda brasileña que vas más allá de este partido, avanzara con más fuerza.
Sin duda hay en PSOL un espacio importante para la acción política en perspectivas de construir una alternativa política ante la polarización PT y PSDB. Pero no la única y esto creemos será una las tareas en los próximos procesos. Finalmente la clase trabajadora brasileña que tiene un enorme peso en el país, aun esta por aparecer. Han habido ya expresiones de su poder en movilizaciones recientes por demandas reivindicativas, y seguro estás crecerán en los próximos años ante la profundización de la crisis del modelo. Una política consciente hacia los sectores en lucha de la clase combinando y uniéndoles a la lucha de las favelas, la ciudad, el campo y las juventudes será fundamental en todo este proceso.
Bajo estas perspectivas generales, es en el que los compañeros del LSR-CIT Brasil han estado desarrollando su política. Logrando algunos pasos adelante muy importantes que abren nuevas posibilidades para la izquierda revolucionaria. Todo el trabajo dentro de PSOL ha dotado a los compañeros de LSR con un experiencia valiosa para los proceso por venir. La coyuntura electoral les sirvió para agitar un programa revolucionario y llegar a capas más amplias de trabajadores y el pueblo pobre y explotado del Brasil. Todo este acumulado de fuerzas y experiencias sin duda jugara un rol fundamental para que LSR sea un punto de atracción para los trabajadores y jóvenes en lucha.
Las elecciones en Brasil, principalmente la segunda vuelta probaron, así como en los estados unidos, que el resultado electoral no significo un giro a la derecha. Se trata de un proceso de polarización en la sociedad entre los más progresistas y la derecha organizada. Esta polarización no se refleja necesariamente entre Dilma y el PSDB, ambos representan el mismo proyecto. Polarización iniciada en Junio de 2013, con miles de personas en las calles. El sector más progresista se vio representado en los votos del PSOL, con su candidatura general, que dobló el número de votos en relación con la última elección. Luciana Genro gano 1,6 millones de votos, y PSOL subió de 6 para 12 posiciones parlamentarias. Jean Willys subio de 11 mil votos hasta mas de 140 mil votos. Las dos campanas para governador mas votadas del PSOL eran de Tarcísio en Rio de Janiero y Robério Paulino (Rio Grande do Norte), esta última campana de LSR (CIT). Ambos ganaron mas de 8% de los votos. Paulo Eduardo Gomes subio de 8 mil votos hasta 23 mil votos. Estas candidaturas eran claramente socialistas, y se diferenciaron del PT, del PSDB y la dirección mayoritaria del PSOL.
Brasil, será entonces un referente en la región, sus movimientos próximos tendrá peso en los demás procesos políticos de américa latina, pero como lo hemos estado enfatizando también dependeré del movimiento de lucha de clase a escala global.
Venezuela
La revolución bolivariana atraviesa una etapa de estancamiento después del punto de inflexión que significo la muerte de Chávez, que abrió todo una nueva época post Chávez donde las contradicciones del modelo de socialismo del siglo 21 quedaron al desnudo. La derecha que no ha abandonado la vía reaccionaria para reconquistar el poder político del Estado, una vez más volvió a intentar buscar atajos por la vía de la violencia una vez frustrado su opción de derrotar por la vía electoral al chavismo primero con Chávez en el 2012 y luego con Maduro 2013.
El movimiento de derechas llamado “la salida” liderado por el sector más radical de la alianza MUD liderados por los partidos derechista Voluntad Popular, cuyo principal dirigente es Leopoldo López hoy en prisión, Alianza Bravo Pueblo que dirige el Alcalde Metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, y la Diputada “Independiente” con conexiones con el sector más reaccionario de las elites políticas de los EEUU, María Corina Machado; a comienzo de este año estimularon un movimiento de masas basando en jóvenes de clase media que genero un estado de violencia con elementos de una posible guerra civil.
Un ejemplo, fue el estado Táchira fronterizo con Colombia quedo prácticamente sitiado por casi un mes, bajo el control de los estudiantes de derechas con el apoyo abierto del paramilitarismo estimulado por las elites de derechas más reaccionarias de Colombia y sin duda con el apoyo del departamento de estado de los EEUU. Las movilizaciones no lograron alcanzar los sectores populares bastiones del chavismo, pero logro desgastar al gobierno y obligarlos a sentare en una mesa de diálogo con empresarios y partidos de derechas.
Las mesas de dialogo, fueron colocadas por el gobierno de Maduro como una fórmula de buscar una pacto de coexistencia pacífica entre sectores democráticos de la oposición de derechas y empresarios nacionalista que quieran invertir y ayudar a desarrollar el país.
Esta estrategia de la mesa de diálogos fueron usadas tanto el sector gobierno como oposición, con el balance de más de 5 meses de confrontación en las calles que dejo una saldo oficial de más de 45 muertes y más de 2mil detenidos, para depurara y desmovilizar a sus sectores radicales. En esta estrategia política se han profundizado las divisiones tanto en el gobierno como en la oposición. Lo cual de momento ha paralizado las mesas de diálogos.
La MUD ha entrado en una crisis de dirección y divisiones entre los radicales que quiere buscar la salida rápida del gobierno incluso estimulando descontentos en el ejército para forzar un golpe de estado o la renuncia de Maduro. Y el sector moderado que quiere mantenerse bajo el juego democrático y constitucional confiando que ganando la mayoría en las elecciones parlamentarias del 2015 podría acelerar la caída del chavismo. Para ello han desarrollado una estrategia de saboteo a la economía promoviendo la especulación, la escasez de alimentos básicos y el contrabando para genera descontentos en las bases criticas del chavismo y capitalizarlas por la vía electoral.
Del lado del gobierno el panorama es similar, hay una crisis de dirección tras el enorme vacío que ha dejado Chávez, existen 2 grandes bloques que están hoy bajo la dirección del chavismo, los militares que no son socialista aunque lo usen en la retórica y el sector civil que viene de una izquierda de los años 80, 90 influencia por la tendencias reformista post caída del muro de Berlín. Estos dos sectores tiene un enemigo común que no es la derecha moderada, o democrática sino los radicales de ambos bandos que quiere profundizar la confrontación.
En el lado del chavismo, los radicales son los sectores de izquierda críticos que denuncia el pacto con un sector de la burguesía y que demanda acciones más concreta contra la derecha y los capitalistas. El gobierno los ha criminalizados políticamente, descalificándolos como izquierda trasnochada, dogmáticos, infiltrados, entristas trotskistas, etc. en este sector de la izquierda existe grupos dentro de las bases del PSUV-Chavismo, y otros independientes que lucha a la periferia del PSUV o en oposición a este. Dentro de este sector independiente se ubica el SR-CIT.
Este cuadro general de confrontaciones políticas ha marcado todo este periodo, pero se profundizará en los próximos años por la cuestión económica que será clave para el futuro del chavismo. Los precios del petróleo han empezado descender y sin aun amenazar un colapso como lo vaticinan algunos comentarista de la derecha, colocaran sin duda en apuro a un gobierno que no logra resolver las grandes distorsiones de una economía especulativa y parásita, donde contradictoriamente esta estimulada por el gobierno quien posee el control de la divisas con las cuales se generan las importaciones en el país, además del petróleo que es el motor principal de la economía venezolana.
El gobierno insiste en aplicar medidas absurdas de controles con una burocracia que ha demostrado ser ineficaz, corrupta y contrarrevolucionaria. Las iniciativas de trabajadores y comunidades organizadas por ejercer control desde abajo, tomar empresas que han sido cerradas fraudulentamente por sus patrones y asumir la distribución de alimento, son aisladas o militarizadas por el gobierno terminado en fracaso y frustración para los trabajadores.
Por otra parte el gobierno que ha caracterizado la situación economía del país como una “guerra económica” de la burguesía contra la revolución, contradictoriamente en paralelo a dado concesiones a sectores de la derecha capitalista que puedan trabajar como aliados con el gobierno, pero sin ningún resultado positivo para los trabajadores. En el último periodo se han incremento los despidos y violaciones básicas a los derechos laborales como resultado de las concesiones que el gobierno ha dado a los empresarios.
La clase trabajadora están en una crisis de dirección política-sindical crónica, no hay una central fuerte representativa independiente y las luchas que se dan son aisladas. Hay un creciente desgaste y desmoralización en algunos sectores sobre todo en el sector públicos, lo cual es grave porque esto facilitaría aún más la contrarrevolución que ya no se expresa solo en los partidos de la derecha sin no en la burocracia corrupta e ineficaz.
Elementos de criminalización de las luchas, violaciones a los derechos democráticos de organización de sindicatos y discusiones de los contratos colectivos, se están convirtiendo en una política de estado. Al mismo tiempo el tema de la distorsión cambiaria con hasta 4 tipo de cambio por dólar, esta generan una alza inflacionaria que ya sobrepasa el 60% la más alta de América latina y una de las más alta del mundo. Esto está mermando el poder adquisitivo de los trabajadores.
El modelo del chavismo ha llegado al límite ya no presenta otras alternativas que no sea las ya desgastadas misiones, el aparato burocrático tiene tanto poder que toda iniciativa del ejecutivo por más progresista que se presente, termina teniendo efecto adversos. Los problemas de salud, educación, seguridad se está acrecentando, la situación social se asemeja a la crisis de los años 90, en mucha conciencias de los trabajadores están el fantasma del caracazo de 1989 que marco la historiar política de este país.
Para la izquierda revolucionaria el panorama es duro y complejo, no hay una situación abierta de guerra civil o de intervención militar imperialista como Ucrania, Siria, el Kurdistán, etc. pero hay una guerra de baja intensidad que de apoco está matando psicológicamente a la población. Las largas colas para compra alimentos e incluso artículos básicos de aseo personal, la escalada de violencia que ya no solo se limita al homicidio si no a la tortura y el descuartizamiento de las víctimas, el desgate de 15 años de ofrecer una nuevo sistema una nueva sociedad que no termina de llegar, están impactando negativamente en la conciencia de las masas.
Todos estos elementos, sumados la fragmentación y atomización de los grupos revolucionarios, y a la confusión creciente en sectores críticos del chavismos que no logran diferenciar el socialismo con políticas populistas y la necesidad de un fuerza independiente de clase. Afectan el trabajo de construcción revolucionaria militante.
El escenario no está aún muerto, pero sin duda está cada vez más complejo y difícil. Tanto gobierno como la oposición han apostado por la polarización y existe ya de facto una especie de bipartidismo entre PSUV y MUD. Sin embargo en ambos sectores no existen liderazgo capaz de convencer la mayoría por ello el panorama aún es incierto.
En este momento todas las fuerzas sociales y políticas se están reorganizando para el 2015 sobre todo para la contienda electoral para el nuevo parlamento, el resultado de esa elección decidirá mucho sobre el futuro de la revolución bolivariana. Los sectores revolucionarios, como el SR CIT, las tareas seguirán siendo intervenir en las luchas defendiendo un programa socialista genuino y denunciando las limitaciones del gobierno y su falso socialismo, así como a la hipocresía de la derecha. Pero al mismo tiempo estar preparados para un posible para un proceso de derrota, de reflujo, que quizás no sea tan traumático como en otros procesos históricos similares, como Nicaragua en los 90 o Chile en el 73, pero sin duda una derrota que afectara el proceso de reorganización de la izquierda para un periodo de luchas que está por venir.
Por ello será clave estar atento a lo movimientos de posible rupturas en el seno de PSUV y del chavismo en general, es posible que en un próximo periodo nuevas formaciones de izquierda aparezcan e intenten levantar como consigna principal el legado progresista de Chávez, que sin duda seguirá un referente en este país. Pero sobre este último elemento, no se puede sobre estimar, Chávez, sin duda dejo un peso importante en la conciencia de los trabajadores y el pueblo pobre, pero esto puede cambiar significativamente según los avances que tenga la propia clase en su avance revolucionario.
Ya este año hubo intento de rupturas dentro de las base del chavismo y de conformación de nuevas orgánicas que responda a la actual crisis. La experiencia del CPR, donde SR CIT jugó un rol central, dejo esas lecciones y referencias. Sin embargo el proceso será muy lento en comparación ritmo violento de la dinámica de los cambios y acontecimientos que están en desarrollo; por ello una perspectivas realista en el corto plazo, es un estancamiento o derechización del chavismo o una gobierno de unidad nacional con factores de la derecha “democrática”.
Por ejemplo, actualmente como parte de los resultados de las mesas de diálogos post jornadas de febrero y mayo, se ha iniciado el proceso de negociación en el PSUV y partidos de la MUD, para elegir los nuevos miembros del poder judicial y electoral. TSJ y CNE. Lo cual consolidara por lo menos en lo inmediato la polarización en PSUV y MUD.
Pero sacar una conclusión determinista de que está perdida las perspectivas de una revolución sería un error, las contradicciones seguirán a flor de piel y no habrá políticas reformistas o de derechas que pueda resolverla. La salida a la crisis venezolana será sin duda el camino de la revolución socialista, democrática triunfante.
El sur
Argentina, Uruguay, Chile Paraguay, están en situaciones socio políticas similares a las analizadas en los países anteriormente mencionados. Aunque en cada uno hay particularidades que marcan diferencias.
En Uruguay continua la relativa estabilidad política bajo el Frente Amplio que va a su tercer gobierno con la posible elección por segunda oportunidad de Tabaré Vásquez que inicio los gobiernos de esta coalición de izquierdas ante de la llegad del hoy presidente Pepe Mujica.
Uruguay ha tenido una política muy pragmática, se ha presentado como un aliado y socio del bloque Mercosur-Alba, etc, y al mismo tiempo realiza negociaciones con el bloque de la alianza pacífico y suscrito tratados comerciales con la UE y el gobierno actual de Israel. De igual forma se su economía se ha aprovechado de la importaciones de alimentos y carnes que necesita hoy Venezuela ante la situación económica interna por la cual está pasando.
Pero este país, no está inmune a los proceso de Brasil, Venezuela Argentina y de la crisis internacional, y al igual que Bolivia su relativa estabilidad es muy posible que se vea afectada para el próximo ciclo de luchas de la región.
Paraguay sigue aun con las secuelas del golpe de estado de hace 2 años, una situación similar a la de Hondura. En ambos países hay una situación grave de persecución a los sectores de la izquierda, asesinatos y represión violenta, que han sido noticias durante este último periodo.
Este país que sigue siendo uno de los más pobres de la región y la izquierda ha sido duramente golpeada por regímenes militares dictatoriales y gobiernos de derechas, el retorno del Partido Colorado después de que había sido sacado del poder tras 70 años de hegemonía por la coalición, PLRA, Partido Liberal Radical Auténtico y la Alianza Patriótica para el Cambio que en el 2008 que gano la elecciones presidenciales con Fernando Lugo como candidato, marco un retroceso en el avance del país. Pero la situación dejo varias lecciones para la izquierda revolucionaria. 1. No hay solución ni garantías de que con gobiernos progresistas y reformistas sacaran de la crisis a nuestros países y 2. Que los EEUU no estarán dispuestos a perder su hegemonía en la región ni permitirá que una expansión de gobierno de corte “socialista” o de izquierda se convierta en una tendencia irreversible que afecte sus intereses geopolíticos.
Tiempo duros vive hoy la izquierda paraguaya. Los movimientos de resistencia de este país deben ser apoyados por las izquierdas revolucionarias internacionalistas, para lograr reorganizarlas, sacar las lecciones reciente y recuperar el terreno perdió y seguir avanzando. Una facto clave en esta perspectiva para este país, es sin duda el desarrollo de los proceso de los país claves en la región como ya se ha enfatizado.
Chile
Chile, viene dando cambios significativos desde hace unos 6 años, la sociedad chilena, los trabajadores han empezado a verles las costuras a la ilusión del modelo neoliberal, que ha ensanchado las diferencias entre ricos y pobres, siendo hoy Chile uno de las naciones más desiguales del mundo.
Esta situación de profunda desigualdad combinada a que la economía chile está muy conectada al ritmo de la economía mundial, la cual está en crisis, está movilizando a trabajadores y la sociedad civil en general, al ver que sus ingresos no les permiten tener acceso a una vida de calidad.
La privatización de la economía y los servicios básicos en Chile, pone a los trabajadores en una situación caótica ante un colapso de la crisis internacional por lo que los pondrá en la calle a luchar por sus reivindicaciones más elementales.
Es así como se ha desarrollado tanto el último gobierno de derechas en Chile como el actual gobierno del partido socialista liderado por la presidente Bachelet. La inestabilidad política de estos gobiernos ante la demandas de ampliar los derechos democráticos. En chile aún sigue vigente la constitución de la dictadura militar de Pinochet; y de la de una distribución más equitativa de las riquezas del país. Han colocado en la agenda política la necesidad de construir nuevos referentes y de recuperar la movilización y la organización popular como estrategias de lucha.
SR-CIT Chile, no solo venia previendo la actual situación del país, sino que aun con sus pequeñas fuerzas han hecho un trabajo de construcción militante importantísimo de cara a la construcción de una alternativa diferente, revolucionaria con independencia de clase. Por ello después de décadas de un reflujo histórico producto de la trágica derrota del golpe del 73, las demanda por un partido de los trabajadores y de unir las luchas de los estudiantes con los trabajadores del cobre, los mapuches y otros sectores en lucha, están cada día ganando espacio.
Chile está empezando a cambiar quizás no al mismo ritmo que otras naciones pero no estará aislada de los procesos regionales. Al igual que el resto el factor subjetivo y como se desarrollan las luchas a escala global marcaran sus perspectivas.
Ya existe una agenda política alternativa en la calle que demanda Constituyente, nacionalización del cobre, gratuidad de los servicios básicos como educación y salud, soberanía y control sobre los fondo de pensiones, reforma agraria y reconocimiento a los derechos de la nación mapuche, son elementos programáticos que no son ya de pequeños grupos de la izquierda como en décadas pasadas de resistencia que les tocó vivir los compañeros del SR CIT Chile, si no que ya son parte de un programa político amplio que es defendido por muchos sectores de la sociedad chilena que hoy claman por un cambio. Este elemento será central para los próximos periodos de lucha de clase en Chile.
Argentina
Este país clave en la región es tan complejo en su situación política como todos los anteriores, ha gozado de un crecimiento económico gracias a las ventajas de una situación favorable en el mercado mundial producto del incremento en los precios de las materias primas. Esta situación le permitió al kirchnerismo ganar un colchón suficiente para llevar adelante algunas reformas y una mejor distribución de la riqueza, a pesar de mantener intacto los negocios de los capitalistas que han obtenido fabulosas ganancias en todo el periodo. Pero esta situación se ha acabado..
El cuadro general de Argentina hoy no escapa a los efectos de la crisis en la región. La pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores en esta última etapa producto de una fuerte escalada inflacionaria, ha generado la bronca de importantes sectores de la clase trabajadora que han presionado a la burocracia para salir a luchar por mejores condiciones. Esta situación provocó una ruptura el año pasado entre la CGT y el gobierno (aliados desde el inicio del proceso), abriendo un clima de inestabilidad política para el gobierno. Esta crisis generó algunas escisiones dentro del oficialismo, y al mismo tiempo se fortaleció un sector del peronismo más conservador (Frente Renovador de Massa) que logró un gran resultado electoral y se posicionó como serio favorito para las elecciones del próximo año. Si bien no pertenece al arco de la derecha tradicional representan una opción más a la derecha que la del kirchnerismo
Argentina, con el Kirchnerismo, tuvo su periodo de estabilidad economía y política como otros países de la región, pero una vez agudizada la crisis internacional y entrado en la limitaciones de su propuesta política, sumada de que aún sigue sufriendo la secuelas de los gobiernos neoliberales que dejaron al país practicante hipotecado y sometido a los mercados financieros internacionales con el tema de la deuda externa. El gobierno a pesar de la retórica fuerte contra los llamados “Fondos Buitres” ha mantenido una política de “pagador cereal” de la deuda a los especuladores internacionales. El desangramiento de la economía argentina por el pago de la deuda, sumado al crecimiento económico de los grupos de poder es un duro golpe para los trabajadores que en una década de crecimiento no han mejorado sustancialmente sus vidas y condiciones laborales. Situación que de conjunto pone sobre la mesa una crisis política que vuelve a colocar en el ambiente los fantasmas de la crisis del 2001.
Aun el panorama no se vislumbra muy claro en este país, la falta de liderazgo en el seno del kirchnerismo luego de la muerte de Néstor y la imposibilidad de una reelección de Cristina ha dejado una purga interna dentro del oficialismo. Las figuras que aparecen como sucesores muestran un estilo más conservador y un pasado más de confrontación que de unidad..
Pero el FIT, que ha levantado simpatías e ilusiones en sectores importante del activismo de izquierda, tiene un reto por delante, el de trascender más allá de un alianza electoral y echar raíces profundas y fuertes en el amplio movimiento de los trabajadores argentinos. Ya ha tenido una crisis recién después de su impresionante resultado electoral, como parte de las pugnas internas entre sus liderazgos de las 3 organizaciones que principalmente lo conforma, el PO, PST y IS. Esa crisis es una señal negativa y una confirmación de la necesidad de trascender para que el FIT y se convierta en un instrumento político de clase trabajadora y el pueblo explotado en Argentina.
El próximo año habrá elecciones y hay varias posibilidades de que el kirchnerismo pierda, o por lo menos quede un gobierno muy debilitado con un congreso Nacional dividido por distintas fuerzas políticas. (Emulando el proceso brasilero) Esta situación abre grandes posibilidades y desafíos en Argentina, y desde el CIT debemos hacer todos los esfuerzos por seguir de cerca su desarrollo y tratar de sentar nuestras bases en el país..
Perspectivas
Como hemos intentado ilustrar de manera general, hay un panorama complejo y convulsionado en la región, países que siguen estables pero que están pronto a entrar en situaciones de inestabilidad y de mayores conflictos como Bolivia y Chile, países que están sufriendo proceso de estancamiento y derechización como Venezuela , Argentina y Brasil. Y países que parece están entrando en una época de inestabilidad con un futuro incierto como México, Colombia y Centro América.
A simple vista pareciera que un proceso de social democratización en la región se está dando lugar con un fenómeno polarizado entre un sector liberal y otro más conservador, dejando al margen a la izquierda revolucionaria, pero esto es una imagen falsa de la región, los movimiento subterráneos productos de las profundas contradicciones sociales y políticas de la región hacen que cualquier análisis quede ridiculizado, lo vemos con los eventos en México y con los que fue el proceso de finales de los 90 en Venezuela.
La izquierda revolucionaria en el la región no solo tiene el reto de reorganizarse y lograr formar plataformas amplias que ofrezca un alternativa a las actuales situaciones. Al mismo tiempo debe hacer grandes esfuerzo para no equivocarse de rumbo y caer en la trampa social-democratizante y del electoralismo democrático burgués. La combinación de las demandas democrático burguesas con las tareas revolucionaria socialista son hoy más que nunca una clave en todo el proceso, pero el factor dirección y organización es la gran debilidad, los intentos recién de PSOL en Brasil, FIT en Argentina, PT en Bolivia, la Marcha Patriótica en Colombia nos da algunas luces de lo que se puede hacer y no hacer. Hay lecciones importantes que hay que sacar de estas experiencias de organización política de la clase trabajadora. En ellas y en las que están por desarrollarse hay mucho de lo que podrá ser o no ser en las próximas luchas por venir.
2015 será un año donde la economía será el tema fundamental para casi todo los países de la región, esto pondrá en agenda el tema de la nacionalización de los recursos estratégicos, el tema de la distribución de la riquezas, los derechos laborales y democráticos fundamentales, la cuestión de los derechos a servicios básico de salud y educación, la cuestión de la tierra y la soberanía, son cuestiones que marcarán las luchas y que los revolucionarios debemos estar preparado lo más posible para poder intervenir y ayudar al movimiento avanzar hacia la izquierda, hacia la posibilidad de un revolución socialista genuina.
CIT América Latina
En el contexto de todo este análisis general, tanto las fuerza en desarrollo del CIT en Brasil Chile, Bolivia y Venezuela, como en toda la región, habrá muchas dificultades pero también oportunidades.
Las intervenciones recientes de las secciones del CIT con las experiencias del PT en Bolivia, la propuesta de un PT en Chile, la rica experiencia venezolana y del LSR en Brasil con Psol. Son elementos objetivos concretos de las potencialidades de hacer, de construir a pesar de las dificultades.
Sin embargo no son ni han sido suficientes. El cuadro político de la región está empezando cambiar nuevamente, y posibles escenarios pre revolucionarios o de derrotas como la del proceso venezolano, están en los presupuestos de perspectivas, ante todo estos escenarios estamos obligados a prepararnos para dar una respuesta política.
Los próximos años será un reto para el CIT en su contexto global y en su contexto nacional de las secciones locales. Tiempos aún más complejos están pronto a desarrollarse y los riesgos así como las oportunidades están a la vuelta de la esquina.
El CIT tiene una trayectoria histórica de 40 años de luchas, donde ha logrado tener presencia en todo el planeta y tener éxito con pequeñas fuerzas, marcar diferencias y ser punto de referencia. Toda esa herencia es una confirmación objetiva de lo que esta organización tiene la capacidad de hacer. Por ello una revisión autocritica profunda del trabajo de construcción para América latina debe realizares y buscar, bajo la realidad de la objetividades que nos imponen el sistema capitalista contra el cual luchamos, la formas, métodos que nos permitan seguir avanzando y ser más eficaces y eficientes en el que hacer de la política.
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