EDUCACION, CLASES SOCIALES Y DOMINACION

EDUCACION, CLASES SOCIALES Y DOMINACION

LUIS DIAZ BORQUEZ

Me sorprende la ingenuidad con que se aprecia la embestida contra la educación pública como si dicho empeño no fuera más que una legítima otra opción a elegir, como si no estuviera detrás de dicho proyecto uno de los esfuerzos más importantes destinados claramente a instrumentalizar aún más la educación para servir a la reproducción del sistema capitalista y su secuela inevitable: la reproducción de las relaciones económicas de explotación y consecuencialmente la mantención de las desigualdades extremas que son inevitables bajo este sistema. Reproducción de relaciones de explotación tanto en cada sociedad-país como a nivel global, en el caso de Chile como país dependiente y subordinado que vive con la ilusa idea de ser “independiente”.

Resulta evidente que el abandono del marxismo como método de interpretación de la realidad lleva a que las protestas y el creciente descontento social, si bien son una clara expresión del conflicto de clases en la sociedad, aparezcan como un camino con incierta salida. Sin embargo resulta evidente que las masas de estudiantes y sus familias hastiadas del “modelito” chileno, perciban intuitivamente que sus intereses son opuestos a los de los que quieren poseerlo todo. Es hora de pasar de la intuición o el instinto de clase a la conciencia de clase.

Debemos inevitablemente reivindicar la interpretación marxista de los procesos y fenómenos sociales, sin lo cuál resulta imposible entenderlos y encontrar la táctica y la estrategia correctas para resolver estos conflictos.

En ausencia de esta herramienta de conocimiento fundamental, resulta por una parte que los trabajadores están desarmados ideológicamente para defender sus derechos, carecen de una conciencia de clase que les indique que sus intereses son contradictorios con los que dominan la sociedad ( burguesía o como ahora se hacen llamar y prestigiar, “empresariado” ) y que no estamos para nada en el mismo barco, o como se suele decir para consumo de los ingenuos “que somos todos chilenos, que somos todos hermanos”, o peor aún, “que somos todos empresarios” etc.”.Y que los empresarios son los “parteners” DE LOS TRABAJADORES, POR QUE ELLOS SON “LOS QUE DAN EL TRABAJO”: ¡¡ QUE SIMPLEZA Y QUE INGENUIDAD ¡¡.

Desde luego, aunque nos achacan ser “promotores de la lucha de clases”, en estricto rigor, los grandes promotores de la división en clases sociales son los que han instalado relaciones de producción y de cambio que ahondan constantemente las desigualdades y han elegido como modelo, el capitalismo salvaje cuyo paradigma y ejemplo es yanquilandia, uno de los países más ricos del planeta y al mismo tiempo uno de los más desiguales, con millones de pobres y millones de niños que cada noche se duermen con hambre( y con altas tasas de delincuencia). Mal podemos tener esperanza de terminar con las desigualdades, la pobreza y la delincuencia si EEUU no lo ha terminado, siendo el país más “desarrollado” del planeta y siendo el “modelo” que se esmeran en seguir nuestros políticos sistémicos. No es manteniendo un sistema que lleva en sus genes la injusticia social, el cinismo, la violencia, la depredación anárquica de los recursos humanos y naturales que vamos a resolver el gran tema de la justicia social. No resolveremos las ya perennes carencias en educación, salud y previsión social, manteniendo un sistema que deforma la esencia misma de la economía como base de la existencia humana, transformándola en un espacio anárquico, dominado por la ceguera del mercado y el lucro=avaricia.

No es casualidad que todos los sucesivos gobiernos, desde la Dictadura en adelante, pasando por el “socialista” Lagos, hayan prometido más igualdad y terminar con la pobreza, y todos sin excepción, han ahondado las desigualdades porque el sistema conduce porfiadamente a reproducirlas y ampliarlas, TANTO A NIVEL DE CADA PAIS COMO A NIVEL PLANETARIO.

¡¡¡ Cada 6 segundos muere un niño de hambre en el mundo, dominado hoy de manera aplastante por el transimperialismo ¡¡¡. Que mayor y dramático ejemplo de que el capitalismo como sistema no resolverá jamás las desigualdades y menos el verdadero sentido del desarrollo, una economía no centrada en el lucro sino en la satisfacción de las necesidades humanas, con responsabilidad ambiental intergeneracional.

Sin embargo el capitalismo y sus beneficiarios se autoproclaman como el único camino posible, como los únicos capaces de conducirnos al desarrollo y a los chilenos se les engaña permanentemente con lo de país “exitoso”, en circunstancias de que si se aplicaran los parámetros empleados en el mundo desarrollado, el 80% de los chilenos serían considerados pobres.

De modo que, fuera ya los complejos de hablar de lo que es un hecho de la realidad y no un “invento de los marxistas”: la lucha de clases, en la convicción de que quienes luchamos por la justicia social, lo hacemos por una sociedad sin clases, sin más desigualdades que aquellas que corresponden estrictamente a las diferencias en las capacidades y esfuerzos que cada uno hace con su trabajo para procurarse su existencia y la de la sociedad, bajo los principios irrenunciables de la justicia social para los trabajadores y la solidaridad para los que no pueden procurarse su sustento.

Es un contrasentido acusar a los que luchamos por una sociedad sin clases de promotores de la lucha de clases. Sólo queremos que las personas sepan que pertenecen a una clase, la de los trabajadores y que sólo luchando por eliminar las relaciones de explotación podremos construir una sociedad basada en la justicia social y la solidaridad.

Marx no inventó las clases ni sus conflictos, solamente las evidenció, les quitó el velo del cinismo burgués, las hizo visibles, esto último siendo particularmente necesario bajo la dominación burguesa que se caracteriza, a diferencia de los esclavistas o la clase feudal del medioevo por el camuflaje de su dominación, el cinismo que emplea para adormecer a los dominados.

En la sociedad feudal o esclavista, la clase que dominaba, explicitaba su dominación en actos visibles, claros y brutales para los dominados y éstos no necesitaban que nadie les aclare que eran explotados. No era necesario que nadie les aclarara que no tenían intereses comunes con sus dominadores.

En las sociedades capitalistas, las técnicas de dominación y de sustracción de la renta generada por el trabajo de otros se han hecho necesariamente más sutiles y alambicadas, porque los pueblos han aprendido de la historia y el progreso de la civilización y la cultura hacen normalmente imposible una dominación brutal. Pero más de algún “empresario” echará de menos aquellos felices tiempos en que se tenían esclavos o siervos. Y ya sabemos bien en Chile, que tratar de imponerse por cualquier medio no es un asunto que los detenga: siempre habrá una excusa, cínica desde luego: defender la Patria, el orden, la libertad, etc..

Es particularmente relevante constatar como se han adueñado de los medios de comunicación para instrumentalizarlos como un arma formidable de dominación para lo cual además han adquirido una no menos poderosa herramienta de manipulación mental: las técnicas publicitarias, transformadas, en realidad, en un arte de la mentira y la deformación de la realidad de los productos y servicios. Si no, veamos la distancia sideral entre la realidad de la usura de La Polar y el mundo de Bilz y Pap que nos ofrecía su publicidad. Lo mismo vale para la publicidad de las AFPs, las ISAPRES, etc.. Después los viejos y enfermos descubren demasiado tarde que han sido engañados. Vivimos en sociedades donde la mentira y la falsificación de la realidad forman parte de la cotidianeidad y nos han acostumbrado a ello, como algo normal, casi natural. Las personas no llegan a percatarse que la renta producida por su trabajo circula por un alambique económico-financiero que termina en un embudo que da directamente en el bolsillo de la burguesía.

Pero su voluntad de dominadores y no de sometidos, los está llevando aun más lejos: quieren todo el poder y nuestras sociedades se acercan peligrosamente a estructuras totalitarias de poder: ya han subordinado y puesto a su servicio el poder político, económico y mediático; no hace mucho se graduaron de oficiales de reserva un grupo de empresarios y es EN ESE CONTEXTO que debemos entender todas las embestidas privatizadoras y de liquidación del Estado y la nación. Si, esto último también, por que ello forma parte del diseño de dominación transimperialista.

Es por tanto una enorme ingenuidad creer que nuestra burguesía es nacionalista. Su nacionalismo es parte de su acendrado cinismo. Salvo escasas excepciones, que se han hecho notar más de una vez en la defensa de nuestra principal riqueza, el cobre, la mayor parte de la burguesía chilena representada por la Derecha, no tiene arraigo en nuestro país y muchos de ellos conceden la primacía de sus afectos a sus países de origen y sobretodo subordinan sus intereses y negocian con el gran capital transnacional. Si en esos negocios pierde el pueblo chileno, no importa. Lo que importa es que haya lucro para ellos, que su avaricia sea satisfecha. Mañana pueden desaparecer de Chile y exportar sus capitales acumulados con el trabajo de miles de chilenos y de la explotación de los recursos de nuestro país. Lo que pasa con el saqueo de nuestro cobre es un dramático y escandaloso ejemplo.

Es por lo demás una vieja historia, que todos los grandes imperios, al no disponer de capacidades militares y administrativas suficientes para controlar a los países sometidos han recurrido siempre a colaboradores internos. Si hasta en países invadidos brutalmente por los nazis, estos siempre encontraron colaboracionistas sea en Francia o en los Balcanes o en las repúblicas que conformaban la Unión Soviética. En ese sentido las técnicas y trapacerías se han perfeccionado: ya no necesitan invadir directamente los países: se valen de los conflictos internos, instrumentalizando ingenuos demócratas y hasta extremistas islámicos que dicen aborrecer, para derribar gobiernos que les han negado el saqueo de sus recursos. En Afganistán, Irak, Libia y ahora Siria usan a los fanáticos de Al Qaeda junto con demócratas ilusos y mercaderes ambiciosos para derribar gobiernos nacionalistas. Una vez victoriosos los “luchadores por la libertad”, se desatan los conflictos internos, “por lo que se hace necesaria la intervención directa” para poner “orden”, apropiándose así de los recursos de dichos países, países que además son destruidos y requieren de la “ayuda” internacional para su reconstrucción. Ya lo hemos dicho: el cinismo burgués de los Sarkozi, los Berlusconi, los Obama, los Blair, los Cameron, el pelele de la ONU Ban Ki Moon es escandaloso, vergonzante, indignante.

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Cuando las clases dominantes logran controlar aunque sea parcialmente la cultura y la educación éstas pasan a formar parte de los dispositivos de control social y sometimiento de unas clases sobre otras.

Las formas más explícitas de uso de estos instrumentos se conocieron en el pasado cuando tanto la educación como la cultura en general estaban totalmente al servicio de las clases que dominaban. Con el advenimiento de la dominación burguesa y su discurso de “libertad, igualdad y fraternidad”, y la necesidad que ésta tenía de tener una población instruida impuesta por el mismo desarrollo de la economía, ha habido un importante desarrollo de la cultura y la humanidad ganó en el desarrollo de formas superiores de civilización. No es extraño entonces que el “sabio progresista” Joaquín Brunner anunciara ya en los noventa en documento oficial del Ministerio de Educación “el fin del humanismo”, haciendo coro para una educación subordinada a las necesidades productivas: ¡ Viva entonces, el aumento dramático de la delincuencia ¡.

Pero, en la encrucijada histórica en que nos encontramos, en que las burguesías locales y el transimperialismo se enfrentan a crisis crecientes del sistema capitalista que anuncian su fin, recurren a acciones cada vez más explícitas de control y sometimiento, recubiertas de una gruesa capa de cinismo, cada vez más gruesa en la medida que se ven obligados por las circunstancias a sacarse la careta y actúan con creciente brutalidad.

Han hecho tabla rasa de la legalidad internacional, pisoteando los principios de no intervención y de respeto a la autodeterminación de los pueblos(Afganistán, Irak, un pequeño país de 5 millones de habitantes, Libia que está siendo destruido por las grandes potencias que quieren su emplazamiento estratégico, su petróleo, su oro y sus enormes reservas de agua dulce que yacen en su subsuelo).

Instrumentalizaron una ideología simplista, la neoliberal, que no es más que el regreso a las formas más primarias del capitalismo, con pretensiones poco menos que de ciencia exacta en economía, pero que les ha venido como anillo al dedo para hacer retroceder en todo el mundo las conquistas sociales de largas y sacrificadas luchas de millones de seres humanos en el mundo durante un siglo y medio.

Se trata como siempre de sustraer para su beneficio la mayor parte posible de la renta generada por el trabajo de otros. El neoliberalismo es el postrero intento de salvar el sistema sacándoles las últimas gotas a un limón ya demasiado estrujado.

Y en ese contexto se sitúa el empeño por sacar renta inmediata también de la educación, cuestión en ultima instancia bastante aberrante, salvo para un simplón como el ministro Lavín, que se desplaza entre dos catecismos: el catecismo católico y el catecismo neoliberal sacado letra a letra de su manual preferido: “Libertad de Elegir” de Milton Friedman.

Dado que estamos en manos de mercaderes y que estos no entienden sino de invertir hoy y ganar a destajo mañana, todo aquello que tiene que ver con la mirada de largo plazo de un país se les escapa por completo. El capitalismo y el neoliberalismo más aun, son por esencia cortoplacistas. La constante presión del capitalismo al medioambiente es la prueba más dramática y concluyente del cortoplacismo irresponsable que los mueve.

Al respecto téngase presente también que nunca Chile tuvo mayores descalabros con su seguridad energética que bajo los gobiernos de los miopes neoliberales y de allí que no den pie en bola con la educación e insistan en pretender obtener renta inmediata de lo que en estricto rigor no es un gasto sino una inversión de largo plazo, que todo país serio debe hacer, asegurando una calidad y cantidad de educación suficiente para garantizar su propio futuro, realizando los estudios de prognosis necesarios, definiendo un marco mínimo del desarrollo de esta tan esencial herramienta para el bienestar de los pueblos, como lo es hoy la educación. Por el contrario se introduce la anarquía del mercado (supuestamente el mejor regulador) aunque lo que se persigue como siempre es “a río revuelto ganancia de pescadores”.

En esa misma línea de acción, ya liquidaron el Ministerio de Planificación. Es así que somos probablemente el único país del mundo donde hay 3 profesionales universitarios por cada técnico de nivel superior, exactamente al revés de lo que debiera ser, y al menos la mitad de los egresados de la educación superior no trabajan en aquello que estudiaron.

Pero como la Mariana Aylwin, ¡¡¡¡ exministra de educación y empresaria lucradora de la educación ¡¡¡¡ dijera “brillantemente” , “es mejor tener taxistas con educación superior”. Así es que , ¡¡vamos lucrando, vamos repartiendo cartones de profesionales para futuros taxistas o cesantes ilustrados¡¡.

Es en ese contexto reaccionario que debemos situar lo que la derecha-pinochetismo, el transimperialismo¨y sus empleados de la Concertación, han hecho en materia cultural y educacional en Chile:

1. Deteriorar de adrede la educación en general y muy particularmente, romper el necesario equilibrio entre formación humanista (valórica, identidad nacional, etc. ) y formación científica. Hace unos años escuché a un alto dirigente empresarial que en un destello de claridad se quejaba de la falta de formación cultural y valórica de que adolecía el trabajador chileno y la necesidad de reorientar la educación en ese sentido ya que según él, la capacitación del trabajador correspondía a la empresa. Sólo le faltó agregar que el neoliberalismo tan amado por ellos, ha sido un verdadero depredador de la ética en la sociedad. Con el individualismo feroz que han fomentado, PARA SU BENEFICIO, ¡ no hay ética, no hay valores que resistan ¡. ¡ No por nada se dice “capitalismo salvaje”.¡ No por nada Marx afirmaba que las ideas dominantes(moral, cultura, sentido común, legalidad…) en una sociedad de clases, son las ideas de las clases dominantes, ergo, las moral dominante es la de los dominadores, es decir de los que se apropian de la renta producida por otros, lo que no tiene ninguna sanción moral, bien al contrario, es motivo de admiración y respeto hacia los “empresarios exitosos”.

2. La derecha es responsable de la liquidación por razones estrictamente políticas de las Escuelas Normales, por considerarlas una “antro de izquierdistas”, por que, claro está, la formación humanista, la vocación de servicio con que se formaban los maestros normalistas y el laicismo predominante en dicha formación, eran incompatibles con el modelo individualista, contrario a la razón, empobrecedor de valores humanistas y a la necesidad de formar no personas, sino trabajadores que tengan exclusivamente competencias productivas. ¡¡ Y después la derecha lleva el pandero en denunciar la violencia, la delincuencia, como si no fueran su modelo y sus políticas las que nos han llevado a la situación actual ¡¡. Y vuelta al cinismo: piden las penas del infierno para los ladrones y criminales, pero para defender los crímenes horrendos cometidos en Dictadura, o callan o expresan de la boca para afuera alguna falsa conmiseración, cuando no defienden con descaro a los testaferros. Para que hablar de las privatizaciones fraudulentas sobre la que se basa la riqueza de no pocos de los actuales grandes empresarios que financian el Instituto Libertad y Desarrollo o Paz Ciudadana.

3. Hemos mencionado que debemos tener absoluta claridad respecto de la convergencia de intereses entre el transimperialismo y los dominadores locales. Sólo en ese contexto podemos entender medidas como la de la disminución de las horas de historia que apuntan por un lado a acentuar la formación de “trabajadores” lo menos pensantes posible y al mismo tiempo hacer desaparecer el espíritu nacionalista que se revela como una dificultad en el proceso de subordinación de los países de la periferia. El neoliberalismo prohijado por la CIA, no sólo reconstruye formas de dominación primarias del capitalismo sino se propone la disolución de los Estados nacionales(*). La constante voluntad de reducir los estados a su mínima expresión obedece estrictamente a un diseño de dominación transimperialista donde las privatizaciones juegan un rol importantísimo para asegurar el control económico y financiero, (y ahora cultural y educativo), ya que finalmente la mayor parte de los bienes del estado que son privatizados mediante procesos obscuros, habitualmente terminan en manos de las transnacionales vinculadas como se sabe a los poderes centrales del transimperialismo. Resulta curioso como a la par que se alimenta la desaparición de los estados y naciones, se incentiva el chovinismo y el patrioterismo en los EEUU, país en el cuál por lo demás el peso del Estado en la actividad económica es particularmente elevado, una prueba contundente de los verdaderos propósitos que se esconden detrás del neoliberalismo. Los Estados Unidos predican por todo el mundo las bondades del neoliberalismo pero son los más renuentes a aplicarlo en casa. Hay incluso un estado norteamericano donde NO EXISTE LA EDUCACION PRIVADA.

4. Instrumento básico de este diseño de dominación juegan el Banco Mundial y el FMI, organismos controlados por los países centrales y que permanentemente presionan por más privatizaciones, reformas laborales que subordinen crecientemente el trabajo al capital y disminución del gasto público en salud, educación y previsión.

5. Las leyes de donaciones que los empresarios pueden hacer a entes educacionales, culturales, deportivos están claramente dirigidas a acentuar el control de la burguesía sobre dichos ámbitos. El camino al infierno está preñado de buenas intenciones y lo que aparece como una inocente buena iniciativa, revela en su esencia el verdadero objetivo dominador. Chile es un verdadero paraíso fiscal, el Estado está reducido a su mínima expresión, las empresas pagan los impuestos bajísimos, los aportes de la estatal CODELCO son superiores al IMPUESTO A LA RENTA QUE PAGAN TODAS LAS EMPRESAS Y PERSONAS EN CHILE y las mayores fuentes de financiamiento del Estado provienen de los ciudadanos (IVA) y CODELCO.

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6. Así tenemos la “racionalidad económica” y al “mercado como mejor asignador de recursos” con empresas dedicadas a los más inverosímiles rubros tomando a su cargo la cultura y la educación, reemplazando al Estado y a una burguesía chillando mercurialmente cuando le hablan de aumento de impuestos para precisamente tener recursos de apoyo a la educación, el deporte, la cultura, la asistencia a grupos vulnerables,etc.. ¿Si tienen recursos para apoyar dichas actividades, por que no se dedican a lo suyo, que sería lo más eficiente por lo demás, y pagan los impuestos que deben?. Y dejan de hacer el circo de sus aportes solidarios, sus gestos de caridad o de tomarnos el pelo con aquello de “la responsabilidad social de la empresa”, en acciones que no son más que “escasas golondrinas que no hacen verano”(aunque vale la pena aclarar que nuestra crítica a la caridad es estructural y no se refiere a las personas en particular, que actúan con evidente buena fé). Estructuralmente seguimos y seguiremos arrastrando por decenios necesidades que nunca serán satisfechas, pero que con acciones ampliamente publicitadas, que no atienden sino parcialmente los problemas de la población, pretenden hacernos creer que se solucionarán ( Teletones, Techos para Chile, etc.), acciones que más allá de la bondad de las personas forman parte de la manipulación que se hace de los buenos sentimientos de los seres humanos para hacer creíble que a la burguesia no la mueve esencialmente su avaricia y afán de lucro y no la generosidad, la solidaridad y la responsabilidad ambiental y social.

7. Como ya había corrido la bola que el nuevo Gobierno se aprestaba a terminar con uno de los mayores errores de la derecha y el pinochetismo, la municipalización de la educación, (pero no para que el Estado se hiciera cargo sino para privatizar), no faltaron los empresarios dispuestos a “colaborar” con la educación y vimos a personajes del Aserradero Valdivia del Grupo Angelini haciendo acercamientos al Colegio de Música de la ciudad. ¡¡ Seguramente los aserreadores aspiran a enseñar violín en dicho establecimiento¡¡ .

El problema que tiene con el Estado la burguesía no es la ineficiencia de éste, que ellos provocan constantemente( leyes y normas burocratizantes con la aparente intención de “modernizar el Estado”, escasez de impuestos, hipercentralismo, etc.) , sino la posibilidad permanente de que el juego electoral lleve a que pierdan el control del Estado y se mine su dominio totalitario sobre la sociedad ( que para los ingenuos es una “democracia”).

Los ciudadanos de Chile deben retomar el control de su estado. Deben hacer valer definitivamente la soberanía popular, deben terminar con el engendro de Constitución que nos rige, dejando en claro en su constitución que la educación es uno de los más importantes temas de estado, una macro responsabilidad del estado en tanto representante del interés general y no un instrumento más para la reproducción de un sistema que genera constantemente desigualdades inaceptables, … y menos aún un negocio.

LUIS DIAZ BORQUEZ

Frente Allendista de Recuperación del Partido Socialista

Valdivia, 28 de agosto de 2011

(*) El neoliberalismo en Chile fue introducido desde Estados Unidos mediante un acuerdo entre la Universidad Católica y la Escuela de Economía de Chicago. Hasta ahí, pura inocencia…Sin embargo, había un tercer actor con fines no tan santos: El Gobierno de Estados Unidos a través del I.C.A., antecesor del actual USAID, la agencia de “cooperación“ del Gobierno norteamericano que otorga una amplia gama de “ayudas” al tercer mundo, algunas con cara más inocente y otras no tanto, como las otorgadas a las policías del continente que incluían capacitación en tortura. Las relaciones entre la USAID y la CIA están ampliamente demostradas. Aunque se ha mencionado la existencia de relaciones directas entre los Chicagoboys y la CIA, estas aún permanecen en la sombra. En todo caso, valga solamente mencionar la creación del Código Minero redactado por Hernán Buchi y José Piñera, cuerpo ilegal e inconstitucional, en el que se basa el saqueo gigantesco de nuestra principal riqueza, el cobre, por las transnacionales, el que es un monumento al entreguismo y a la traición a un país, una norma ilegal que avergüenza la dignidad de nuestro pueblo. A tal punto, que cuando fuera publicado, el “New York Times” tituló en un artículo “Demasiado bueno (para las transnacionales) para ser verdad”. Esos son los “patriotas” que nos gobiernan.

(1). Si bien todo lo que refiera a Marx, suele ser “desmentido” por el “fracaso del socialismo”, frase cliché DE TRES PALABRAS, con la que se pretende liquidar una de las epopeyas más extraordinarias emprendidas por el ser humano para construir una sociedad más justa y solidaria, con todos sus avances y retrocesos, sus aciertos y sus fallos propios de toda experiencia humana, (ampliamente difundidos ) y el silencio de sus innegables logros, que son un anticipo histórico del único mundo posible: el socialismo.Una epopeya que movilizó la honestidad de millones de seres humanos, la generosidad, el heroísmo de tantos que mal pueden burgueses egoístas, ambiciosos sin más norte que el lucro y la avaricia, pretender sepultar con el control totalitario que ejercen sobre los medios y su subcultura, sumergiendo a la sociedad en un nuevo obscurantismo.

La razón, la razón y solo la razón que nos anima lograrán destruir el muro de mixtificaciones que rodea esta historia henchida de honestidad y amor a la humanidad.