viernes, 11 de noviembre de 2011

ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN DE LAS MUJERES BOLIVIANAS












CAMPAÑA FEMINISTA-CIT-ASR BOLIVIA

ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN DE LAS MUJERES BOLIVIANAS

El documento presente nace desde Alternativa Socialista Revolucionaria Bolivia ASR-CIT, dentro de una campaña feminista socialista impulsada a comienzos de 2011.

Uno de los pilares del trabajo de las/os militantes de ASR es la lucha por una real emancipación de las mujeres dentro de la lucha revolucionaria por el socialismo.

Para comenzar esta labor real contra la lucha de las diferentes violencias que sufren los sectores explotados y empobrecidos, una gran mayoría mujeres, se ha visto necesario realizar un análisis de las diversas discriminaciones de las mujeres bolivianas dentro de una perspectiva de lucha de clases y con una mirada marxista. Esto con el fin de establecer un documento base para generar un diálogo con diferentes sectores, priorizando a las trabajadoras, amas de casa, estudiantes…etc. interesadas en profundizar en el trabajo en contra del patriarcado, contra su máxima expresión el machismo y en contra del sistema explotador y discriminador, el capitalismo.

El presente documento esta ordenado en varias partes, empezando con el análisis de las violencias enmarcado en un ámbito espécifico y seguido de la plataforma de lucha donde pueden encontrar acciones y propuestas para alcanzar la emacipación real de las mujeres.

Consideramos y queremos que sea un documento en construcción constante, esperamos propuestas de todas las personas que les interese la lucha contra el patriarcado y el capitalismo. Tanto de acciones como de análisis, de tal manera que podamos retroalimentar y mejorar el diálogo y el trabajo.

¡¡SIN FEMINISMO NO HAY SOCIALISMO, SIN SOCIALISMO NO HAY FEMINISMO!!

Contacto: elisabetha22@hotmail.com joaquincuevas1983@hotmail.com

Página Web: http://alternativasocialistarevolucionaria.blogspot.com/ 2


ÍNDICE:

Introducción …………………………………………………………. 3

Situación laboral de las mujeres en Bolivia…………………….. 6

Plataforma de lucha de las mujeres en materia laboral …… 11

Discriminación política hacia las mujeres en Bolivia…………… 13

Plataforma de lucha. Discriminación política…………………….. 16

Salud …………………………………………………………………… 18

Educación ………………………………………………………………… 20

Plataforma de lucha de salud y educación…………………………. 23

Violencia física-psicológica hacia las mujeres ……………………. 25

Plataforma contra ejercicio de la violencia hacia las mujeres…. 28


3

INTRODUCCIÓN:

Para comenzar con el informe, lo primero que hay que decir es que hablar de la situación de las “mujeres” en Bolivia, sin entrar en especificidades como la raza, la clase, la procedencia, etc. resultaría en un análisis tremendamente simplista. En este informe nos aproximamos a la realidad de la mujer de manera general, con todas las limitaciones que eso conlleva, pero tratando de reflejar los principales rasgos que agravan su situación de exclusión y marginación, prestando especial atención a la situación de las mujeres trabajadora y obrera.

Hacia una aproximación ideológica del ejercicio de la violencia contra la mujer:

El sistema capitalista y la mujer en Bolivia

Los patrones y modelos económicos y sociales de familia planteados por el sistema patriarcal y reforzado por el sistema capitalista, sitúan a las mujeres en un marco de subordinación con relación al varón y ésta inferioridad se acentúa mucho más si se es mujer obrera u campesina indígena.

El modelo en países como Bolivia de mujer “exitosa” ha ido por supuesto cambiando de acuerdo a los procesos históricos que fue atravesando la república, quizás los antecedentes más avanzados de inclusión de las mujeres a los hechos políticos fueron dados en el Estado del 52, merced a éste proceso revolucionario es que las mujeres pudo participar de la democracia liberal mediante el voto y la posibilidad de ser elegida; sin embargo cabe preguntarse ¿a qué clase económico social pertenecían aquellas mujeres “privilegiadas”? la respuesta es obvia, a la incipiente burguesía nacional y a la pequeña burguesía, la mujer obrera y campesina aún era excluida debido a toda una historia de décadas y siglos de exclusión.

Las décadas de los 60 y 70 fueron también años de muchas conquistas para la mujer boliviana, es Estado del 52 había fracasado, el imperialismo materializaba gradualmente su imposición vía la “Alianza para el Progreso”, como contraposición a la capitulación de los gobiernos ante el imperialismo, es que se levanta un vigoroso movimiento obrero y es precisamente en éstos años que las mujeres obreras, universitarias serán sujetos importantes del proceso que buscaba la liberación nacional: Las dictaduras se impusieron, se aplica el Plan Cóndor a Sud América, a pesar de ello la lucha de las mujeres obreras en Bolivia no se amilano, de hecho serán las mujeres obreras de las minas las que derrocaran vía una huelga masiva de hambre a la dictadura más sangrienta del país, nos referimos a la dictadura del Gral. Hugo Banzer.

Es bueno mencionar que la lucha de las mujeres no realizaron una plataforma de por su propia emancipación y en contra del machismo y el patriarcado que se vincule a la plataforma de lucha de su clase.

Si bien las mujeres obreras lucharon por la liberación nacional, muchas de ellas también lucharon junto a mujeres de la pequeña burguesía (universitaria, profesional) por la recuperación de la democracia burguesa, es así que por vez primera en 1979 Lidia Gueiler Tejada una mujer liberal toma el gobierno del país, sus políticas económicas anti popular y fiel a la doctrina imperialista rompieron tanto con la Central Obrera Boliviana como con los campesinos. Finalmente en los 80 se instaura la democracia burguesa, se implementa el neoliberalismo, que tuvo hegemonía en el país hasta principios del 2000.

El modelo de vida planteado por el neoliberalismo, una vez que logró ser hegemónico, llevó a la mujer ha separarse de la causa obrera, de la causa vinculada con la liberación nacional, de la causa socialista. Pero el fin del documento es describir la situación de las mujeres dentro del modelo, podemos mencionar que: la mujer merced al mercado ha sido situada a nivel de objeto de compra y venta, la mujer burguesa se encuentra afanada aparentemente en la superficialidad (el culto al cuerpo, la ropa, la estética de moda, etc.) sin embargo tiene una conciencia clara de clase, es decir si ocupa cargos de dirección empresarial, su conducta ante el obrero o la obrera es de explotación, compite contra el hombre burgués para tener los mismo benéficos que éste, es decir apropiarse del trabajo ajeno. 4

Por su parte la mujer pequeño burguesa, (universitaria profesional) en su gran mayoría debe cumplir roles que fortalecen el sistema patriarcal, merced a las doctrinas liberales la mujer pequeño burguesa ha sido parte de los procesos de democratización y ampliación de sus derechos civiles políticos, educativos etc., pero como mencionamos fortalece el sistema capitalista, en Bolivia se encuentra presa del sistema, presa del consumo de un estilo de vida, enmarca sus luchas en reivindicaciones de ampliación de derechos civiles y políticos, si bien en los años 60 y 70 vinculaba su lucha a la corriente de liberación nacional, ahora inclina su lucha por mayor participación dentro los cánones de la democracia burguesa, ya sea desde el parlamento o desde la administración del Estado, merced a ello se han legislado políticas reformistas que mejoren la situación de exclusión, sumisión de la mujer, sin embargo ha perdido el carácter revolucionario de las décadas precedentes.

En los años 80 y 90 debe rescatarse la lucha de las mujeres campesinas e indígenas, se debe mencionar que la organización campesina logra desprenderse del Estado del 52 y del pacto militar campesino finalmente a fines de los años 70, su lucha de reivindicación será progresivamente más independiente y especialmente estará vinculada con los problemas de inclusión política, tierra, territorio, reivindicación de sus usos y costumbres, reconocimiento de la posibilidad de auto-gobernarse. Sin embargo debe mencionarse también que la lucha campesina e indígena progresivamente se fue atomizando y cada vez su lucha fue más sectorial y específica, como por ejemplo la lucha de los campesinos colonizadores, cuya lucha se centro en la defensa de la hoja de coca en contra de vasallaje de la DEA norteamericana, la consecuencia en su lucha les permitió formar un instrumento político que el 2005 tomará el poder.

En este proceso la mujer campesina ha ido estableciendo y encarando la reivindicación de su sector en dos planos desde el apoyo incondicional a las directrices de las organizaciones de base, hasta la entrega de la propia vida en pos de la materializaciones de sus reivindicaciones, sin embargo el papel de liderazgo de la mujer ha sido mimetizado, a pesar del discurso campesino e indígena de la complementariedad entre hombre y mujer, la mujer campesina e indígena aún vive en condiciones de supeditación al hombre, debe cumplir muchos roles, ya sea el de dirigente, el de madre, esposa, roles que en muchas casos entran en contradicción por los prejuicios sociales y culturales que aún imperan en toda la sociedad boliviana.

Finalmente la mujer obrera en las décadas del 80 y 90 ha sido la más explotada. Cabe recordar que a mediados de los 80 el movimiento obrero boliviano es desarticulado, la flexibilidad laboral afecta sobre todo a las mujeres. Las mujeres obreras por sufrir una explotación mayor, tanto laboral como en el ámbito doméstico, por saber organizarse de manera de poder cumplir con todos los roles, ha demostrado una predisposición y una disciplina en la lucha admirable. A pesar de que sus funciones domésticas le dificultan dedicarse al sindicalismo, en toda lucha obrera del siglo XX, la mujer ha desempeñado un rol protagónico.

Características principales del sistema neoliberal y sus efectos sociales en Bolivia

La aplicación del neoliberalismo en Bolivia instaurada normativa y formalmente a partir del D. S. 21060 (1985) desestructuró todo el aparato productivo nacional que se encentraba en manos del Estado, para pasarlo a manos privadas, principalmente de capitales trasnacionales. Por una parte en el plano económico político el Estado se hizo cada vez más dependiente del capital trasnacional y por otra los efectos sociales fueron altamente destructivos, cabe señalar que aproximadamente 50.000 familias perdieron sus fuentes de empleo y tuvieron que migrar tanto al exterior del país, como la migración del campo a las ciudades, despoblando los distritos mineros y muchas zonas rurales vinculadas a la economía minera. 5

Miles de familias tuvieron que cambiar radicalmente su forma de vida, dedicándose al comercio informal, a la plantación de la hoja de coca, a trabajos informales con mucha inestabilidad laboral, el estilo de vida se fue modificando de acuerdo a los nuevos roles laborales a los que se vieron empujados. Los efectos más notables en la familia tradicional fueron: la desestructuración de la familia tradicional nuclear, en las nuevas condiciones y políticas de mercado padres y madres deben vender su fuerza de trabajo al mejor postor o realizar tareas cuentapropistas cuyas jornadas de trabajo extienden las 12 horas, ingreso de niños y niñas a partir de muy corta edad al voraz mercado de trabajo, en donde sufren explotación laboral tanto por parte de patrones inescrupulosos como por sus propios familiares, incremento significativo del consumo de alcohol en los padres, principalmente en varones, los cuales al ver sus condiciones precarias de vida se refugian en el alcohol, lo que a su vez provoca problemas más crónicos en la familia, las familias se desestructuran, los hijos principalmente quedan a cargo de la madre, que en su gran mayoría son mujeres que viven bajo una doble y hasta triple explotación económica; los niños y adolescentes abandonan el hogar a más corta edad, muchos de ellos fueron conformado pequeños grupos marginales y progresivamente fueron más segregados por la sociedad.

Es necesario mencionar que las políticas neoliberales han provocado todo un proceso de lumpenización social que expresa en la delincuencia que tiende a atacar a los sectores más vulnerables de la sociedad como los niños, los ancianos y por supuesto la mujeres.

En Bolivia la pobreza extrema dejada por el neoliberalismo tiene rostro de mujer, sea obrera, campesina, adolescente, niña. Además de ser el sector social más pobre, es la victima de todo el aparato estructural del Estado burgués, es decir vive en condiciones de marginalidad y sobrevivencia económica, recibe salarios más bajos, las jornadas laborales no contemplan el rol que el mismo sistema patriarcal le impone de madre y esposa, es sujeto de violencia y discriminación política, es objeto de manipulación e instrumentalización política, el mercado la sitúa en condiciones de objeto de compra y venta y finalmente es el sujeto sobre el cual se ejerce violencia física, psicológica, sexual, a éste respecto las políticas de Estado incluso en el actual “proceso de cambio” son simplemente nominales, es más, en muchos casos el aparato burocrático y jurídico del Estado perpetúa el ejercicio de la violencia, re-victimiza a la agredida, la responsabiliza del ejercicio de la violencia y absuelve a los agresores.

Reivindicación por el aumento de Salarial Marzo 2011, Cochabamba. Foto Elisabetha GGV 6

SITUACIÓN LABORAL DE LAS MUJERES EN BOLIVIA

Desde una perspectiva materialista, las/os feministas marxistas damos especial importancia a la cuestión laboral de la mujer articulada a la división sexual del trabajo; ya que partimos de una condición muy desfavorable en este ámbito.

Desde siempre, las mujeres “han aportado a lo económico” relegándolas a un papel secundario que las mujeres no han elegido. Esta subordinación es histórica, parte desde que las mujeres ayudaban a sus maridos a cultivar la tierra hasta cuándo entraron en las fábricas a trabajar en masa porque faltaba mano obra masculina, pagándoles menos, explotándolas más horas, hasta la actualidad, que las mujeres tienen que emplear el doble o el triple de esfuerzos para demostrar que pueden realizar ese mismo puesto de trabajo que un varón, además de mantener una actitud estereotipada masculina como parte de “esta demostración”. Esta discriminación ha sido ignorantemente justificada por una condición “natural y biológica construida” por los que concentran el poder.

Estas discriminaciones van ligadas a la consolidación del patriarcado y la propiedad privada (alrededor 3000ac), la mujer fue relegada al ámbito doméstico y como mero apoyo a las actividades económicas además de ser parte de la propiedad del cabeza de familia. Con el desarrollo del capitalismo esta división adopta diferentes matices; desde que el capitalismo es la época del intercambio de mercancías desarrollado, donde todo, incluso las mismas personas, son tratadas a semejanza de la mercancía, las actividades que históricamente se fueron constituyendo en la conciencia de las personas como actividades propiamente femeninas, por la repetición y costumbre, fueron relegadas en el mercado como actividades de bajo o nulo valor. La actividad doméstica, considerada una obligación de la madre de familia, no fue reconocida nunca económicamente, en una sociedad donde gran parte de la población sólo poseen su fuerza de trabajo, dedicar gran parte de esta fuerza a actividades de ningún modo reconocidas es muy perjudicial; esta discriminación ha sido sufrida particularmente por las mujeres.

En Bolivia como un caso ejemplificador de lo que ocurre en muchos países, los trabajos asalariados considerados por la sociedad típicamente femeninos, como las tareas de educación, de cuidado, de limpieza, cocina...etc. son mucho menos valorizados tanto económicamente como profesionalmente.

Porque es importante hacer un análisis de la situación laboral de la mujer.

Este análisis es importante porque la verdadera liberación de la mujer, va asociado a su independencia respecto de tareas domésticas, a condiciones de igualdad laboral, así como en el trato, en una palabra, el conjunto de condiciones económicas que son la base para la subordinación de la mujer por el varón y sin poder desarrollar el conjunto de sus aptitudes físicas-intelectuales.

Situación laboral actual de la mujer en Bolivia.

Desde 1994 la participación de las mujeres en el mercado laboral boliviano, se han incrementado notablemente (hasta llegar a una tasa bruta de participación femenina de 45% y una tasa global de participación de 60%, con relación a una tasa masculina de 55% y 75% respectivamente), esto no significa que sea resultado de un proceso de liberación de la mujer, sino que más bien es un resultado de las caídas de los ingresos reales , de políticas de ajuste estructural y de la necesidad de mayor mano de obra. Esto ha generado el desempleo 7

generalizado, la disminución de los ingresos y la incorporación de modalidades flexibles. Por ello las mujeres entran a participar masivamente de un mercado de trabajo que tiende a segregarlas en ocupaciones de baja productividad y de bajos ingresos. Las mujeres perciben actualmente que su “trabajo no se ejerce como derecho social sino como necesidad y compulsión económica”.

Mujeres: etnia y clase.

Estas condiciones negativas en el mercado laboral hacia las mujeres se dan con mucho mayor énfasis en las mujeres que vienen de familias empobrecidas, de escasos recursos económicos, normalmente proceden del campo donde muchas son empujadas a la gran ciudad en busca de un “mejor futuro” y que encuentran en la urbe una cruda realidad donde se suman las condiciones que en la sociedad actual son desfavorables, de ser mujer, indígena y migrante. Por ello, la clase es una condición primordial para establecer un análisis sobre la violencia y la discriminación en lo laboral.

Estas mujeres sólo poseen su fuerza de trabajo para vender y por ello la única posibilidad de acceder a bajos puestos de trabajo. Es aquí donde encontramos el vínculo entre clase y etnia.

Doble jornada de trabajo y su implicancia en la ocupación laboral.

Analizando la distribución del empleo, encontramos que las bolivianas se concentran en el sector informal, mayoritariamente. El empleo por cuenta propia supone un 65% PEA (Población Económicamente Activa), de éste, las mujeres ocupan un 62%.

Este tipo de empleo es muy precario pues carece de seguridad social, de un salario fijo, normalmente se ejerce deambulando por las calles hasta altas horas de la noche, lo que tiene un alto nivel de peligro además de que las relaciones laborales se ejercen fuera de la Ley General del Trabajo, lo que supone una desprotección total.

Una de las razones por que las mujeres trabajan por cuenta propia son las dificultades para encontrar trabajo .Esta dificultad es más común entre las mujeres principalmente por el rol impuesto de ser las responsables del cuidado de los hijos/as y de las labores del hogar, esto dificulta la obtención de un empleo permanente.

De hecho si analizamos las características del empleo de hombres y mujeres y su ocupación, evidenciamos la división sexual del trabajo y la discriminación que ejerce el capitalismo hacia las mujeres. Un ejemplo es cómo los explotadores, es decir los cargos de mayor rango, son ocupados mayoritariamente por varones. Esto demuestra el carácter machista del capitalismo, pero la solución no es que más mujeres accedan a altos puestos como explotadoras, si no acabar con el sistema de explotación.

Por otro lado, los empleos que derivan de las tareas del hogar, están ocupados mayoritariamente por mujeres, lo que muestra que están falsamente naturalizados como típicamente femeninos mientras que en otros trabajos como el de obrero hay una escasa participación femenina, considerados como típicamente “masculinos”. Según datos del 2006, muestran que las ocupaciones de trabajadoras del hogar, empleada del hogar y trabajadora por cuenta propia son mayoritariamente ocupados por mujeres.

El trabajo a tiempo parcial (con baja remuneración) sigue estando enormemente feminizados. Esto no es una elección de las mujeres sino la única manera que encuentran muchas bolivianas para obtener algún ingreso y seguir atendiendo las responsabilidades familiares.

Por un lado los patrones temen contratar a mujeres que tengan hij@s o que estén con intención de tener familia, por lo tanto las discriminan por ello. Ya que ese hecho puede restar 8

“productividad” para la empresa capitalista. Y paradójicamente en este sistema, el que ha impuesto a la mujer el doble rol de trabajo fuera de la casa y dentro de ella, pero este último sin remunerar.

Hay dos datos elocuentes, uno es que el subempleo siempre es mayor entre mujeres y entre poblaciones indígenas. El otro es que el desempleo dura en promedio entre dos y tres veces más para las mujeres que para los hombres.

Seguridad social

Una de las realidades más crudas de la doble jornada laboral de la mujer es cuando abordamos el tema de la seguridad social. Las mujeres tienen mucho menos acceso a la seguridad social, ya que al estar concentradas en el sector informal carecen de estos beneficios que deberían ser derechos para todos y todas. Sin embargo, no siempre debe haber un derecho equitativo entre el hombre y la mujer, debemos tener en cuenta las particularidades; la mujer mientras cumpla una doble jornada laboral, debe recibir desde el Estado una atención social mayor que permita aliviar sus cargas domésticas. Esto en Bolivia está lejos de ocurrir.

Remuneración de la mujer, discriminación por etnia y clase.

Respecto del ingreso de las mujeres, a nivel general, es de poco más de la mitad que el de los hombres. En el área rural la relación es de 43%, menos de la mitad que el de los hombres. Si lo relacionamos con la etnia, encontramos que las mujeres indígenas cobran la mitad que los hombres indígenas, pero a su vez estos cobran la mitad que los hombres no indígenas, siendo el salario promedio de estos últimos de 1400bs.

Promoción laboral y acceso

Uno de los factores que provoca que los trabajos más precarios sean destinados a las mujeres empobrecidas y/o indígenas está ligado a su nivel de educación, esto conduce a que accedan a empleos más vulnerables, con menores salarios, más inestables y sin muchas posibilidades de mejorar esta situación. La mayoría de las trabajadoras del hogar están en esta categoría. En Bolivia cerca del 30% de las mujeres no han asistido al colegio en comparación con un 10 % de los varones. También se observa que las mujeres están menos presentes en los niveles de escolaridad altos, mostrándonos una escasa profesionalización en el ámbito femenino.

La división sexual del trabajo podemos comprobar que ya en la educación superior, encontramos una segregación de las profesiones “femeninas y masculinas”. Datos del INE (2009) muestran que las carreras como enfermería, ciencias de la educación, lengua e idiomas, cerca del 80 % del total son mujeres, mientras que las carreras de ingenierías y arquitectura éstas están entre el 5-30%.

La elección de las carreras no es sólo una reproducción inconsciente, pero aparentemente “voluntaria “, de la mentalidad de la división sexual del trabajo, si no también forzada por las posibilidades de encontrar empleo y de obtener un buen trato en el trabajo. Por ejemplo una ingeniera civil va a ser mucho más cuestionada en su capacidad de trabajo que una enfermera.

Acoso sexual e impunidad

La precariedad laboral agudiza el problema del acoso sexual en el ámbito laboral, ya que éste es una de las formas de violencia contra las mujeres menos denunciadas por las dificultades que entraña probarlo a las autoridades y según se plantea la justicia para la mujer hoy en día. A esto se añade el miedo que tienen las mujeres a perder el trabajo ya que ella normalmente es la responsable del cuidado de los hijo/as y la existencia de muchas madres solteras. Otra de las 9

causas de que las mujeres sean más susceptibles al acoso laboral es por la concepción machista estructural de la mujer como objeto.

Sindicalización

El miedo ya comentado en el apartado anterior también repercute en la dificultad de ejercer la actividad sindical. A esto se la añade otra dificultad puesto que la mujer al tener que atender el hogar y a sus hijos dispone de muy poco tiempo. Todo esto vuelve más vulnerable a la mujer puesto que no puede luchar efectivamente para hacer cumplir sus derechos.

Legislación

En materia de la legislación laboral hacia las mujeres hay que establecer dos aspectos importantes, por un lado el carácter machista y discriminador como por ejemplo el art 3 de la Ley General del Trabajo que determina que “el personal femenino no podrá sobrepasar del 45% en empresas y establecimientos, que por su índole, no requieran el trabajo de éstas en una mayor proporción”. Este artículo establece una limitación del trabajo femenino mientras que para los varones no. Además de reconocer el carácter de división sexual de los trabajos.

La Ley General del Trabajo plantea una diferenciación de cuarenta y ocho horas semanales para los varones y cuarenta horas para las mujeres, este artículo, en la mayoría de los casos no se cumple, además establece leyes específicas en relación a la maternidad como la inamovilidad de la trabajadora embarazada en su puesto de trabajo, en instituciones públicas y privadas, hasta un año de nacimiento del hijo, y protege a las mujeres en estado de gestación que realizan trabajos riesgosos para su salud, además de contemplar 45 días de descanso antes y después del alumbramiento que se pueden aumentar en caso de enfermedad de la madre o el hij@.

Esta legislación además de ser insuficiente, reconoce a la mujer como única responsable de la reproducción y el cuidado de los hijos, esto demuestra la incapacidad del capitalismo de solucionar el problema de la mujer y la verificación de que en él, sólo se puede llegar a reformas legislativas. Estos derechos se deben ampliar y otros más, como casas cunas, guarderías, comedores que aún no son considerados se deben abordar.

Pero la ampliación de estos derechos, puede volverse en contra de la mujer por la libre oferta y demanda del trabajo, donde los empresarios no vean conveniente contratar mujeres por tener que satisfacer estos derechos. Es por ello que mientras se mantenga este sistema, debe haber leyes laborales específicas de discriminación positiva que establezcan un mínimo de mujeres contratadas en cada empresa.

Estos son algunos rasgos fundamentales para entender el carácter y el alcance de la legislación vigente, sin embargo es un ámbito mucho más amplio.

Limitación propiedad privada

Para todos los estratos sociales de productores agrícolas rurales, el acceso a la tierra es un factor clave como medio de producción. Pero los recursos y activos requeridos para la producción y la productividad todavía son inaccesibles para la mayoría de las mujeres rurales e indígenas por el débil reconocimiento de su categoría de productoras que las excluye de mecanismos de acceso a tierra, créditos, tecnología, asistencia técnica, capacitación técnica y productiva y otros factores como la herencia, más por usos y costumbres que por imperio de la ley.

Según los datos del INRA, en el periodo de 1997-2007, el 45% de lo títulos de propiedad están en manos exclusivas de los varones, frente al 17% de las mujeres. 10

En cuanto al acceso a los créditos por parte de las mujeres, se hace más difícil por el hecho de que las mujeres cobran sustancialmente menos que los hombres, por lo que les dificulta cumplir las condiciones requeridas por el banco. El promedio de ingresos mensuales de mujeres es de 799 bolivianos frente al Ingreso promedio mensual de hombres que alcanza a 1.038 bolivianos (VGAG, 2007).

Conclusiones

Analizando los diferentes tipos de discriminación laboral que sufre las mujeres bolivianas, se puede concluir que éstas emanan principalmente de la doble jornada de trabajo impuesta a la mujer, se pueden realizar reformas en este sistema que alivien en parte este peso que sufre la mujer . Por un lado, para que éstas reformas se efectivicen, el Estado tiene que poseer una gran cantidad de recursos, que no es el caso de un país semi- colonial y empobrecido, como Bolivia.

Por otro, estas reformas no atacan a las causas estructurales del patriarcado, siendo meras acciones paliativas, pues los avances de éstas políticas seguirán estando en pocas manos privilegiadas de hombres y mujeres.

En definitiva, podemos concluir que la verdadera liberación y emancipación de la mujer, no se producirá mientras esté esclavizada de las labores domésticas, y éstas son perpetuadas desde los inicios del capitalismo. 11

PLATAFORMA DE LUCHA DE LAS MUJERES EN MATERIA LABORAL:

Doble jornada Laboral:

Luchamos por la construcción de casas cunas, guarderías, comedores colectivos y públicos de buena calidad y para todas/todos.

Reivindicamos que las tareas del hogar, como la limpieza, administración y cuidado, sean totalmente compartidas por el hombre y la mujer.

Esto tiene que ser implementado mediante la educación formal e informal, y que el Estado se responsabilice de garantizar los mecanismos necesarios para la liberación de la mujer.

Además el Estado tiene que fomentar políticas de creación de empleo.

Mientras no logremos cambiar el sistema para solucionar los problemas estructurales, las reformas contempladas en la ley pero no cumplidas, sobre la disminución de la carga horaria laboral de la mujer tiene que ser ampliadas y cumplidas.

Todas estas demandas repercuten: en la estabilidad laboral y en la permanencia.

Demandamos la sindicalización inmediata de los trabajadores desde el momento que ingresan a la fuente de trabajo, pero con especial hincapié en las asalariadas por el miedo reforzado a perder el trabajo por el rol impuesto de reproductoras y madres.

Exigimos el contrato colectivo para los trabajadores y trabajadoras, para fortalecer la unión sindical.

Los beneficios sociales no deben ser igualados si no que deben atender a las particularidades, por ejemplo deben ser mayores en las madres solteras.

Reivindicamos que dentro del horario laboral se estipule 2 horas semanales para asuntos del sindicato, debido a que las mujeres por su doble rol impuesto en el hogar poseen menos tiempo para estos asuntos y abogamos por una mayor participación real de todos/as los sindicalizados. Este derecho debe ser tanto para trabajadoras y trabajadores en coherencia de nuestra lucha para que las tareas domésticas sean compartidas.

Ocupación laboral

Hay que acabar con el fortalecimiento de la naturalización de la división sexual del trabajo, que fomenta en todas las instituciones privadas y públicas, sobre todo en las escuelas.

Tiene que haber un mínimo de mujeres en cada empresa, o institución, sobre todo en aquellas que no se acostumbre a emplear mujeres. Esto evita que los empresarios no contraten mujeres por sus derechos específicos .Para ello es necesario que desde la educación intermedia y superior se ofrezcan becas y facilidades que alienten una mayor participación femenina en las carreras implicadas. 12

Acoso laboral

Luchamos por leyes que castiguen duramente a los agresores, sin contemplaciones de bajar la pena. Además de crear y fortalecer instituciones que hagan un control sobre ello y un servicio específico y eficiente para las víctimas. Además que trabajen junto los sindicatos de trabajadoras.

También reivindicamos políticas específicas para la lucha contra las sociedades patriarcales y de prevención para el acoso laboral.

Salarios

Salario ajustado a la canasta básica familiar, para de esta manera, reducir las horas extras muy perjudiciales para las madres.

Legislación

Abrogamos por una ampliación de las leyes en beneficio a la maternidad.

Más tiempo para la lactancia en el trabajo. Más días de descanso después del alumbramiento tanto para el padre como la madre. De manera de fomentar el compartir igualitariamente con las tareas del cuidado del hogar e hijos/as.

Propiedad privada

Reconocimiento de las mujeres como productoras para el acceso de tierras. Facilidades y fomento de políticas de acceso al crédito para la mujer, lo cual repercute en los derechos de propiedad hacia la mujer.

En el ámbito de la propiedad, es preciso aclarar que ‘este es importante en el sistema capitalista para que la mujer tenga recursos económicos, pero mantienen las relaciones de explotación capitalistas, en la revolución socialista no buscaremos este tipo de medidas reformistas si no que las medidas estarán orientadas a la socialización de los medios de producción.

Obreras de la fábrica Prosil, Cochabamba. Foto: Elisabetha GGV

DISCRIMINACIÓN POLÍTICA HACIA LAS MUJERES EN BOLIVIA

¿Porqué las Mujeres no lograran su liberación en el Capitalismo? 13

La violencia que reciben las mujeres en el ámbito político se genera en el conjunto de instituciones e instrumentos del aparato estatal que están al servicio de la burguesía del país y de las empresas transnacionales, representadas en su mayoría por varones ricos y blancos. Dicho de otra manera, el Parlamento, Gobierno y sistema judicial son instituciones que velan por los intereses de una pequeña élite, y que en su conjunto someten a las mujeres a una situación de violación de sus derechos a diferentes niveles (político, social y económico), además de llevar a miles de ellas a vivir en una situación de extrema pobreza.

Hay que aclarar que la situación de las mujeres, y especialmente el de las mujeres trabajadoras, no va a transformarse desde el actual sistema económico y político, el cual concentra la riqueza en una única clase, la burguesa. En el capitalismo lo único a lo que las mujeres pueden aspirar es a pequeñas reformas que sólo alivien su situación de manera precaria. La real lucha a la que hay que aspirar es a la de la consecución del socialismo.

Aún y así, tenemos el propósito de describir en este apartado la discriminación que reciben las mujeres en el ámbito de la participación política en el actual Estado burgués y de qué repercusiones han tenido estas medidas reformistas que pueden apuntar a una mejora en la condición de las mujeres.

La violencia en la participación política: el Estado es espacio de hombres burgueses

Las mujeres sufren mucha violencia y discriminación en los espacios de la institucionalidad pública y en su participación en el sector público. Algunas de las principales problemáticas son, por un lado, que muchas mujeres, sobretodo del ámbito rural y periurbano, no disponen de partidas de nacimiento o de cédulas de identidad, lo cual las limita en sus derechos civiles y políticos; y, por el otro, la discriminación que reciben para acceder a cargos públicos y la violencia que muchas de ellas sufren una vez que están en éstos.

La situación desde el 2005, cuando inicia el denominado Proceso de Cambio y la subida al poder de Evo Morales y el Movimiento Al Socialismo, fue de expectativas de mejora para las mujeres. Formalmente, en la Nueva Constitución Política del Estado, aprobada en enero de 2009, se garantizan sus derechos civiles, políticos, sociales y económicos, así como la sanción a la discriminación que en este sentido se produzcan. Algunos elementos a resaltar de este documento son el reconocimiento económico del trabajo del hogar y los derechos sexuales y reproductivos, esto es, “a tomar decisión sobre sus cuerpos”. También el Plan Nacional para la Igualdad de Oportunidades del 2008 (que es el Plan gubernamental para las mujeres) es bien crítico y denuncia la situación de las mujeres en el país, y progresista en cuanto a las acciones a desarrollar desde el Estado, lamentablemente pocas medidas se han llevado a cabo hasta el momento para efectivizarlo. Es de esta manera que, a pesar de la aprobación de estos documentos referentes, cabe mencionar que la situación de las mujeres de violencia y discriminación a diferentes niveles sigue siendo prácticamente la misma.

Algunas medidas que se tomaron a nivel legal previamente, en los años 90, para aumentar la participación política de las mujeres en Bolivia son la Ley 1704 de Reformas y Complementación al Régimen Electoral, conocida como la Ley de Cuotas, y la Ley de 1999 sobre Partidos Políticos. La ley de Cuotas fue incorporada al Código Electoral, ampliando las disposiciones acerca de la participación femenina al 30 % en candidaturas a concejos municipales, diputaciones y senadurías.

Sobre estas leyes, el antes mencionado Plan Nacional para la Igualdad de Oportunidades dice: “(…) la vigencia de estas leyes efectivamente ha incrementado los niveles de la participación de la mujer en las diversas instancias de decisión. No obstante lo anterior, aún no se cumplen los porcentajes establecidos legalmente como cuotas obligatorias a ser copadas por mujeres. Lamentablemente algunas medidas públicas de acción positiva para el fomento de la participación política de la mujer en la política han favorecido el uso instrumental de las mujeres. En una aparente priorización de los fines partidarios y sectoriales, los partidos políticos, organizaciones sociales, agrupaciones ciudadanas y dirigentes tienden a valerse de diversas estrategias, como sustituir a las mujeres electas por hombres o colocar a las mujeres en las listas electorales como “relleno”. Tales prácticas prebendales y clientelares contienen invariablemente una marcada orientación de diferenciación y exclusión de las mujeres.”

En efecto, todavía se mantiene una fuerte brecha entre la participación de las mujeres y los hombres en los diversos órganos de decisión de los tres poderes del Estado. Un ejemplo de lo anterior lo constituyen los siguientes porcentajes sobre la participación de la mujer hasta el año 2005: 10.17% en el Poder Ejecutivo; 14

20.90% en el Poder Legislativo; y 25% en el Poder Judicial. Cabe mencionar que, a pesar de que el actual Gobierno del MAS ha aumentado hasta el 50% el compromiso de presencia de mujeres en las instancias de decisión, esta cifra sigue lejos de cumplirse.

Otra problemática de relevancia en este campo es la violencia que reciben las mujeres con el objetivo de que renuncien a cargos provenientes de procesos electorales. Sobre esta cuestión existe una propuesta de Ley contra el Acoso y la Violencia Política en Razón de Género que data del año 2000 y que más de diez años más tarde todavía no ha sido aprobada. Remarcamos que, en Bolivia, cada año se denuncian decenas de casos de mujeres en cargos políticos que son acosadas y presionadas para renunciar, a veces desde sus mismos partidos políticos o desde la oposición de los mismos.

Sin embargo debe quedar claro que, desde nuestra posicionamiento ideológico, consideramos que la mayor participación política de la mujer en la administración del Estado burgués, no va resolver la situación de explotación, por el contrario simplemente las políticas reformistas de participación de cuotas de poder no han hecho más que separar la lucha de la mujer del verdadero proceso de liberación nacional y la constitución de un proceso revolucionario socialista, que es al cual se debe vincular a la mujer como actor emergente revolucionario que a su vez implique la verdadera emancipación de las mujeres.

Sobre las políticas reformistas

Desde los años 90 se han llevado a cabo en Bolivia una serie de medidas para visualizar el tema de las “mujeres” y aumentar su participación en las instituciones gubernamentales. En este sentido, queremos manifestar que el sistema de cuotas antes descrito, así como la creación de instituciones como el Viceministerio de Género y otros, son políticas reformistas que forman parte del feminismo liberal y que sólo quieren llevar a las mujeres a igualarse con los varones burgueses, esto es a paliar las necesidades de las mujeres burguesas. Así, como dicen las compañeras del movimiento feminista Mujeres Creando de La Paz: “No queremos el 30% del infierno neoliberal, sino todo el paraíso”, haciendo referencia a la Ley de Cuotas.

Incluso desde esta visión reformista, cabe mencionar que, en 2005, los presupuestos municipales dedicados a “Género” no llegaban ni al 1% del total; además que esta partida iba destinada básicamente a los SLIM (Servicios Legales Integrales Municipales), organismos burocratizados supuestamente con el objetivo de luchar contra la violencia hacia las mujeres, pero que poco hacen al respecto y con una visión burguesa del concepto familia. En este sentido, son organismos que apelan siempre en primer término por la reconciliación de las parejas, a pesar de las brutales palizas que puedan recibir las mujeres, antes que vislumbrar otras opciones, como es el divorcio y separación, lo cual fomentan sólo como opciones secundarias. 15

La lucha de las mujeres

Es importante recoger, en contraposición a la participación política de las mujeres en instancias burguesas, la participación política en las luchas sociales de las mujeres trabajadoras, campesinas y empobrecidas en Bolivia. Ésta es muy relevante más allá de que la Historia escrita por la burguesía, y básicamente por varones blancos, se encargue de borrarla a cada vez. Algunos ejemplos de la etapa reciente son el escaso reconocimiento de la participación de las mujeres en las movilizaciones de 2000-2005 en lucha contra el modelo neoliberal y el sistema capitalista. Estas luchas son la guerra del agua en Cochabamba (2000), la guerra de la coca en el Chapare y los Yungas (permanente), la reacción frente al “impuestazo” en La Paz (febrero de 2003), la guerra del gas en La Paz y El Alto (octubre de 2003), entre otras. En las mismas, las mujeres trabajadoras (ancianas, adultas, jóvenes e incluso niñas) se enfrentaron a la policía, la cual protege a los intereses de la burguesía y las empresas transnacionales (imperialismo).

En las movilizaciones que se producen en el país desde siempre hemos podido ver a las mujeres en los constantes bloqueos, marchas y otras movilizaciones de los sectores populares. En definitiva, en una constante y aguerrida defensa de los recursos naturales del pueblo boliviano, abanderando las luchas de la clase obrera y campesina. 16

PLATAFORMA DE LUCHA. DISCRIMINACIÓN POLÍTICA

1. Plena igualdad legal, política y social para las mujeres

a. Derechos civiles y políticos iguales para mujeres y hombres. Entre los derechos políticos, derecho al voto, derecho a ser elegidas en cualquier cargo político. Mientras existan las instituciones burguesas que representan los cuadro poderes del Estado (legislativo, ejecutivo, electoral y judicial), esto es, Parlamento, Gobierno y Tribunales, y de cualquier nivel (local, departamental, nacional e internacional), las mujeres deben poder formar parte de las mismas en igualdad de condiciones que los hombres.

b. Convocamos a las mujeres a organizarse y luchar de manera decidida contra el sistema capitalista y patriarcal a través de organizaciones mixtas y/o autónomas para transformar el actual sistema en vías de construir el socialismo, que en otras palabras implica el establecimiento formal de programas de formación política de carácter feminista marxista, reconociendo al socialismo como la única vía que libere realmente a las mujeres.

c. Promover la afiliación y participación de las mujeres en organizaciones políticas, movimientos sociales y sindicatos. Igualmente, derecho a participar como miembros de pleno derecho y a ser dirigentas de los mismos. Fomentar y fortalecer el derecho de las mujeres a participar en cualquier actividad pública y/o política, la cual debe ser desde un enfoque feminista marxista.

d. Establecer programas específicos de formación política sobre la emancipación de la mujer, dirigidos a mujeres y hombres, en organizaciones de base, sindicatos, instituciones públicas, enmarcado en un enfoque de lucha de clases.

e. Convocamos a la clase trabajadora a tomar conciencia de la importancia decisiva de la participación política de las mujeres, en este sentido hacer una revisión de los documentos de las organizaciones matrices de trabajadoras y trabajadores para reconocer la realidad opresiva sobre las mujeres y orientar la lucha política de clase en esta dirección. La inclusión de las mujeres es vital para el movimiento obrero y para alcanzar la lucha socialista, no sólo por ser más de la mitad de cada sociedad, si no por su lucha tenaz comprobada en la historia del movimiento obrero y los sectores oprimidos/as.

f. Promover mecanismos para que todas las mujeres bolivianas dispongan de certificados de nacimiento y cédulas de identidad para poder ejercer los derechos civiles y políticos. Que la extensión de estos documentos sea gratuito, de fácil acceso e inmediato.

g. Promover mecanismos de lucha contra la violencia hacia las mujeres electas para cargos en cualquier institución pública y de cualquier nivel (local, departamental, nacional e internacional), así como en organizaciones políticas y sindicatos. Creación de una Ley contra el Acoso y la Violencia Política en Razón de Género que se efectivice legalmente y se establezcan mecanismos de control y denuncia de los trabajadores en estas instancias.

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h. El sistema de cuotas: Una mujer en el poder no representa forzosamente a los intereses de las mujeres. Entendemos que la mera participación de mujeres, no debe ser de carácter individual y de carácter patriarcal o machista, la simple participación equitativa de las mujeres, no quita el carácter patriarcal y capitalista, por eso luchamos por una participación de las mujeres equitativa, pero con la finalidad de una emancipación de la mujer para construir un Estado Socialista. En otras palabras la lucha de las mujeres por su liberación está estrechamente vinculada por la construcción del socialismo y más aún un estado socialista no garantiza de hecho la liberación de la mujer, por tanto incluso dentro de un estado socialista la lucha de la liberación si bien puede verse fortalecida esta no debe concluir.

2. Acabar con la hipocresía, la degradación y la coerción de las leyes burguesas y feudales sobre la familia

a. Establecer medidas para acabar con los matrimonios forzados y la trata de personas y niños/as. Establecer leyes y órganos jurídicos que castiguen duramente estos casos, además de crear mecanismos de control y de vigilancia que involucren a la sociedad civil. Mecanismos de protección a los/as que denuncien.

b. Derecho el derecho al divorcio automático sea accesible a todos/as, ya que este derecho no esta lo suficientemente difundido además de que la asistencia legal es muy costosa y burocrática.

c. Acabar con la condena social que criminaliza el trabajo sexual, sensibilizando a la población mediante un análisis que demuestre las raíces de la necesidad económica de esta práctica. También la creación de leyes que las protejan integralmente y seguridad social obligatoria. Formación en salud sexual y reproductiva, así como en defensa personal. Guarderías para los/as niños/as de las trabajadoras sexuales y que se ejerza un control de las mismas por parte de la organizaciones de las trabajadoras.

d. Somos participes de la organización sindical de las mujeres trabajadoras sexuales, para que estas no solo luchen por sus derechos, sino que también se vinculen a los procesos de la liberación de la mujer y la construcción del sistema socialista.

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VIOLENCIA/EXCLUSIÓN DE LA MUJER EN SALUD Y EDUCACIÓN

SALUD

El sistema de salud en Bolivia está organizado por niveles (nacional, departamental y municipal) y en él conviven el sistema de salud público, el privado y el sistema de seguridad social. En el sistema de salud público destaca el Seguro Universal Materno Infantil (SUMI) que tiene cobertura nacional y cubre a las madres desde el inicio de la gestación hasta los seis meses posteriores al parto y a los niños hasta los cinco años de edad (ampliándose prestaciones en 2005 a mujeres no embarazadas hasta los sesenta años). El sistema de seguridad social es de afiliación obligatoria pero sólo para los trabajadores asalariados, por tanto no cubre a los/as trabajadores/as del sector informal, trabajadores/as independientes, campesinos/as, transportistas o trabajadores/as del hogar. Finalmente el sistema de salud privado hace referencia a compañías de seguros, de medicina pre-pagada y ONGs. Las personas que por sus características no accedieran a ninguno de los tres anteriores, estarían totalmente desprotegidos en términos de salud, no quedándoles otra alternativa que pagar por los servicios, con costos imposibles de asumir para las capas pobres y explotadas de la sociedad boliviana.

Mujer y Salud

La pobreza y las precarias condiciones de trabajo asalariado afectan a todas las clases oprimidas de la sociedad, hombres y mujeres, en Bolivia y todo el mundo. Sin embargo, en el caso de la mujer trabajadora, cuya presencia predomina en el comercio informal (sector sin acceso a ninguna prestación de Seguridad Social, precario, violento), el trabajo doméstico añadido que la somete a una doble jornada de trabajo y los riesgos específicos que enfrenta por ejemplo en los ciclos de reproducción biológica, definen un perfil de salud femenino distinto, no contemplado por el sistema de salud actual. Situación que todavía se agudiza más dadas ciertas variables como las étnicas, culturales, idiomáticas, etc.

Se puede afirmar que las causas principales de morbi-mortalidad de la población femenina tienen su base en el periodo de embarazo, parto y post parto1.

1 Según la “Encuesta Nacional sobre Exclusión y Discriminación desde la Percepción de las Mujeres”, 2006, de ahora en adelante denominado Encuesta Nacional de las Mujeres, por acotar la denominación.

Salud reproductiva

Bolivia continúa siendo el país con la mortalidad materna más alta de América Latina, debido a que, cada año mueren por causas evitables, aproximadamente 650 mujeres, es decir, 2 mujeres al día. Muchas mujeres, sobre todo en el campo, no acuden a los hospitales para recibir atención materna-infantil (ni durante el embarazo ni para consultas ginecológicas periódicas) por distintos motivos. No pueden pagar, tienen temor al mal trato recibido, los tiempos de espera son elevados, tienen vergüenza y la distancia al centro más cercano es 19

elevada (70% de mujeres reciben atención al parto en centros de salud del área urbana, frente al 22.03% en el área rural). Los hospitales en el campo son muchas veces elefantes blancos vacíos de equipos e insumos, y además el personal no está preparado ni sensibilizado para atender a las mujeres en función de sus necesidades y sus diferencias culturales. Pero lo que más llama la atención de todo es que un 40% de las muertes maternas ocurrieron en los servicios de salud. De manera que el servicio de salud no solo es insuficiente para todas sino que además no asegura una vida libre de enfermedad y desequilibrios en nuestros cuerpos2.

2 Los datos del presente párrafo proceden del Plan Nacional de Igualdad de Oportunidades, 2008.

Como dice el Plan Nacional de Igualdad de Oportunidades existe una relación directa entre nivel educativo y atención de la salud reproductiva de las mujeres. Las mujeres que se encuentran excluidas del sistema de salud son básicamente analfabetas, indígenas y residentes en el área rural. Las mujeres en el área rural tienen 4 veces más probabilidades de morir por complicaciones del embarazo, parto o post parto que las mujeres que viven en las ciudades. Lo que no dice es que esto responde al carácter burgués de un Estado que piensa en una sanidad y una educación para sostener a las clases medias-altas y altas, que ofrece un sistema de salud urbano, precario, que no se adapta a nuestras necesidades ni diferencias. Por tanto la discriminación responde a patrones culturales (mujeres y niñas indígenas) pero sobre todo de clase (mujeres y niñas pobres, campesinas, obreras, estudiantes…).

El cuerpo y la sexualidad

Bolivia es un país donde la sexualidad aún es un tema tabú, ni la educación formal ni la educación informal se encargan de abordar estos temas. Además las políticas públicas la salud, no atienden las necesidades diversas de las mujeres, apenas se consideran los perfiles epidemiológicos diferenciados por sexos y si se hace, solo giran alrededor de la maternidad. Es decir el sistema de salud en el sistema capitalista reduce a la mujer a su rol de madre y cuidadora, rol necesario para que el sistema imperante pueda mantenerse, debido al trabajo gratuito que realizan las mujeres (en el ámbito doméstico) y a su importancia para reproducir a la clase obrera.

En la Encuesta Nacional sobre Mujeres por ejemplo, se advierte que el conocimiento de los métodos anticonceptivos se ha ido ampliando hasta alcanzar al 87% de las mujeres, aunque sólo 2 de cada 10 mujeres los usen. Vemos que el conocimiento no es suficiente, que existen prejuicios, temor respecto a sus efectos, la decisión del cónyuge tiene mucho peso, y que no se cuenta con servicios accesibles de apoyo y consulta. Es decir el sistema patriarcal, penetrado ya en la mente de las ciudadanas y ciudadanos, no solo reduce a la mujer, bajo fenotipos culturales y religiosos, a sus roles impuestos ya citados, sino que además le niega la libertad de decidir sobre su cuerpo y la forma en que ejerce su sexualidad.

El Aborto

Aunque el SUMI contempla la atención de complicaciones hemorrágicas de la primera mitad del embarazo (complicaciones del aborto), en Bolivia el aborto se halla tipificado como delito en el Código Penal con dos años de cárcel. Hay algunas excepciones como que el embarazo sea producto de violación, rapto no seguido de matrimonio, estupro o incesto, o cuando la vida de la madre corre grave peligro. Sin embargo, la experiencia demuestra que hay una brecha gigante entre la formalidad del derecho y las condiciones que se dan para su ejercicio; 20

o sea el aborto legal estará en última instancia sujeto a la voluntad de “quienes ostentan el poder” (médicos y juristas) y a las características socioculturales y posibilidades económicas de la mujer. Por lo general la mujer es culpabilizada, tiene que asumir cualquier costo y finalmente realiza un aborto por la vía “no legal”, poniendo en grave riesgo su salud. Además en el sistema actual las mujeres son las únicas responsables del cuidado de los niños, es por eso que las mujeres no son dueñas ni de sus cuerpos ni de sus decisiones.

Seguridad Social

Con respecto a la afiliación al seguro social se observa claramente la desigualdad una vez más, entre un 66% de hombres afiliados y un 34% de mujeres. Las coberturas del SUMI son bajas, el seguro privado es caro y, en consecuencia, la mayoría de las mujeres (las más pobres) quedan excluidas del sistema. Las mujeres trabajadoras se encuentran sobre todo en el sector informal, y el trabajo doméstico realizado en la esfera familiar no es valorado ni económica ni socialmente, lo que supuestamente es un argumento sobre su condición de “no trabajadora”, dependiente de su fuente de ingresos (marido por ejemplo) y su falta de derecho a la protección. Exigimos un servicio de salud universal y público, pensado desde nuestras diferencias culturales y sexo, exigimos integrar en la educación pública temas de salud y sexualidad, así como la cobertura por parte del Estado del trabajo doméstico y del cuidado a nuestros/as hijos/as durante la jornada laboral del padre y la madre, de manera que la mujer pueda integrarse plenamente en el aparato productivo sin depender económicamente del varón y pueda ejercer su maternidad sin someterse a dobles jornadas laborales asociadas a su sexo.

EDUCACION

En Bolivia la educación fiscal es gratuita (tanto primario como bachiller) y obligatoria en el ciclo primario. Después de esto existe la posibilidad de continuar con educación superior, universitaria, técnica, etc.

Pese a los logros educativos, persisten problemas como un significativo analfabetismo general (13%), datos oficiales más actuales dicen que la tasa es menor al 10%, pero son poco confiables. La tasa de analfabetismo de la mujer es del 19%, , en el caso de las mujeres indígenas esta cifra aumenta al 38%. en comparación con sus pares varones, 7% y 14%, respectivamente. Estas cifras indican que en Bolivia el analfabetismo tiene rostro de mujer indígena. Así el grupo más numeroso de personas analfabetas en Bolivia son las mujeres que viven en el campo, grupo cinco veces mayor comparado con los hombres que viven en la ciudad. Si se considera que el 67% de toda la población analfabeta se halla en el área rural se puede comprender su exclusión de trabajos profesionales y su empuje a la migración.3 En cuanto a las brechas de género en la educación, es decir la diferencia entre hombres y mujeres, se puede observar una mejora o disminución de la misma (de un 16% en el 1992 hasta un 12% en el 2001). Sin embargo a pesar de esta reducción sigue afectando en mayor medida a las mujeres del campo4.

3 Los datos porcentuales de todo el párrafo han sido extraídos del Instituto Nacional de Estadística (INE), 2001.

4 Información de la Encuesta Nacional de las Mujeres. 21

El promedio de años de escolaridad aumenta a favor de las mujeres, de 3 años en el 1976 a 7 en el 2001, sin embargo para las mujeres del área rural solo sube de 1 a 3 años en el mismo periodo. La lentitud de este aumento demuestra que perviven factores que restringen la permanencia de la mujer en la escuela. Por niveles, podemos observar que en la matrícula escolar del ciclo primario prácticamente se cerró la brecha entre hombres y mujeres. La cobertura neta en secundaria alcanza apenas a 58,9% (58,4% mujeres y 59,5% hombres). Y finalmente el censo 2001 señala que el 13,10% de mujeres alcanza el nivel de educación superior frente a un 16,73% de hombres. La mejora más importante se ha dado en términos de abandono: las mujeres abandonan ahora la educación con menor frecuencia que los hombres y en todos los niveles (en 2001 la tasa de abandono es de 7% y 6% para hombres y mujeres respectivamente)5. Sin embargo hay que tener cuidado con el análisis de esta variable, ya que un menor abandono no implica un acceso de las mujeres al sistema educativo adecuado.

5 Información de la Encuesta Nacional de las Mujeres.

De estos datos se puede concluir que a pesar de que apreciamos que la mujer accede cada vez más a la educación en todos los niveles, abandona menos el colegio y es menos analfabeta, no hay que dejarse engañar por estos avances parciales. No han logrado la permanencia total de las mujeres en el sistema escolar, la situación en el área rural sigue siendo nefasta, no se han eliminado las brechas económicas, ni se asegura la futura inserción laboral de la mujer en condiciones dignas. El logro de mayores niveles educativos no ha conseguido revertir la situación de marginación en que la mujer se desenvuelve en los ámbitos de la economía, la participación política y en el conjunto de relaciones de la sociedad. Esto se debe a que las raíces que sustentan el sistema patriarcal presente en todos los ámbitos de nuestra sociedad (violencia personal, familiar y de Estado, exclusión del trabajo, de la salud, de la educación, de la visibilización de su participación política), no han sido tocadas.

Son varios los motivos que explican por qué las mujeres son apartadas de la educación. Las mujeres entrevistadas en la Encuesta Nacional de las Mujeres, aducen sobre todo la falta de recursos económicos familiares, que va estrechamente ligado al hecho de que las mujeres tengan que comenzar a trabajar desde temprana edad. Es decir la clase social de la que proceden las aleja de la educación y las acerca al trabajo asalariado temprano y precario. Otra razón que aparece con frecuencia es que los padres y las madres envían a estudiar preferentemente a los hijos varones. Lo que denota una discriminación explícita hacia las mujeres por creer a los varones más capaces o con más futuro. La distancia a la escuela también es un factor importante, al considerar las familias que expone a las niñas a riesgos de violencia sexual o emparejamientos tempranos. Por no hablar del acoso o los abusos que sufren muchas veces, tanto alumnas como profesoras, por parte de otros profesores o alumnos, tipificados en el Código Penal, pero pocas veces visibilizados y denunciados y con ínfimas garantías de lograr procesos judiciales para sus agresores. Esto pone de manifiesto la amenaza de inseguridad que sufren las mujeres con respecto a sus cuerpos así como las restricciones a las que este hecho las somete. Es muy significativo que parte de las mujeres entrevistadas expresan que para ellas no habría diferencia entre estudiar o no, con vistas a acceder a mejores trabajos. Las razones de esta apreciación son que los conocimientos adquiridos no se adaptan al mercado de trabajo, que la oferta laboral que se asigna 22

preferentemente a las mujeres (trabajos de cuidado o atención), no requieren altos niveles educativos o que tienen mucha mayor dificultad de acceder al mercado de trabajo. De esta manera podemos observar que realmente el mero acceso de la mujer a la educación no garantiza que se integren en el aparato productivo nacional.

Es decir la educación en el sistema capitalista, (los contenidos, el enfoque, las metodologías), está pensada para perpetuar en el poder a una determinada clase social, la burguesía. Así como para perpetrar la opresión que ejercen unos grupos de poder sobre otros, siendo la principal la de clase que mantiene el sistema jerárquico patriarcal, como base de sustento económico e ideológico, pero también aquella por motivos de raza, cultural, orientación sexual, etc. Al respecto hay que decir, que la incorporación de la mujer a la educación y al trabajo productivo, sino está acompañado de una socialización de las labores domésticas y reproductivas, no sólo no es un factor de emancipación sino que la castiga con una doble jornada laboral, dentro y fuera de la casa. Por tanto, como socialistas exigimos que estas funciones del ámbito doméstico sean satisfechas por el Estado, y que como eje fundamental de transformación en todos los ámbitos sociales, se encargue de crear una política educativa y un sistema educativo totalmente público en todos los niveles, (desde la primaria a la superior), adaptada a la diferente realidad del campo y la ciudad, cuyos planteamientos partan de una educación popular, liberadora, pensada desde las clases oprimidas, crítica, que deconstruya los roles socialmente impuestos a hombres y mujeres, y que permita a los clases explotadas de obreros/as, campesinos/as, comerciantes informales, estudiantes, salir de la pobreza a la que los condena el actual sistema económico. 23

PLATAFORMA DE LUCHA SOBRE SALUD Y EDUCACION

SALUD

1. Crear una política de salud pública cuyo enfoque se base en la prevención, promoción y atención de calidad y calidez, que respete la privacidad y que establezca programas de información y educación comunitaria, que además provea de todas las necesidades materiales (medicamentos, remedios naturales, infraestructura cómoda y no deshumanizada, etc.) de todas las ciudadanas y ciudadanos del campo y la ciudad.

2. Sistema de salud pública universal y de calidad en el área urbana y rural, asegurando la presencia de profesionales preparados para dar un trato adaptado a la diversidad cultural y las necesidades específicas de cada persona, el mismo debe ser descentralizado y que establezca políticas de formación a personas referentes de las comunidades y barrios que participen de la prevención y atención básica en salud en distintos niveles de organización social ya sea en fejuves, sindicatos, etc. Los esfuerzos deben ser más significativos en el campo debido a las condiciones materiales del sistema de salud en ésta área y a su diversidad cultural.

3. El sistema de salud pública debe prestar un servicio integral de salud reproductiva que termine con la reducción de la mujer a su rol reproductor de “madre” y “cuidadora” y que cubra, además del periodo del embarazo y el alumbramiento, todas las necesidades de información y atención integral (biopsicosocial y cultural) que se adapte a las mujeres en su diversidad.

4. Sistema de Seguridad Social para todas las trabajadoras y trabajadores, tanto del sector formal como informal, que garantice el cuidado integral de la salud de la persona. Los beneficios sociales de la mujer deben ser específicos, mientras no acabemos con el rol impuesto por el sistema capitalista que la condena a una doble jornada laboral, entre otras.

5. Estatizar todos y cada uno de los hospitales y centros de salud que están en manos de los capitalistas que mercantilizan el cuidado del cuerpo de los trabajadores y responden a una política imperialista y de salud reproductiva represiva que coarta a la mujer y la reduce a un mero sujeto de procreación. Estos centros han de estar bajo el control obrero y popular.

6. Integrar el programa de salud pública y comunitaria, como la sexual, en las currículas educativas (desde la primaria hasta la educación superior) con objeto de formar ciudadanas/os responsables, críticos y autónomos a la hora de ejercer sobre su propios cuerpos.

7. Centros de información públicos abiertos las 24 horas del día sobre temas de sexualidad donde se entreguen anticonceptivos gratuitos a las ciudadanas y ciudadanos. En aquellas comunidades donde el concepto de sexualidad sea distinto y con practicas propias, la información sexual y métodos anticonceptivos deberá enmarcarse en los usos y costumbres locales, siempre y cuando no respondan a concepciones machistas de la sexualidad.

8. Despenalización del aborto y su conversión en un derecho irrenunciable para todas las mujeres, no sujeto al cumplimiento de “requisitos patriarcas”, gratuito, en centros seguros donde se ofrezca información de calidad y el personal de salud no “victimice” ni “culpabilice” a las mujeres que lo ejercen. 24

9. Crear una política investigativa que promueva métodos anticonceptivos para los hombres y para las mujeres, además de que tengan menos efectos agresivos contra el cuerpo de las personas.

EDUCACIÓN

La gran mayoría de las características que planteamos que debe tener la educación no pensamos que se puedan dar en el capitalismo, siendo la educación la principal arma ideológica de la clase dominante. Solo vía revolución socialista se puede dar una educación tal como la que planteamos en esta parte de la plataforma.

Luchamos por una educación popular, emancipadora, transformadora, constructiva y liberadora.

1. Sistema de educación público universal para todos los niveles (desde primaria hasta el superior). Este sistema educativo ha de ser integral, crítico, en base a los planteamientos de la educación popular y que apunte a la liberación nacional del yugo imperialista.

2. Conformación de una currícula educativa inter-cultural creada desde los intereses y necesidades de las clases y sectores oprimidos, con objeto de fortalecer el aparato productivo del Estado vinculado a las realidades productivas rural y urbana pero con miras a transformar la realidad del sistema capitalista.

3. Replantear y transformar la currícula de todo el sistema educativo actual capitalista que perpetúa el poder en la burguesía y consolida el sometimiento de la sociedad por motivos de género, étnicos, cultural, diversidad sexual.

4. Desconcentración del sistema nacional de universidades, asegurando su presencia en el área rural.

5. La escuela, tanto rural como urbana, ha de facilitar espacios de aprendizaje del trabajo colectivo, productivo, a partir de las propias tareas que surjan en estos espacios y favorezcan su mantenimiento. En el campo, estas escuelas además han de ofrecer la posibilidad de residencia permanente a aquellos estudiantes que lo necesiten.

6. Poner fin al analfabetismo, que afecta con más fuerza a las mujeres indígenas del campo y empobrecidas/os, a través de un programa educativo urbano y especialmente rural destinado a este fin.

7. Priorizar la permanencia y promoción de la mujer en el sistema educativo mediante la dotación de facilidades de estudio para la mujer (profesoras y alumnas) embarazada o con hijos, becas, guarderías en los centros educativos, flexibilidad horaria, posibilidad de periodos de receso por causas familiares de fuerza mayor.

8. Asegurar la integridad física y emocional de las estudiantes y profesoras en el ámbito educativo, mediante la aplicación efectiva del Derecho Penal, bajo el control de las juntas de padres, centros de estudiantes, juntas vecinales. 25

VIOLENCIA FISICA-PSICOLÓGICA HACIA LAS MUJERES

Datos significativos del ejercicio de la violencia hacia la mujer

Contextualización general

El informe preparado por la “Encuesta sobre exclusión y discriminación desde la percepción de las mujeres”, así como el “Plan nacional para la igualdad de oportunidades en Bolivia” (2008) expresan que siete de cada diez mujeres sufre algún tipo de violencia en sus hogares, en un 75% de los casos tiende a ser repetitiva y no suele ser denunciada por las víctimas. Así mismo, los datos de la Policía nacional y específicamente de las Brigadas de Protección a la Familia en los últimos años expresa que se han registrado aproximadamente 50.000 casos de violencia en el país, desagregados muestran que el 25% es por agresión física, el 32% por agresión psicológica, el 1% por agresión sexual, el 24% son reportes de agresión “integral” (física, psicológica y sexual) y un 17% por otros tipos de agresión como ser abandono de hogar, abandono del marido a mujer embarazada, expulsión a mujeres del hogar, entre los más resaltantes.

En relación a la misma temática el Instituto Nacional de Estadística (INE) el 2006 muestra que 64% de las mujeres unidas o casadas han sufrido o sufren violencia por parte de su pareja, contra 13% que la sufren por otra persona diferente a la pareja. Este tipo de violencia es más frecuente en el área urbana (66%) que el área rural (60%).

Se debe señalar que en la mayoría de los casos el ejercicio de la violencia contra la mujer no es denunciado, esto por diversas razones algunas tiene que ver con la dependencia económica, otra tiene que ver con la dependencia afectiva, otra por el constructo social de familia, es decir solo con el fin de mantener “estable” la familia nuclear muchas mujeres prefieren no denunciar la violencia, en otros casos por prejuicios sociales como la vergüenza y en otros casos si bien se denuncia el ejercicio de la violencia, las instituciones como el sistema jurídico tiende a victimizar y re-victimizar a las agredidas y en otros casos, estas instituciones gubernamentales y no gubernamentales tienden a culpabilizar a la mujer por las situaciones de violencia y a deslindar responsabilidades en el agresor, o en otros casos tienden a perpetuar el ejercicio de la violencia vía acciones de conciliación de la pareja.

Lo que los datos no expresan es que el machismo siendo parte de la ideología dominante y siendo esta dominante en el capitalismo, a fin cuentas naturaliza la violencia de género considerando a la mujer como ser inferior.

Causas relevantes del ejercicio de la violencia contra la mujer

En Bolivia, a nivel general la falta de recursos económicos aparece como el principal motivo de violencia, tendencia que es reiterada en ciudades como El Alto y La Paz. Puesto que ambas ciudades presentan altos índices de pobreza, estos datos permiten establecer una estrecha asociación entre violencia y pobreza. Otro indicador es el alcoholismo aparece como importante generador de violencia en el hogar, este factor, que junto con el económico es el más relevante en ciudades como Cochabamba, pero también muy significativo en las otras ciudades del país, ubicándose como la segunda causa. Por lo general existe una relación entre ambos motivos.

El machismo como causa de violencia representa el un tercer factor de relevancia, con porcentajes relativamente mayores en La Paz, Santa Cruz y centros poblados. Cabe destacar que en Cochabamba y Santa Cruz el adulterio aparece como otra causa de violencia. Las razones culturales, el desempleo, y la falta de objetivos comunes son otros motivos, con bajas frecuencias que han sido reportados en los estudios antes señalados. 26

Desde la perspectiva de las mujeres, los aspectos más visibles, son la falta de recursos económicos y el alcoholismo; y son menos visibles los motivos relativos a las relaciones familiares y, específicamente, a las relaciones de género. Lo que es un indicador de la naturalización de la violencia contra la mujer el hecho de que el machismo lo mencionen como un factor separado de los demás y además como algo secundario.

Consecuencias del ejercicio de la violencia hacia la mujer

Las consecuencias de las agresiones son mucho más graves para las mujeres que para los hombres. El maltrato genera consecuencias psicológicas (miedo y temores, dependencia afectiva, además de una drástica reducción de la autoestima, depresión y otras secuelas) en el 73% de las víctimas mujeres, respecto del 26% de las víctimas varones. Produce daños corporales como moretones y dolores, en el 60% de las víctimas mujeres, contra el 17% de las víctimas de sexo masculino. El 14% de las mujeres sufren consecuencias físicas más graves (herida o hueso roto), frente al 5% de los hombres que sufren el mismo tipo de consecuencias del maltrato, y el 3% incluso llegan a perder algún órgano o parte del cuerpo, frente a menos del 1% de los hombres.

Obviamente, ningún varón resulta con embarazo terminado en aborto, como consecuencia de las agresiones, lo que le sucede al 3% de las mujeres. Finalmente, como consecuencia del maltrato, el 13,5% de las mujeres reportan haber faltado a su trabajo, respecto del 10% de los hombres.

Cabe señalar, que los datos no expresan es el feminicidio, que se presenta de forma alarmante y que la sociedad aún prefiere ignorar esta problemática.

Como una consecuencia común de la violencia en relación con la familia, se menciona que ésta empuja a los hijos a las calles (15,2%), lo cual puede considerarse como un dato referencial de la relación entre violencia y abandono del hogar. Entre otras consecuencias figuran: niños inseguros e inestables, niños con serios problemas de integración social, los hijos se dedican a la drogadicción, problemas de aprendizaje escolar e incluso la deserción. La incomunicación y el no compartir los problemas son otras consecuencias citadas, pero nuevamente se ve que es más fácil asociar la violencia con la desintegración familiar que con efectos relativos a aspectos relacionales, subjetivos, psicosociales y cambios del comportamiento de los hijos, o con relaciones de poder intrafamiliares.

Desde la perspectiva de las mujeres. La principal consecuencia que genera la violencia en el hogar es la desintegración familiar. La segunda consecuencia de la violencia, es que los hijos aprenden a vivir en violencia en el hogar, la tercera consecuencia es la reproducción de la violencia en las siguientes generaciones, dato significativo por cuanto puede considerarse como indicador de la comprensión de las mujeres entrevistadas acerca del fenómeno de la reproducción intergeneracional de la violencia en contexto de violencia.

Atención del Estado a la problemática de la violencia contra la mujer

Brigada de Protección a la Familia. Las bases legales a las cuales se abocan y dan fiel cumplimiento son: la Constitución Política del Estado, el Código de Procedimiento Penal, la Ley Orgánica de la Policía, la Ley 1674 y otras normas legales de nuestro país. Recordemos que el 15 de diciembre de 1995, se aprueba la Ley 1674 Contra la Violencia en la Familia o Doméstica con el alcance de aplicar sanciones que correspondan al autor, medidas de prevención y protección inmediata a la víctima.

Los Servicios Legales Integrales Municipales. Son instancias normadas por la Ley 2028, como organismos de apoyo para la lucha contra la violencia en la familia, y que deben funcionar en todos los municipios del país como parte integrante de los programas municipales de la mujer (PMM), siendo un servicio municipal permanente de defensa psico-27

socio legal a favor de las mujeres, para brindar un tratamiento adecuado a las denuncias de violencia y discriminación.

Es necesario mencionar que los SLIMS no existen todos los municipios y su carácter es eminentemente conciliatorio, que en definitiva defiende a la familia nuclear y patriarcal.

Lamentablemente y es de conocimiento público ambas instituciones presentan servicios deficientes, por diversas razones que van desde la falta de recursos económico para estos entes, la inestabilidad y carencia de personal, la movilidad de personal, la falta de formación especializada del personal; así mismo en el plano político administrativo existe negligencia política de parte de las autoridades para poder resolver la situación crítica de las instituciones citadas y finalmente cabe señalar que la administración de justicia lamentablemente no protege a la mujer agredida, la lógica político ideológica de los administradores de justicia sigue siendo patriarcal y machista lo que en conclusión perpetúa la impunidad del ejercicio de la violencia contra las mujeres.

Cabe también señalar que la Ley 1674 tiene un contenido patriarcal y machista, que lo ejemplificamos en aspectos tales como< se estipulan dos tipos de sanción por un lado se multa al agresor hasta un máximo de un 20% del salario mínimo nacional (815 Bs.) a favor del Estado y por otro lado se arresta al agresor por cuatro días, pudiendo ser cumplida los fines de semana, que en definitiva continúan perpetuando el ejercicio de la violencia contra la mujer. 28

PLATAFORMA CONTRA EL EJERCICO DE LA VIOLEMCIA HACIA LAS MUJERES

1. En primera instancia que cada junta vecinal, OTB, sindicatos, federación, conforme comités que aborden la problemática de la situación de la mujer, siendo no solo espacios de denuncia, sino espacios de formación y sensibilización y que estos órganos estén muy vinculación con el aparato supra estructural estatal, con SLIM DNNAS, Brigadas de protección a la familia, en los cuales se vincule la situación de violencia de la mujer con el sistema económico/social capitalista. Estos espacios también deben servir para la recolección de datos tanto cuantitativos como cualitativos actualizados y objetivos sobre la violencia contra la mujer. Estas organizaciones deben estar vinculadas con un ente matriz que tenga capacidad de incidir y crear políticas nacionales que aborden esta la problemática.

2. Plantear una nueva Ley y órgnos judiciales que realmente proteja a la mujer ante cualquier tipo de violencia y en la que se castigue a los agresores de manera ejemplificadora y a los deficientes servidores públicos, tal su vez debe estipular una temporalización de la atención de los casos para agilizar y efectivizar las denuncias. Esta Ley también debe dar mayor presupuesto a todas las organizaciones institucionales y de bases que velen por la seguridad de las mujeres. A si mismo debe establecer mecanismos efectivos de control social al interior de la instituciones del Estado. Donde trabajen personas sensibilizadas y cualificadas en todos los „ámbitos de la violencia contra las mujeres.

3. Que la nueva Ley en contra el ejerció de la violencia contra las mujeres, debe tener la existencia de abogadas/os de oficio, pagados por el estado, que defiendan a la mujer agredida. Se entiende que el sistema jurídico tiene que ser transformado para ser mucho más objetivo, eficaz, y debe velar por el principio de celeridad en el tratamiento de los casos, deben ser controlados por las instancias de control social.

4. Las causas de violencia contra las mujeres, están fuertemente fundadas en aspectos económicos del país. En ese sentido las medidas propuestas en otros sectores de la plataforma influenciarán significativamente en una disminución de la violencia contra las mujeres.

5. Siendo rescatados mecanismos ahora existentes como el SLIM, DNNAS, Brigada de protección de la familia, es necesario reconstruir y replantear estos organismos ya que es patente el no funcionamiento de estos.

6. SLIM

Los SLIMS no solo tienen que estar vinculados a la Ley municipalidades sino regidos por la nueva Ley que se está planteando, siendo responsables desde el „ámbito nacional hasta barrial, de manera que este funcionamiento corresponda a la política nacional de defensa de la mujer. 29

Como se planteó en anteriores partes de la plataforma, partimos de la transformación de una educación formal, patriarcal, imperialista y capitalista a una educación emancipadora y transformadora de cada sujeto y de la población en su conjunto, propagándose una responsabilidad para una justicia social. Así mismo se entiende que el personal técnico es elegido de acuerdo a criterios no solo técnicos, sino también cualitativos, tales como la sensibilización.

Las instancias de barrio que vayan a ejercer control a los SLIMs tienen que tener una coordinación intersectorial e interinstitucional, sus alcances deben llegar a los DNNAs y a las demás instituciones que involucren los derechos individuales. Por otro lado estas instituciones deben estar supeditadas a un órgano central, de manera que sus políticas sean coordinadas y respetando una política común. También las mencionadas instituciones deben presentar informes trimestrales al órgano central y a las organizaciones de base.

La política de estas instituciones debe partir del estudio y seguimiento de causa, considerando la conciliación como una posibilidad bajo circunstancias bien determinadas, pero de ningún modo como un fin en sí.

7. Brigadas de protección de la familia:

En el plano ideológico consideramos que la brigada de protección a la familia es una institución creada para mantener el núcleo patriarcal que es la base ideológica de la sociedad capitalista, es por su naturaleza una institución conciliadora, que pone ante todo la estabilidad de la familia, incluso ante casos de violencia en su seno. Por lo tanto no es una institución que pueda ser revolucionaria. En este sentido, no se trata de reformar la institución sino de plantear si la institución es necesaria. Incluso dentro de la sociedad capitalista, se lograran reformas más positivas para los miembros de la familia si la problemática de la familia se aborda de otra manera.

En este sentido, la institución se podría denominar simplemente brigada de la familia, avocada a proteger a los miembros y no a la familia en sí. Esta protección no debe ser solo individualmente sino también en relación con la comunidad.

La brigada de la familia que proponemos en sustitución de la brigada de protección de la familia actual, debe incluir casas de la mujer que no simplemente sean espacios de refugio de protección a la mujer agredida. En primer lugar deben depender del Estado y no de organizaciones no gubernamentales, segundo deben ser casas confortables, de infraestructura confortable donde haya espacios para una inserción laboral independiente, capacitación de diferentes oficios, formación política, terapia de grupo, psicológica, y donde las mujeres puedan reunirse, entendiendo estos espacios como espacios constructivos en vista a que su recuperación pueda ser aprovechada por el resto de la sociedad debiendo formar parte de las comisiones de protección de la mujer y participando en los órganos de base, dado que está comprobado que estas mujeres tienen una sensibilidad mayor para ayudar a quienes sufren lo que ellas ya superaron. El funcionamiento de las casas de la mujer debe ser comunitario y socialista comprobando que la familia actual puede ser reemplazada por una organización superior más solidaria y humana. 30

8. Des objetivación de la mujer

Entendemos como una violencia directa todo acto de objetivación de la mujer, naturalizado por el sistema de explotación capitalista, que reduce incluso a los seres humanos a la categoría de objetos, o meras mercancías. Como principales reproductores ideológicos de la objetivación se encuentra la publicidad marketing y medios de comunicación masivos. Es por ello que para acabar con esta práctica en la nueva ley antes mencionada se deberá sancionar duramente a toda la reproducción de objetivación de la mujer o todo sujeto tratado como objeto o mercancía, impulsando una reeducación humanizadora y liberadora de cualquier tipo de objetivación.

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