sábado, 12 de noviembre de 2011

Chile - Para mantener el lucro en la educación, el gobierno miente

José Ancalao
Fuente: The Clinic.
http://www.theclinic.cl/2011/10/11/para-mantener-el-lucro-en-la-educacion-el-gobierno-miente/

Una vez un general romano decidió traer la paz a las provincias
rebeldes matando a todos los ciudadanos. Tras eso, hasta sus
compañeros romanos quedaron en schock. Uno de ellos escribió:
¿qué significa crear desolación y llamarla paz?

Hoy, con todos los hechos actuales, vemos que el gobierno crea
desolación golpeando, matando niños y a eso le llama “mantener
la paz”.
Dejan que mueran con tal de mantener su economía viva,
mantener -en este caso- el lucro en la educación.

Los pobres deben ser admitidos en las universidades estatales.
Es inmoral para un gobierno democrático bloquear el ingreso
a la universidad por razones económicas. Eso se llama
segregación económica, y además, en nuestro caso, racial.
Bajo la excusa de que los 17 millones de chilenos no le
pueden pagar la educación a las 3 mil personas más ricas de
Chile, quieren seguir castigando al país. Pero, señor defensor
Mineduc, los más pobres ya le venimos pagando la educación
a los más ricos hace muchos años.
Le recuerdo que somos nosotros los que pagamos más impuestos
que cualquier empresa de ustedes.

Acá venimos pagando hace años el lucro de los más millonarios
y las casas que tienen en territorio mapuche. No es posible que
un pequeño grupo se quede con todo cuanto el país produce.
Mi padre es obrero forestal y mientras más trabaja más se
enferma. En cambio, las forestales al mismo tiempo más se
enriquecen..
¿o usted puede argumentar lo contrario?

Porque es imposible que un pobre reciba una educación gratuita
en una universidad pública que financian los impuestos de todos
los chilenos. La educación, señor abogado litigante, no es gratis.
Siempre la han pagado nuestros impuestos.
El problema es que ustedes están cobrando dos veces.

Su argumento se entiende como “no podemos dejar entrar esa
mayoría de pobres a la universidad. Es un despilfarro de dinero
tratar que una mayoría cambie lo que está condenado a ser. Es
imposible pues nos disminuye el universo de explotación.
¿Por qué es imposible entonces que recibamos una educación
adecuada?

Peor aún, como no hay argumentos que sustenten su negativa
pretenden hacer creer a Chile que el problema de la educación
son los encapuchados. Eso es tan intelectual como decir que el
problema de la pobreza son los pobres. Para sorpresa del
Ejecutivo el problema de la pobreza no son los pobres, sino una
consecuencia de acciones ejecutadas por el Estado que ha
propiciado el enriquecimiento de pocos a costa del empobrecimiento
de muchos. Por si no lo sabían uno nace pobre, no tiene
posibilidad de elegir.

Y a sorprender de su sapiencia, el problema del lucro en la
educación no es culpa de los estudiantes. Nosotros somos
víctimas de un sistema mal hecho que beneficia a pequeños
grupos a costa del sacrificio de todo el resto.
Para solucionar el problema promueven una Ley de
criminalización de la protesta social pacifica, como si fuera
un delito manifestar el descontento.
Para nuestro gobierno debemos decir ¡sí señor! a cada
iluminación de su divina providencia. Así seriamos muy
apreciados y pacíficos. Sin embargo, le recuerdo que bajo
el argumento legal de Kelsen, Hitler mató legamente a miles
de judíos. Esa ley era legal pero inmoral e injusta. Ahora ocupan
el mismo fundamente hitleriano, y creo que al menos el ministro
del Interior, entre otros, deberían oponerse, por consecuencia.

Es inmoral e injusta y no puede ser ley. Yo, por ejemplo, sería
el primero en abogar por obedecer leyes justas. Uno tiene no
sólo un marco jurídico, sino una responsabilidad moral de obedecer
las leyes justas. Por el contrario, también uno tiene la
responsabilidad moral de oponerse a leyes injustas. En suma, una
ley injusta es un código que un grupo minoritario con solo un
20% de apoyo ciudadano con el poder obliga a una mayoría a
obedecer, pero no que rija para él. Así se convierte en la
legalización de la injusticia.

Estos días en diversos medios me catalogan como un duro, un ultra.
Un extremista por haber cometido el pecado de ser dirigente
mapuche y estudiante. Eso dice nuestro gobierno. Yo les pregunto
¿no fue el libertador de Chile un extremista de la libertad?
¿No fue Jesús un extremista del amor al prójimo? Mi querido
jurista y ejecutivo, como dijo Thomas Jefferson, “sostenemos que
estas verdades son evidentes por sí mismas, que todos los
hombres son creados iguales”.

Porque necesitamos las mismas oportunidades que las que tienen
ustedes. Así que no me preocupa que me traten de extremista,
sino ¿qué clase de extremistas seríamos? ¿Acaso somos nosotros
los intransigentes? ¿Los extremistas del odio, que disparan a
jóvenes y niños, que castigan las protestas justas y violentamente
se imponen por la fuerza del poder político y económico mediante
el estado de derecho?, No, no somos esos.
Inteligentemente usted puede preguntar ¿no es la negociación
un mejor camino?”. Tiene toda la razón, es la negociación. Para
eso hemos presionado y marchado, para negociar, pero aún no
recibimos nada. Entonces… ¿quién es el violento e intransigente?
¿quiénes son los duros?


Portavoz de la Federación Mapuche de Estudiantes, Femae,
y miembro de la mesa ejecutiva de la Confech.


No hay comentarios:

Publicar un comentario