Mario Paz.
Secretario de Los Hijos
de Mafalda
Apunte N° V
El Neoliberalismos
Pre-industrial Chileno.
Todos buscamos conocer la verdad
Para poder establecer la razón
Pero no podemos llegar a la verdad sin conocimientos
Y sin conocimientos no podemos tener la razón
Por lo tanto, el que niega el conocimiento
No puede conocer la verdad
Y sin conocimientos que nos lleven a la verdad
Jamás podremos tener la razón
En Chile, uno de los temas de
mayor discusión, hace referencia a la economía, y del mismo modo todos los
teóricos establecen que, “todo el quehacer social depende de la economía”,
aunque algunos pueden asegurar que todo el quehacer social depende del trabajo.
Asumiendo como verdad la primera
premisa, hoy podemos asegurar que la política como mecanismo de organización
del Estado, ya no están importante como hace algunas décadas, ese lugar en la
actualidad fue ocupado por la economía. Esto sólo indica que la economía es más
importante que la misma política, y que la política a pérdido su capacidad organizadora
de toda la sociedad, en consecuencia la economía a pasado a ser el eje rector
de todo el quehacer humano, y para poder contralarla debemos hacer cualquier
cosa, como engañar, manipular, mentir e incluso matar a un porcentaje del
pueblo con el objeto de tener el control total de esta tan deseada economía.
Pero la economía no se rige
sola, por el contrario, hace ya algún tiempo había un tal Adam Smith, que
escribió un libro hace muchos años, donde aseguraba que “existe una mano
invisible que regula el mercado”, y regular el mercado es regular la economía,
esto quería decir que hay una mono invisible que regula los procesos de
producción e intercambio de bienes y servicios, y en una de esas puede ser el
mismo dios él que controla la economía, pero en realidad no, dios está
demasiado ocupado para preocuparse por leseras como la economía.
Después de Smith, aparece otro
viejo de apellido Marx que tenía un amigo de apellido Engel, que fundaron toda
su teoría en el examen histórico y material del proceso económico. Pero las
casualidades de la vida, terminaron enfrentando estas dos posiciones, donde por
un lado está, esta la mano invisible que regula la el mercado en consecuencia
la economía y por el otro, se encuentra un grupo de sujetos conocidos como
burgueses, que en ningún caso son invisibles, que se apropian de la producción
y monopolizan el mercado, en consecuencia dominan la economía. Esto es sólo a
grandes rasgos, ya que no nos interesa profundizar respecto de ésta dicotomía
teórica y práctica.
Lo que nos interesa, es dejar
claramente establecido que hoy, y no sólo en Chile, el eje rector del quehacer
cotidiano es la economía, la que se adscribe específicamente al sistema
capitalista de producción, por lo menos en el discurso, ya que en la práctica,
por lo menos en Chile, estamos viviendo en un modelo económico con claras
características pre-industriales, y que al mismo tiempo se auto clasifica como
neoliberal, concepción que la gran mayoría de las fuerzas de izquierda asumen
sin mayores discusiones, exceptuando a los cabros de Acción Directa, que no
aceptan el concepto, además aseguran que estamos viviendo en un modelo
capitalista tradicional.
Pero ¿Qué es un modelo
capitalista?, pues bien “para definir el capitalismo es necesario definir sus principios básicos,
ya que no existe un consenso sobre su definición. Generalmente, el capitalismo
se considera un sistema económico en el cual la propiedad privada desempeña un
papel fundamental. Este es el primero de los principios básicos del
capitalismo. Se incluyen también dentro de éstos la libertad de empresa y de
elección, el interés propio como motivación dominante, la competencia, la
importancia del sistema de precios o de mercado y un reducido papel del
gobierno (Estado)”[1].
Podríamos agregar que un sinónimo de capitalismo es empresa, como también
sinónimo de capitalismo es industrialización, y la mejor imagen que ejemplifica
al capitalismo es la gran fábrica en forma de galpón, con portones anchos por
donde circula un gran número de trabajadores, ello asociado a grandes chimeneas
por donde sale humo, que representa el proceso de producción.
Pero bien, el tema central de
este apunte es como vivimos en un modelo neoliberal, pero que desde el punto de
vista económico es pre-industrial, en consecuencia no es capitalista. Para
poder mantener nuestras afirmaciones debemos comenzar a describir la economía
nacional, cuáles son sus áreas de desarrollo, importación y exportación, además
de describir el tipo de empresa existente en Chile.
Pero antes de comenzar a justificar
nuestras afirmaciones, debemos primero definir que es la economía, para que
todos entendamos lo mismo.
La Economía es la ciencia social
que estudia el comportamiento económico de agentes individuales de producción,
tales como el intercambio, distribución y consumo de bienes y servicios,
entendidos estos como medios de satisfacer necesidades. Otros establecen que la
economía, es la ciencia que se dedica a la administración y distribución de un
conjunto de bienes y servicio escasos. Pero para no quedarnos cortos de
definiciones, pongámosle algunas más. Es así como “El término economía es una
expresión que proviene del latín «economía», y este, del griego «oikos» que
significa Casa y «nomos» que significa administración (administración de una
casa). El título «oikonomikos», de la obra de Jenofonte (430-355 a. de AC.), se
considera la primera contribución global a la formación de la ciencia
económica”[2]. Por otro lado “Gregory Mankiw, autor del libro
"Principios de Economía", considera que el término economía proviene
de la palabra griega que significa "el que administra un hogar". A
criterio de Mankiw, los hogares y la economía tienen mucho en común, debido a
que la sociedad al igual que un hogar, debe gestionar adecuadamente sus
recursos ya que éstos son escasos”[3].
Ahora que tenemos claro que la
economía, es la forma de administrar una casa, entendiendo que un país es como
una gran casa, y por lo mismo debe administrar los recursos escasos de esta
gran casa país, para que todos los que vivimos en esta casa podamos obtener los
bienes y servicios que nos permitan vivir cómodamente. Entendiendo cómodamente,
como la propiedad de una vivienda, acceso a la salud, ocupación laboral, acceso
a educación de excelencia académica y todos los beneficios que debemos obtener por
la ejecución del trabajo que realizamos y el respeto a las normas que la misma
casa a impuesto para un mejor desarrollo.
Lo ya expuesto suena súper
bonito, pero la realidad nuevamente nos muestra que es todo lo contrario.
Primero para tener nuestra vivienda, o salud y pensión para la vejez, debemos
trabajar. Para que trabajemos, nuestra gran casa país debe generar fuentes de
empleo, las que deben ser creadas por los empresarios según el modelo
capitalista, para ello los empresarios deben crear industrias productivas, que
contraten personas que vendan su fuerza de trabajo, la que finalmente se
transforma en productos intermedios o productos finales, que podremos utilizar
para la producción de otros bienes en el caso de los productos intermedios, o
que podremos consumir directamente en el caso de productos finales, en un
proceso de intercambio en el mercado.
El párrafo anterior, hace
referencia a una cadena productiva industrial, donde intervienen muchas
personas en diversos procesos de transformación de materias primas o productos
intermedios al interior de una empresa, por lo tanto, expone precisamente un
sistema capitalista de producción y distribución. Las personas que intervienen
en las cadenas productivas, por lo general nunca se llegan a conocer, ya que
todas esas personas realizan solamente parte del trabajo, y otras personas
ejecutan otras cadenas productivas, que tiene como finalidad satisfacer otras
necesidades.
Hasta este punto la cosa está
medianamente fácil, por lo mismo debemos comenzar a complicarla un poco, para
ello debemos en primer lugar establecer claramente que es una cadena
productiva, para posteriormente, presentar por lo menos dos tipos de cadenas
productivas que se asociaran directamente a un tipo de modelo de desarrollo.
Para continuar, debemos exponer
el fenómeno de lo general a lo particular, esto quiere decir que comenzamos
describiendo lo más grande a lo más chico. Lo primero que debemos establecer es
que, las cadenas productivas están determinadas por el tipo de sociedad y economía
que ellas desarrollan. Para profundizar un poco más sobre este tema, haremos
referencia a un científico Francés de nombre Émil Durkheim que a finales del
siglo XIX y comienzos del siglo XX, clasificó a las sociedades según el tipo de
solidaridad que en estas se ejecuta. Para Durkheim existen dos formas de
solidaridad social: “Una es la solidaridad basada en una gran participación de
creencias, valores, costumbres, que Durkheim llamó solidaridad MECÁNICA”. La
solidaridad MECÁNICA es el aglutinante que une a las sociedades pequeñas,
sencillas y tribales, en donde cada uno mira el mundo en idéntica forma y se
compromete en actividades semejantes. Este tipo de solidaridad implica también
un tipo de empresa, que por las labores de producción que se ejecutan, estarán
asociadas a la microempresa familiar, donde los trabajadores son familiares que
no perciben un sueldo o salario por su trabajo.
“Las sociedades grandes,
complejas y modernas por el contrario, están tejidas solidariamente por lo que
Durkheim denominó la solidaridad ORGÁNICA, que establecen interdependencia
entre los sujetos, que se basa en una división compleja del trabajo”. Las
empresas que caracterizan a este tipo de solidaridad social, son las grandes
empresas productivas, donde los trabajadores realizan sus funciones a cambio de
un salario, que les permite adquirir bienes y servicios en el mercado.
Según Durkheim y otros autores,
tenemos dos tipos de sociedades, unas pequeñas que satisfacen sus necesidades
básicas con una baja división social del trabajo, pues no existen complejidades
y los sujetos que componen dichas sociedades tienen relaciones cara a cara, eso
quiere decir que por lo general se conocen. Ahora bien, este primer tipo de
solidaridad, caracteriza directamente a las sociedades agrícolas y rurales,
donde los procesos de intercambio, o participación de mercado es muy limitada,
ya que los miembros de estas sociedades satisfacen sus necesidades por medio de
su propio trabajo.
Para comprender mejor el
concepto de baja o alta división social del trabajo, expondremos un ejemplo:
Una baja división del trabajo, establece que un sujeto puede satisfacer de
forma independiente un conjunto de necesidades básicas. Tomemos el caso de una
familia que trabaja en la agricultura, ellos trabajan en conjunto la tierra,
desarrollando todos los procesos, como es el arar, sembrar, regar, y cosechar,
pero al mismo tiempo, una vez terminado el trabajo diario, deben dirigirse a
sus hogares para, hacer el pan, pues no hay panaderías. Cuando la familia
crece, son ellos mismos los que realizan el trabajo de construcción y
ampliación de sus casas. Cuando sus zapatos se destruyen, ellos mismos los
arreglan, o se confeccionan nuevos, lo mismo ocurre con la ropa, las fuentes,
platos y diversos enseres para el hogar. Si existen elementos de metal que
ellos no pueden construir, los consiguen vía intercambio o compra con el único
sujeto que realiza ese trabajo, el herrero, el que se especializa en la
producción de un conjunto básico de herramientas. Cuando algo falta, nadie sale
a vitrinear o realiza cotizaciones de
precios, pues como todos se conocen, ya saben cuáles son sus especialidades,
por lo mismo saben claramente a quien recurrir. Todo esto también se puede
explicar por el nivel de especialización de los sujetos que conforma la
sociedad, “a menor división social del trabajo, menor nivel de especialización
de los sujetos”, y a menor nivel de división social del trabajo menor creación
de industrias.
En segundo lugar tenemos a las
sociedades complejas o modernas, donde existe una amplia división social del
trabajo, donde los sujetos que la componen no pueden conocer cara a cara a los
restantes miembros de su sociedad. Estas sociedades son las industrializadas o
capitalistas, con amplia participación de mercado. Lo que quiere decir es que
las personas que componen este tipo de sociedades trabajan a cambio de un
salario, lo que los obliga posteriormente ha intercambiar su salario en el
mercado por bienes y servicios.
El mejor ejemplo, para
caracterizar a estas sociedades, es la compra del pan, pues, nadie tiene tiempo
de hacer pan, ya que trabajan todo el día en una sola área económica, por un
salario o remuneración que es intercambiado por otros bienes y servicios. Si no
tienen tiempo de hacer pan, menos tiempo tienen para hacerse la ropa, el
calzado, la mesa y las sillas, todos estos bien deben ser intercambiados en el
mercado por el salario obtenido por la venta de su fuerza de trabajo. Podemos
conocer al vendedor que nos ofrece la ropa,
el calzado, la mesa y las sillas, pero no conoceremos quien las fabricó,
y menos conoceremos quien sembró la tierra y cultivó los bosques que produjeron
las materias primas para su elaboración. Esta es una sociedad industrial,
capitalista o de libre mercado. Todo esto también se puede explicar por el
nivel de especialización de los sujetos que conforma la sociedad, “a mayor
división social del trabajo, mayor nivel de especialización de los sujetos” y a
mayor nivel de división social del trabajo mayor creación de industrias. Una consecuencia directa de los altos niveles
de especialización, es una amplia gama de leyes o normas que regulan el
comportamiento social de los individuos, ya que el hecho de no conocer a los
demás miembros de la sociedad establece desconfianzas, asociadas a la propiedad
privada, lo que implica la creación de leyes que regulen todo.
Ahora, debemos tratar de
explicar lo que son las cadenas productivas, concepto que responde
especialmente a los modelos de producción capitalista, ya que establecen un
conjunto casi infinito de procesos que terminan con un producto final, que es
lo que nosotros finalmente consumimos.
Para hacerlo más práctico,
expliquemos una cadena productiva específica, como la del lápiz de pasta bic,
ese que todos usamos. Para que nosotros tengamos un lápiz de pasta en nuestras
manos, primero debemos establecer cuáles son las materias primas que se
utilizan para su elaboración. En primer lugar debemos establecer que el lápiz
de pasta es plástico, y el plástico se obtiene mediante el trabajo sobre materiales sintéticos obtenidos mediante
fenómenos de polimerización o multiplicación semi-natural de los átomos de
carbono en las largas cadenas moleculares de compuestos orgánicos derivados del
petróleo y otras sustancias naturales. Esto quiere decir que para construir un
lápiz de pasta necesitamos petróleo. Para conseguir petróleo requerimos a un
conjunto de profesionales que realicen diversos estudios geográficos y
químicos para detectar la existencia de
petróleo. Ahora bien, los profesionales deben ser entrenados o educados por
alguna institución, grupo o asociación que haya acumulado conocimiento sobre
¿cómo encontrar petróleo?, y por otro lado, se requiere de herramientas que nos
permitan realizar dichos estudios, porque tendremos que aceptar que a simple vista
no podemos encontrar petróleo. Además requerimos transporte para ir en busca de
lugares donde pueda existir esta materia prima básica y fundamental para
construir un lápiz de pasta. Bien, olvidémonos de eso, ya tenemos el petróleo,
así que podemos comenzar a realizar la producción de plástico para el famoso
lápiz, pero también debemos contar con las herramientas y las maquinarias
especializadas para la producción de plástico, para poder hacer lápices de
pasta. Las máquinas por lo general son o tienen componentes metálicos, entonces
necesitamos comenzar una nueva cadena productiva que establezca de donde viene
el metal, como lo encontramos, quien lo extrae, quien lo elabora y quien lo
transforma en máquina, sin contar todos los transportes que se deben realizar
de un lugar a otro en el proceso de elaboración de la famosa máquina para
producir lápices de pasta. Sin contar a los técnicos y profesionales
especializados que elaboren el plástico, diseñen la maquinaria, la operen y que
finalmente construyan el lápiz de pasta. Ya no nos hagamos más atado, tenemos
construido el lápiz de pasta, pero nos falta la tinta para el lápiz de pasta,
en consecuencia debemos comenzar a examinar nuevamente la cadena productiva de
la pasta para lápices. Pero no se preocupen, ya tenemos la tinta, nos falta
finalmente la punta de nuestro lápiz de pasta, la que es una “bola generalmente
de acero o tungsteno que, en contacto con el papel, dosifica la tinta a medida
que se la hace rodar, del mismo modo que un desodorante de bola”. Entonces
nuevamente debemos recurrir a la cadena productiva del acero o tungsteno, y
comenzar nuevamente el proceso que determine su cadena productiva.
Finalmente,
debemos comprender que para que un lápiz de pasta esté en nuestras manos,
también debemos considerar el transporte, el que se realiza del país donde este
fue elaborado, esto quiere decir que debemos contemplar transporte en camiones,
barcos, trenes y demases, solamente para que lleguen a un lugar de
distribución, donde sean vendidos a intermediarios, o comerciantes que
nuevamente deben transpórtalos y venderlos, o intercambiarlos por dinero,
dinero que nosotros los compradores obtenemos mediante la venta de nuestra
fuerza de trabajo.
En una sociedad
agrícola, la cadena productiva se limita a la selección de la semilla, el arado
de la tierra, la siembra, el cuidado, el regadío y la cosecha, que es realizada
por un grupo reducido de personas, que se conocen cara a cara.
Una vez establecido tanto el
concepto de economía y tipo de sociedad, el concepto de división social del
trabajo, y lo que son las cadenas productivas, podemos recién preguntarnos ¿En
qué tipo de sociedad vivimos actualmente? y ¿Qué tipo de economía existe en
Chile?.
¿En qué tipo de sociedad vivimos actualmente?
Según los antecedentes que todos
tenemos, la sociedad chilena cuenta con una alta división social del trabajo,
por un lado no conocemos a las personas que producen las cosas que consumimos,
situación que se debe principalmente a que muchos de los bienes que consumimos
son comprados en el extranjero. Además no existe una relación cara a cara entre
las personas, incluso, muchos miembros de nuestra sociedad no conocen NI a sus
vecinos, por otro lado, todos trabajamos largas horas por un salario, y gracias
a esta situación no nos queda tiempo para producir independientemente otros
bienes, como pan, zapatos, ropa y demases. Frente a lo expuesto podemos
asegurar que vivimos en una sociedad con un alto nivel de especialización de
los sujetos que la conforman.
Debemos agregar que el marco normativo
nacional es muy extenso, que es el resultado de vivir en una sociedad muy
compleja, y por su extensión es casi totalmente desconocido por los miembros de
nuestra sociedad, lo que se traduce en que las normas que conocemos y
respetamos por lo general los chilenos son los 10 mandamientos. Gracias al gran
marco legal existente en nuestro país, aseguramos que vivimos en una sociedad
muy compleja en consecuencia con solidaridad ORGÁNICA, moderna, industrial,
capitalista y de libre mercado, pero por otro lado como la mayoría de los
chilenos conocemos y respetamos principalmente sólo los 10 mandamientos,
podríamos asegurar que vivimos en una sociedad con solidaridad MECÁNICA, donde
nos conocemos todos ya que mantenemos los mismos valores, pero bien, eso es
harina de otro costal. Finalmente por la complejidad y el nivel de utilización
de tecnología existente en nuestro país, podríamos en consecuencia asegurar que
en Chile existe una sociedad con solidaridad ORGÁNICA, con una alta división
social del trabajo, expresado en grandes cadenas productivas industriales, en
consecuencia una sociedad capitalista de libre mercado.
Que en Chile exista una sociedad
capitalista de libre mercado, suena hasta lógico y totalmente racional, pero un
conjunto de antecedentes básicos, podría discutir esta afirmación, y dichos
antecedentes, comienzan precisamente con el modelo económico de producción
existente en nuestro país.
¿Qué tipo de economía existe en Chile?
Según las autoridades
competentes vivimos en una sociedad capitalista, industrial donde funciona a la
perfección el libre mercado, el cuento es que al examinar las áreas productivas
de nuestra nación nos percatamos que sólo producimos a nivel masivo productos
agrícolas, productos marinos, y principalmente productos mineros, productos
naturales y que además están concentrados en un grupo limitado de empresas y
que son propiedad de un grupo muy reducido de sujetos. Lo relevante de esta
situación es que, estas áreas de la producción, establecen una baja división
social del trabajo, lo que implica directamente cadenas productivas reducidas y
limitadas, las que pueden ser descritas
fácilmente.
Las áreas de producción y la
limitación de las cadenas productivas chilenas, cuestionan claramente el que
estemos viviendo en un sistema capitalista industrial de libre mercado, pero al
mismo tiempo entendemos que NO vivimos en una sociedad agrícola, en
consecuencia podríamos asegurar que la economía chilena se encuentra en un
estado pre-industrial. No se preocupen, ahora viene
la justificación de nuestra aseveración.
Si examinamos una área productiva como la pesca que
en nuestro país debería ser muy rica porque tenemos más de 3600 kilómetros de
costa. En esta área productiva, lo primero que debemos entender, es que explota
recursos naturales, ya que los peces no se producen, son recolectados, en
barcos, buques, lanchas y chalupas. Por lo mismo la cadena productiva debemos
buscarla inicialmente en los astilleros, entonces, la pregunta es ¿cuánto
astilleros hay en Chile?, y la respuesta es que hay varios, pero sólo 5 de
ellos se dedican a la producción de naves, y de estos 5, uno el “Astillero Kahuel,
produce embarcaciones destinadas a empresas salmoneras”, un segundo astillero
que es ASMAR, es una empresa destinada con exclusividad la Armada, que
principalmente da mantenimiento de los buques de la Armada”, una tercera
empresa el “Astillero Inconaci, es una empresa dedicada a la construcción de
embarcaciones y artefactos navales, tales como Transbordadores, Catamaranes,
Lanchas, Barcos, Pnagas de Remolque, Pontones con Bodega y Trimaranes”, tenemos
el “Astillero Marco Chile, que se dedica a la construcción de naves pesqueras
de acero mayores y de yates de expedición” y al “Astillero Marco Grup, que se
dedica a la construcción de naves pesqueras mayores y de yates de expedición y
apoyo”[4].
La información nos indica que la producción de naves para la pesca en
Chile es muy limitada para un país que tiene más de 3600 kilómetros de costa, y
al mismo tiempo, los insumos para realizar dicho trabajo son obtenidos vía
compra al extranjero, principalmente son importados, lo que determina una
cadena productiva chilena muy limitada, ya que se reduce a un par de
intermediarios que realizan la compra y venta y su posterior reventa, sin
generar cadenas productivas.
Al considerar el área de la agricultura, nos enfrentamos a una situación
similar, con la diferencia que este proceso no sólo implica recolección, ya que
implica selección o compra de semilla seleccionada, que luego es sembrada en
tierra que es trabajada o arada, regada, fumigada, para finalmente ser
cosechada. Este proceso se aplica a todo producto de la tierra, ya sean
manzanas o pinos para la elaboración de celulosa. Efectivamente se utiliza al
igual que en la pesca, máquina y herramientas, ellas en su mayoría importadas,
lo que significa que generan cadenas productivas en otros países pero NO en
Chile, ya que nuestro país es meramente consumidor de productos finales.
Debemos entender que en Chile no producimos arados o tractores, con mucho, producimos
combustible para los tractores, los que son un sub-producto del petróleo que
compramos en el extranjero.
Efectivamente, la celulosa como producto de nuestros bosques, es un bien
que es parte de una cadena productiva mayor, que implica un mayor nivel de
división del trabajo, pero incluso así este es limitado a un grupo reducido de
sujetos.
Finalmente, tenemos la extracción de metales, principalmente el cobre,
que tampoco es producido ni cosechado, es extraído, lo que implica algún nivel
de complejidad, pero que también esta limitada, ya que la maquinaria y
herramientas utilizada en el proceso de extracción siguen siendo obtenidas de
cadenas productivas externas, incluso muchos de los explosivos utilizados en el
proceso de explotación también son exportados, cuando en nuestro país existen
empresas que producen algunos tipos de explosivos.
Comprendemos que lo que hemos planteado hasta el momento, puede ser
asumido como una mera opinión o visión particular de la realidad, crítica que
es valedera, por lo mismo a continuación presentaremos información oficial y
formal de las empresas existentes en nuestro país. Las primeras que
expondremos, son las más grandes e importantes de nuestro país, y que
concentran el 80% del total de nuestra riqueza, y que conocemos gracias a la
ley que obliga a entregar sus resultados a la Superintendencia de Valores y
Seguros.
En primer lugar debemos establecer las 10 empresas que a septiembre del
2011 obtuvieron las mayores utilidades, y que son: “Codelco; Escondida;
Empresas Copec S.A.; Banco Santander; Banco de Chile; Enersis S.A.; Empresa
Nacional de Electricidad S.A.;
Antarchile S.A.; Celulosa Arauco y Construcción S.A.; Empresas CMPC”[5].
Podemos distinguir en este listado de empresas, tres áreas de producción
fundadas específicamente en recursos naturales, tales como minería, agricultura
y recursos hídricos, áreas que se seguirán repitiendo, además de las empresas
financieras, que no producen nada. Destaca la
empresa Antarchile, que en la práctica es un grupo económico de propiedad
de Angelini, y que explota específicamente combustibles, pesca y forestales.
En segundo lugar, debemos distinguir las 10 empresas que sufrieron las
mayores pérdidas al mes de septiembre del 2011, y que son “Compañía Sud
Americana de Vapores S.A; Marítima de Inversiones S.A.; Axxion S.A; Consorcio
Nacional de Seguros de Vida; Corpvida Seguros de Vida; Inversiones Siemel
S.A.;: Cruz del Sur seguros de Vida;
Colbun S.A.; Renta Nacional Seguros de Vida; Banco HSBC Bank”[6].
Como podemos observar, casi todas estas empresas se desarrollan en el área
financiera, a excepción de Compañía Sud Americana de Vapores S.A., que se
desarrolla en el área del transporte. Lo que pretendemos indicar es que todas
estas empresas no son productoras de nada, ya que todas ellas realizan
funciones en el área de servicios, o sector terciario de la economía.
Un dato desalentador para los que consideran a Chile un país
desarrollado, capitalista y de libre mercado, son las empresas que presentan
sus resultados a la Superintendencia de Valores y Seguros, ya que de un total
de 322 empresas, solamente 33 de ellas
pueden ser consideradas empresas productivas, y de estas 33 empresas, la
mayoría se desarrollan principalmente en el área alimentos. Ninguna de estas
empresas, cae en la categoría de productiva a nivel industrial. Esta afirmación
es más grave aún, ya que según la clasificación hecha por el mismo Diario
Financiero, en su Unidad de Inteligencia, las empresas que caen en la categoría
de “Industrial”, son solamente 8 empresas del total de 322, y que son a saber:
Molibdeno y Metales S.A.; British A. Tobacco Chile Operaciones; Compañía
Electro Metalúrgica S.A.; Cristalerías de Chile S.A.; C.T.I. Compañía Tecno
Industrial S.A.; Indura S.A. Industria y Comercio; Envases del Pacífico S.A. y
Tricolor S.A.
Ahora bien, estas 322 empresas son propiedad de 32 grupos económicos, los
que están relacionados y asociados entre ellos desde la perspectiva de la
propiedad, y de la interdependencia productiva, además de estar emparentados
familiarmente vía matrimonios. Dicha situación determina la existencia de
monopolios y oligopolios que controlan la economía y al mercado, determinando
la inexistencia de un libre mercado, base fundamental para la existencia del
capitalismo clásico, todo ello asociado a que dichas empresas se desarrollan
casi exclusivamente en la producción, explotación y venta de recursos naturales
conocidos como “comodites”, bienes que finalmente no establecen cadenas
productivas industriales, por otro lado este mismo grupo de empresarios es
propietarios de las empresas financieras, lo que determina también el control
casi total del dinero, los créditos y la propiedad de las divisas extranjeras.
Frente a esta
situación, podríamos asegurar que hoy en Chile estamos viviendo bajo un sistema
oligárquico, que se viene perpetuando por transferencia sanguínea, que no
permiten que las cualidades éticas y de dirección de los mejores surjan de
nuestro pueblo. Esta oligarquía, se apropia del Estado, con el objeto de
seguirse enriqueciendo, vía traspaso de recursos económicos directos por medio de subsidios.
Una vez
establecido claramente a los dueños del poder absoluto en Chile, y para seguir
dando la lata, debemos irnos a la mesa del pellejo, pero que también son parte
importante para la descripción del modelo económico imperante en nuestro país,
ellos son la famosas PYMES, que son dos tipos de empresas, la pequeña y por
supuesto la mediana empresa, que según la CORFO, son la ”pequeña y mediana
empresa es aquella cuyas ventas anuales se encuentran entre 40 y 1.600 millones
de pesos... la pyme industrial tiene entre 15 y 150 trabajadores, en su mayoría
semicalificados, que han aprendido un oficio mediante la experiencia y la
capacitación en el mismo puesto de trabajo”[7].
Esta unidades productivas “emplean alrededor de 360 mil trabajadores, lo cual
constituye un 48% del empleo generado por la industria manufacturera y un 6,8%
del total del empleo nacional”. “De las casi 90.000 empresas pyme registradas
en nuestro país, un 13% (11.577), que corresponde a empresas, que se ubican en
el sector manufacturero” De estas 11.577 pymes que conforman el área
manufacturera industrial, un 24% o 2.778 de ellas se desarrollan en el sector
metalúrgico-metalmecánico; un 23% o 2.645 lo hacen en el rubro de alimentos; un 20% o 2.300 trabajan en el área
textil; un 11% o 1262 corresponde a imprentas y editoriales; un 10% o 1.150
trabajan en madera y muebles y un 9% o 1.035 se desarrollan en la industria
química.
Debemos agregar
que, según estadísticas de CORFO, “las exportaciones de la pyme industrial
alcanzaban a 154 millones de dólares en 1997, cifra que constituye tan sólo un
3% del total exportado por la industria manufacturera nacional. Adicionalmente,
un 80% de las exportaciones de la pyme industrial se realizan en la mediana
empresa, lo cual refleja que la pequeña empresa depende del mercado interno en
una proporción mucho mayor”.
Ahora bien,
ustedes se preguntarán ¿porqué hemos metido a la pequeña y mediana empresa en
este cuento?, la respuesta es muy sencilla, por que estas unidades productivas
en conjunto con la microempresa, son la mayor cantidad de empresas existentes
en Chile, y que para realizar un examen exhaustivo del modelo de desarrollo
económico debemos contemplarlas siempre, ya que específicamente es en este
sector donde podemos encontrar unidades productivas industriales, dato que es
el siguiente: de las 90.000 medianas y pequeñas empresas existentes en nuestro
país, 11.577 se pueden ubicar en el área industria, y estas empresas según la
CORFO, sólo generan 360.000 puestos de trabajo, esto quiere decir que de la
población económicamente activa existente a la fecha en nuestro país, solamente
el 5% de ella trabaja en el sector industrial, y el resto de la población, el
otro 95% de los trabajadores, ¿En qué trabajan?, ¿cuáles son las cadenas
productivas que generan?, ¿cuáles son sus niveles de especialización?. Pero
bien pensemos que los trabajadores industriales son el 10%, pero aún nos queda
un 90%, que trabaja en labores extractivas, de recolección y explotación de
recursos naturales, otras trabajan en la administración pública y empresas de
servicios, y el restante lo hace en el comercio, vendiendo todo o cualquier
cosa.
La guinda de la torta es la información entregada hace algún tiempo por
el ex-ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine, que entregó los “resultados
de un estudio realizado por su cartera, en base a las cifras del INE, sobre el
trabajo asalariado. El documento reveló que de los 262.430 empleos creados en
el último año (trimestre febrero-abril 2011 respecto a igual período de 2010),
un 90% fue generado por las micro, pequeñas y medianas empresas. Mientras que
un 10% corresponde a las grandes empresas”[8]. Lo que quiere decir
que las empresas que son propietarias del 80% de toda la riqueza del país, sólo
generaron 26.243 puestos de trabajo, y ¿cuántos de estos trabajos son
industriales?.
Para finalizar la entrega de antecedentes, debemos remitirnos a los
otros, esos que se creen empresarios, pero que viven al tres y al cuatro, los
famosos pero bien ponderables microempresarios, esos que no tienen ninguna
posibilidad de encontrar trabajo, ya que el mercado laboral no tiene capacidad
de absorber su mano de obra, esos que inventan cualquier trabajo con el objeto
de tener un poco de plata para poder comer, esos que crean negocios que por lo
general no duran más de 6 meses, ya que se terminan comiendo el capital. Esos
que son “el 38,9% de los
ocupados en Chile”, esos que son “algo más de 2 millones de personas que
trabajan en unidades productivas o de servicios con menos de 10 ocupados”[9],
esos que “representan el 82% de todas las
empresas” de nuestro país, esos que con suerte se quedan con el 4,4% de las
ventas de todo el mercado, esos que por necesidad hacen trabajar a sus familias
y no les pagan, creando la categoría de trabajadores NO remunerados, esos que
viven soñando convertirse en millonarios, a fuerza de trabajo, y que por lo
mismo viven frustrándose por que su empresa se les murió, esos que no necesitan
que venga un tercero para explotarlos, ya que se auto explotan.
Efectivamente, la mayor cantidad de
empresas existente en nuestro país, son las microempresas, estas unidades
económicas de subsistencia, son las que generan la mayor cantidad de empleo en
nuestro país, y solamente reciben un 4,4% de toda la riqueza, estas unidades
productivas de subsistencia participan en el mercado que es propiedad de las
grandes empresas solamente como consumidores empobrecidos, sin ninguna
capacidad de influir en el juego del libre mercado. Finalmente las microempresas,
no generan cadenas productivas, por que sólo son unidades productivas de
subsistencia de corta vida, tampoco están compuestas por personal altamente
especializado, ya que son parte del circulo marginal de nuestra sociedad, son
lo que algunos teóricos identifican como el ejército de reserva del proceso de
industrialización, pero no tienen esperanzas, ya que Chile no se
industrializará.
Con los antecedentes expuestos, es muy difícil considerar que Chile es un
país que esté en un proceso de desarrollo capitalista, para ello deberíamos
comenzar un proceso de industrialización, similar al que se comenzó por allá en
la década de los 1940, momento que en nuestro país se comienza a implementar
una política económica dirigida al establecimiento de empresas productivas para
sustituir las importaciones, y de esa forma poder generar nuevas plazas de
empleo para la población nacional. El proceso de industrialización en ese
momento requirió un tipo de sujeto capacitado y preparado para realizar un
trabajo especializado, generando la necesidad de establecer un sistema de
educación de excelencia académica, pero ese es cuento para otro apunte.
Finalmente con los antecedentes antes expuesto
podemos concluir que en Chile efectivamente estamos viviendo en un modelo
neoliberal, pero que en ningún caso es capitalista, ya que tiene
características de pre-industrial, pero con una condición básica, este modelo
de desarrollo neoliberal pre-industrial no tiene ninguna intención de dar pasos
a un proceso de desarrollo que pretenda industrializar al país, ya que
consiguió su objetivo, la dominación, que es aceptada indiscutiblemente por
todos o casi todos, los que aceptan el discurso de la existencia del libre
mercado y del capitalismo, cuando en la práctica estamos viviendo en un modelo
neoliberal subsidiario con una economía centralmente planificada, que tiene
como objetivo traspasar los recursos del Estado a los particulares
identificados como grupos intermedios, que finalmente son los empresarios
privados.
Mario Paz.
Secretario de Los Hijos de Mafalda
[1]
http://www.ciepac.org/neoliberal/esp/capitalismo.html
[4]
http://www.chido.cl/astilleros.html
[6] DF unidad de
Inteligencia. Resultados de Empresas. 30 de septiembre de 2011
[7] RADIOGRAFÍA DE LA
PYME INDUSTRIAL. ¿QUIÉN ES LA PYME INDUSTRIAL?.
http://www.asimet.cl/radiografia_pyme_industrial.htm
[8]
http://www.iberpymeonline.org/interna.asp?sec=3&step=1&id=1386
[9]
María Elena Valenzuela y Sylvia Venegas. MITOS Y
REALIDADES DE LA MICROEMPRESA EN CHILE: UN ANÁLISIS DE GÉNERO
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