miércoles, 28 de diciembre de 2011

El Neoliberalismo Pre-industrial Chileno.


Mario Paz.
Secretario de Los Hijos de Mafalda

Apunte N° V
El Neoliberalismos Pre-industrial Chileno.

Todos buscamos conocer la verdad
Para poder establecer la razón
Pero no podemos llegar a la verdad sin conocimientos
Y sin conocimientos no podemos tener la razón
Por lo tanto, el que niega el conocimiento
No puede conocer la verdad
Y sin conocimientos que nos lleven a la verdad
Jamás podremos tener la razón

En Chile, uno de los temas de mayor discusión, hace referencia a la economía, y del mismo modo todos los teóricos establecen que, “todo el quehacer social depende de la economía”, aunque algunos pueden asegurar que todo el quehacer social depende del trabajo.
Asumiendo como verdad la primera premisa, hoy podemos asegurar que la política como mecanismo de organización del Estado, ya no están importante como hace algunas décadas, ese lugar en la actualidad fue ocupado por la economía. Esto sólo indica que la economía es más importante que la misma política, y que la política a pérdido su capacidad organizadora de toda la sociedad, en consecuencia la economía a pasado a ser el eje rector de todo el quehacer humano, y para poder contralarla debemos hacer cualquier cosa, como engañar, manipular, mentir e incluso matar a un porcentaje del pueblo con el objeto de tener el control total de esta tan deseada economía.
Pero la economía no se rige sola, por el contrario, hace ya algún tiempo había un tal Adam Smith, que escribió un libro hace muchos años, donde aseguraba que “existe una mano invisible que regula el mercado”, y regular el mercado es regular la economía, esto quería decir que hay una mono invisible que regula los procesos de producción e intercambio de bienes y servicios, y en una de esas puede ser el mismo dios él que controla la economía, pero en realidad no, dios está demasiado ocupado para preocuparse por leseras como la economía.
Después de Smith, aparece otro viejo de apellido Marx que tenía un amigo de apellido Engel, que fundaron toda su teoría en el examen histórico y material del proceso económico. Pero las casualidades de la vida, terminaron enfrentando estas dos posiciones, donde por un lado está, esta la mano invisible que regula la el mercado en consecuencia la economía y por el otro, se encuentra un grupo de sujetos conocidos como burgueses, que en ningún caso son invisibles, que se apropian de la producción y monopolizan el mercado, en consecuencia dominan la economía. Esto es sólo a grandes rasgos, ya que no nos interesa profundizar respecto de ésta dicotomía teórica y práctica.
Lo que nos interesa, es dejar claramente establecido que hoy, y no sólo en Chile, el eje rector del quehacer cotidiano es la economía, la que se adscribe específicamente al sistema capitalista de producción, por lo menos en el discurso, ya que en la práctica, por lo menos en Chile, estamos viviendo en un modelo económico con claras características pre-industriales, y que al mismo tiempo se auto clasifica como neoliberal, concepción que la gran mayoría de las fuerzas de izquierda asumen sin mayores discusiones, exceptuando a los cabros de Acción Directa, que no aceptan el concepto, además aseguran que estamos viviendo en un modelo capitalista tradicional.
Pero ¿Qué es un modelo capitalista?, pues bien “para definir el capitalismo es necesario definir sus principios básicos, ya que no existe un consenso sobre su definición. Generalmente, el capitalismo se considera un sistema económico en el cual la propiedad privada desempeña un papel fundamental. Este es el primero de los principios básicos del capitalismo. Se incluyen también dentro de éstos la libertad de empresa y de elección, el interés propio como motivación dominante, la competencia, la importancia del sistema de precios o de mercado y un reducido papel del gobierno (Estado)”[1]. Podríamos agregar que un sinónimo de capitalismo es empresa, como también sinónimo de capitalismo es industrialización, y la mejor imagen que ejemplifica al capitalismo es la gran fábrica en forma de galpón, con portones anchos por donde circula un gran número de trabajadores, ello asociado a grandes chimeneas por donde sale humo, que representa el proceso de producción.
Pero bien, el tema central de este apunte es como vivimos en un modelo neoliberal, pero que desde el punto de vista económico es pre-industrial, en consecuencia no es capitalista. Para poder mantener nuestras afirmaciones debemos comenzar a describir la economía nacional, cuáles son sus áreas de desarrollo, importación y exportación, además de describir el tipo de empresa existente en Chile.
Pero antes de comenzar a justificar nuestras afirmaciones, debemos primero definir que es la economía, para que todos entendamos lo mismo.
La Economía es la ciencia social que estudia el comportamiento económico de agentes individuales de producción, tales como el intercambio, distribución y consumo de bienes y servicios, entendidos estos como medios de satisfacer necesidades. Otros establecen que la economía, es la ciencia que se dedica a la administración y distribución de un conjunto de bienes y servicio escasos. Pero para no quedarnos cortos de definiciones, pongámosle algunas más. Es así como “El término economía es una expresión que proviene del latín «economía», y este, del griego «oikos» que significa Casa y «nomos» que significa administración (administración de una casa). El título «oikonomikos», de la obra de Jenofonte (430-355 a. de AC.), se considera la primera contribución global a la formación de la ciencia económica”[2]. Por otro lado “Gregory Mankiw, autor del libro "Principios de Economía", considera que el término economía proviene de la palabra griega que significa "el que administra un hogar". A criterio de Mankiw, los hogares y la economía tienen mucho en común, debido a que la sociedad al igual que un hogar, debe gestionar adecuadamente sus recursos ya que éstos son escasos”[3].
Ahora que tenemos claro que la economía, es la forma de administrar una casa, entendiendo que un país es como una gran casa, y por lo mismo debe administrar los recursos escasos de esta gran casa país, para que todos los que vivimos en esta casa podamos obtener los bienes y servicios que nos permitan vivir cómodamente. Entendiendo cómodamente, como la propiedad de una vivienda, acceso a la salud, ocupación laboral, acceso a educación de excelencia académica y todos los beneficios que debemos obtener por la ejecución del trabajo que realizamos y el respeto a las normas que la misma casa a impuesto para un mejor desarrollo.
Lo ya expuesto suena súper bonito, pero la realidad nuevamente nos muestra que es todo lo contrario. Primero para tener nuestra vivienda, o salud y pensión para la vejez, debemos trabajar. Para que trabajemos, nuestra gran casa país debe generar fuentes de empleo, las que deben ser creadas por los empresarios según el modelo capitalista, para ello los empresarios deben crear industrias productivas, que contraten personas que vendan su fuerza de trabajo, la que finalmente se transforma en productos intermedios o productos finales, que podremos utilizar para la producción de otros bienes en el caso de los productos intermedios, o que podremos consumir directamente en el caso de productos finales, en un proceso de intercambio en el mercado.
El párrafo anterior, hace referencia a una cadena productiva industrial, donde intervienen muchas personas en diversos procesos de transformación de materias primas o productos intermedios al interior de una empresa, por lo tanto, expone precisamente un sistema capitalista de producción y distribución. Las personas que intervienen en las cadenas productivas, por lo general nunca se llegan a conocer, ya que todas esas personas realizan solamente parte del trabajo, y otras personas ejecutan otras cadenas productivas, que tiene como finalidad satisfacer otras necesidades. 
Hasta este punto la cosa está medianamente fácil, por lo mismo debemos comenzar a complicarla un poco, para ello debemos en primer lugar establecer claramente que es una cadena productiva, para posteriormente, presentar por lo menos dos tipos de cadenas productivas que se asociaran directamente a un tipo de modelo de desarrollo.
Para continuar, debemos exponer el fenómeno de lo general a lo particular, esto quiere decir que comenzamos describiendo lo más grande a lo más chico. Lo primero que debemos establecer es que, las cadenas productivas están determinadas por el tipo de sociedad y economía que ellas desarrollan. Para profundizar un poco más sobre este tema, haremos referencia a un científico Francés de nombre Émil Durkheim que a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, clasificó a las sociedades según el tipo de solidaridad que en estas se ejecuta. Para Durkheim existen dos formas de solidaridad social: “Una es la solidaridad basada en una gran participación de creencias, valores, costumbres, que Durkheim llamó solidaridad MECÁNICA”. La solidaridad MECÁNICA es el aglutinante que une a las sociedades pequeñas, sencillas y tribales, en donde cada uno mira el mundo en idéntica forma y se compromete en actividades semejantes. Este tipo de solidaridad implica también un tipo de empresa, que por las labores de producción que se ejecutan, estarán asociadas a la microempresa familiar, donde los trabajadores son familiares que no perciben un sueldo o salario por su trabajo.
“Las sociedades grandes, complejas y modernas por el contrario, están tejidas solidariamente por lo que Durkheim denominó la solidaridad ORGÁNICA, que establecen interdependencia entre los sujetos, que se basa en una división compleja del trabajo”. Las empresas que caracterizan a este tipo de solidaridad social, son las grandes empresas productivas, donde los trabajadores realizan sus funciones a cambio de un salario, que les permite adquirir bienes y servicios en el mercado.
Según Durkheim y otros autores, tenemos dos tipos de sociedades, unas pequeñas que satisfacen sus necesidades básicas con una baja división social del trabajo, pues no existen complejidades y los sujetos que componen dichas sociedades tienen relaciones cara a cara, eso quiere decir que por lo general se conocen. Ahora bien, este primer tipo de solidaridad, caracteriza directamente a las sociedades agrícolas y rurales, donde los procesos de intercambio, o participación de mercado es muy limitada, ya que los miembros de estas sociedades satisfacen sus necesidades por medio de su propio trabajo.
Para comprender mejor el concepto de baja o alta división social del trabajo, expondremos un ejemplo: Una baja división del trabajo, establece que un sujeto puede satisfacer de forma independiente un conjunto de necesidades básicas. Tomemos el caso de una familia que trabaja en la agricultura, ellos trabajan en conjunto la tierra, desarrollando todos los procesos, como es el arar, sembrar, regar, y cosechar, pero al mismo tiempo, una vez terminado el trabajo diario, deben dirigirse a sus hogares para, hacer el pan, pues no hay panaderías. Cuando la familia crece, son ellos mismos los que realizan el trabajo de construcción y ampliación de sus casas. Cuando sus zapatos se destruyen, ellos mismos los arreglan, o se confeccionan nuevos, lo mismo ocurre con la ropa, las fuentes, platos y diversos enseres para el hogar. Si existen elementos de metal que ellos no pueden construir, los consiguen vía intercambio o compra con el único sujeto que realiza ese trabajo, el herrero, el que se especializa en la producción de un conjunto básico de herramientas. Cuando algo falta, nadie sale a vitrinear  o realiza cotizaciones de precios, pues como todos se conocen, ya saben cuáles son sus especialidades, por lo mismo saben claramente a quien recurrir. Todo esto también se puede explicar por el nivel de especialización de los sujetos que conforma la sociedad, “a menor división social del trabajo, menor nivel de especialización de los sujetos”, y a menor nivel de división social del trabajo menor creación de industrias.
En segundo lugar tenemos a las sociedades complejas o modernas, donde existe una amplia división social del trabajo, donde los sujetos que la componen no pueden conocer cara a cara a los restantes miembros de su sociedad. Estas sociedades son las industrializadas o capitalistas, con amplia participación de mercado. Lo que quiere decir es que las personas que componen este tipo de sociedades trabajan a cambio de un salario, lo que los obliga posteriormente ha intercambiar su salario en el mercado por bienes y servicios.
El mejor ejemplo, para caracterizar a estas sociedades, es la compra del pan, pues, nadie tiene tiempo de hacer pan, ya que trabajan todo el día en una sola área económica, por un salario o remuneración que es intercambiado por otros bienes y servicios. Si no tienen tiempo de hacer pan, menos tiempo tienen para hacerse la ropa, el calzado, la mesa y las sillas, todos estos bien deben ser intercambiados en el mercado por el salario obtenido por la venta de su fuerza de trabajo. Podemos conocer al vendedor que nos ofrece la ropa,  el calzado, la mesa y las sillas, pero no conoceremos quien las fabricó, y menos conoceremos quien sembró la tierra y cultivó los bosques que produjeron las materias primas para su elaboración. Esta es una sociedad industrial, capitalista o de libre mercado. Todo esto también se puede explicar por el nivel de especialización de los sujetos que conforma la sociedad, “a mayor división social del trabajo, mayor nivel de especialización de los sujetos” y a mayor nivel de división social del trabajo mayor creación de industrias.  Una consecuencia directa de los altos niveles de especialización, es una amplia gama de leyes o normas que regulan el comportamiento social de los individuos, ya que el hecho de no conocer a los demás miembros de la sociedad establece desconfianzas, asociadas a la propiedad privada, lo que implica la creación de leyes que regulen todo.
Ahora, debemos tratar de explicar lo que son las cadenas productivas, concepto que responde especialmente a los modelos de producción capitalista, ya que establecen un conjunto casi infinito de procesos que terminan con un producto final, que es lo que nosotros finalmente consumimos.
Para hacerlo más práctico, expliquemos una cadena productiva específica, como la del lápiz de pasta bic, ese que todos usamos. Para que nosotros tengamos un lápiz de pasta en nuestras manos, primero debemos establecer cuáles son las materias primas que se utilizan para su elaboración. En primer lugar debemos establecer que el lápiz de pasta es plástico, y el plástico se obtiene mediante el trabajo sobre materiales sintéticos obtenidos mediante fenómenos de polimerización o multiplicación semi-natural de los átomos de carbono en las largas cadenas moleculares de compuestos orgánicos derivados del petróleo y otras sustancias naturales. Esto quiere decir que para construir un lápiz de pasta necesitamos petróleo. Para conseguir petróleo requerimos a un conjunto de profesionales que realicen diversos estudios geográficos y químicos  para detectar la existencia de petróleo. Ahora bien, los profesionales deben ser entrenados o educados por alguna institución, grupo o asociación que haya acumulado conocimiento sobre ¿cómo encontrar petróleo?, y por otro lado, se requiere de herramientas que nos permitan realizar dichos estudios, porque tendremos que aceptar que a simple vista no podemos encontrar petróleo. Además requerimos transporte para ir en busca de lugares donde pueda existir esta materia prima básica y fundamental para construir un lápiz de pasta. Bien, olvidémonos de eso, ya tenemos el petróleo, así que podemos comenzar a realizar la producción de plástico para el famoso lápiz, pero también debemos contar con las herramientas y las maquinarias especializadas para la producción de plástico, para poder hacer lápices de pasta. Las máquinas por lo general son o tienen componentes metálicos, entonces necesitamos comenzar una nueva cadena productiva que establezca de donde viene el metal, como lo encontramos, quien lo extrae, quien lo elabora y quien lo transforma en máquina, sin contar todos los transportes que se deben realizar de un lugar a otro en el proceso de elaboración de la famosa máquina para producir lápices de pasta. Sin contar a los técnicos y profesionales especializados que elaboren el plástico, diseñen la maquinaria, la operen y que finalmente construyan el lápiz de pasta. Ya no nos hagamos más atado, tenemos construido el lápiz de pasta, pero nos falta la tinta para el lápiz de pasta, en consecuencia debemos comenzar a examinar nuevamente la cadena productiva de la pasta para lápices. Pero no se preocupen, ya tenemos la tinta, nos falta finalmente la punta de nuestro lápiz de pasta, la que es una “bola generalmente de acero o tungsteno que, en contacto con el papel, dosifica la tinta a medida que se la hace rodar, del mismo modo que un desodorante de bola”. Entonces nuevamente debemos recurrir a la cadena productiva del acero o tungsteno, y comenzar nuevamente el proceso que determine su cadena productiva.
Finalmente, debemos comprender que para que un lápiz de pasta esté en nuestras manos, también debemos considerar el transporte, el que se realiza del país donde este fue elaborado, esto quiere decir que debemos contemplar transporte en camiones, barcos, trenes y demases, solamente para que lleguen a un lugar de distribución, donde sean vendidos a intermediarios, o comerciantes que nuevamente deben transpórtalos y venderlos, o intercambiarlos por dinero, dinero que nosotros los compradores obtenemos mediante la venta de nuestra fuerza de trabajo.
En una sociedad agrícola, la cadena productiva se limita a la selección de la semilla, el arado de la tierra, la siembra, el cuidado, el regadío y la cosecha, que es realizada por un grupo reducido de personas, que se conocen cara a cara.
Una vez establecido tanto el concepto de economía y tipo de sociedad, el concepto de división social del trabajo, y lo que son las cadenas productivas, podemos recién preguntarnos ¿En qué tipo de sociedad vivimos actualmente? y ¿Qué tipo de economía existe en Chile?.
¿En qué tipo de sociedad vivimos actualmente?
Según los antecedentes que todos tenemos, la sociedad chilena cuenta con una alta división social del trabajo, por un lado no conocemos a las personas que producen las cosas que consumimos, situación que se debe principalmente a que muchos de los bienes que consumimos son comprados en el extranjero. Además no existe una relación cara a cara entre las personas, incluso, muchos miembros de nuestra sociedad no conocen NI a sus vecinos, por otro lado, todos trabajamos largas horas por un salario, y gracias a esta situación no nos queda tiempo para producir independientemente otros bienes, como pan, zapatos, ropa y demases. Frente a lo expuesto podemos asegurar que vivimos en una sociedad con un alto nivel de especialización de los sujetos que la conforman.
Debemos agregar que el marco normativo nacional es muy extenso, que es el resultado de vivir en una sociedad muy compleja, y por su extensión es casi totalmente desconocido por los miembros de nuestra sociedad, lo que se traduce en que las normas que conocemos y respetamos por lo general los chilenos son los 10 mandamientos. Gracias al gran marco legal existente en nuestro país, aseguramos que vivimos en una sociedad muy compleja en consecuencia con solidaridad ORGÁNICA, moderna, industrial, capitalista y de libre mercado, pero por otro lado como la mayoría de los chilenos conocemos y respetamos principalmente sólo los 10 mandamientos, podríamos asegurar que vivimos en una sociedad con solidaridad MECÁNICA, donde nos conocemos todos ya que mantenemos los mismos valores, pero bien, eso es harina de otro costal. Finalmente por la complejidad y el nivel de utilización de tecnología existente en nuestro país, podríamos en consecuencia asegurar que en Chile existe una sociedad con solidaridad ORGÁNICA, con una alta división social del trabajo, expresado en grandes cadenas productivas industriales, en consecuencia una sociedad capitalista de libre mercado.
Que en Chile exista una sociedad capitalista de libre mercado, suena hasta lógico y totalmente racional, pero un conjunto de antecedentes básicos, podría discutir esta afirmación, y dichos antecedentes, comienzan precisamente con el modelo económico de producción existente en nuestro país.

¿Qué tipo de economía existe en Chile?
Según las autoridades competentes vivimos en una sociedad capitalista, industrial donde funciona a la perfección el libre mercado, el cuento es que al examinar las áreas productivas de nuestra nación nos percatamos que sólo producimos a nivel masivo productos agrícolas, productos marinos, y principalmente productos mineros, productos naturales y que además están concentrados en un grupo limitado de empresas y que son propiedad de un grupo muy reducido de sujetos. Lo relevante de esta situación es que, estas áreas de la producción, establecen una baja división social del trabajo, lo que implica directamente cadenas productivas reducidas y limitadas, las que pueden ser descritas  fácilmente.
Las áreas de producción y la limitación de las cadenas productivas chilenas, cuestionan claramente el que estemos viviendo en un sistema capitalista industrial de libre mercado, pero al mismo tiempo entendemos que NO vivimos en una sociedad agrícola, en consecuencia podríamos asegurar que la economía chilena se encuentra en un estado pre-industrial. No se preocupen, ahora viene la justificación de nuestra aseveración.
Si examinamos una área productiva como la pesca que en nuestro país debería ser muy rica porque tenemos más de 3600 kilómetros de costa. En esta área productiva, lo primero que debemos entender, es que explota recursos naturales, ya que los peces no se producen, son recolectados, en barcos, buques, lanchas y chalupas. Por lo mismo la cadena productiva debemos buscarla inicialmente en los astilleros, entonces, la pregunta es ¿cuánto astilleros hay en Chile?, y la respuesta es que hay varios, pero sólo 5 de ellos se dedican a la producción de naves, y de estos 5, uno el “Astillero Kahuel, produce embarcaciones destinadas a empresas salmoneras”, un segundo astillero que es ASMAR, es una empresa destinada con exclusividad la Armada, que principalmente da mantenimiento de los buques de la Armada”, una tercera empresa el “Astillero Inconaci, es una empresa dedicada a la construcción de embarcaciones y artefactos navales, tales como Transbordadores, Catamaranes, Lanchas, Barcos, Pnagas de Remolque, Pontones con Bodega y Trimaranes”, tenemos el “Astillero Marco Chile, que se dedica a la construcción de naves pesqueras de acero mayores y de yates de expedición” y al “Astillero Marco Grup, que se dedica a la construcción de naves pesqueras mayores y de yates de expedición y apoyo”[4].
La información nos indica que la producción de naves para la pesca en Chile es muy limitada para un país que tiene más de 3600 kilómetros de costa, y al mismo tiempo, los insumos para realizar dicho trabajo son obtenidos vía compra al extranjero, principalmente son importados, lo que determina una cadena productiva chilena muy limitada, ya que se reduce a un par de intermediarios que realizan la compra y venta y su posterior reventa, sin generar cadenas productivas.
Al considerar el área de la agricultura, nos enfrentamos a una situación similar, con la diferencia que este proceso no sólo implica recolección, ya que implica selección o compra de semilla seleccionada, que luego es sembrada en tierra que es trabajada o arada, regada, fumigada, para finalmente ser cosechada. Este proceso se aplica a todo producto de la tierra, ya sean manzanas o pinos para la elaboración de celulosa. Efectivamente se utiliza al igual que en la pesca, máquina y herramientas, ellas en su mayoría importadas, lo que significa que generan cadenas productivas en otros países pero NO en Chile, ya que nuestro país es meramente consumidor de productos finales. Debemos entender que en Chile no producimos arados o tractores, con mucho, producimos combustible para los tractores, los que son un sub-producto del petróleo que compramos en el extranjero.
Efectivamente, la celulosa como producto de nuestros bosques, es un bien que es parte de una cadena productiva mayor, que implica un mayor nivel de división del trabajo, pero incluso así este es limitado a un grupo reducido de sujetos.
Finalmente, tenemos la extracción de metales, principalmente el cobre, que tampoco es producido ni cosechado, es extraído, lo que implica algún nivel de complejidad, pero que también esta limitada, ya que la maquinaria y herramientas utilizada en el proceso de extracción siguen siendo obtenidas de cadenas productivas externas, incluso muchos de los explosivos utilizados en el proceso de explotación también son exportados, cuando en nuestro país existen empresas que producen algunos tipos de explosivos.
Comprendemos que lo que hemos planteado hasta el momento, puede ser asumido como una mera opinión o visión particular de la realidad, crítica que es valedera, por lo mismo a continuación presentaremos información oficial y formal de las empresas existentes en nuestro país. Las primeras que expondremos, son las más grandes e importantes de nuestro país, y que concentran el 80% del total de nuestra riqueza, y que conocemos gracias a la ley que obliga a entregar sus resultados a la Superintendencia de Valores y Seguros.
En primer lugar debemos establecer las 10 empresas que a septiembre del 2011 obtuvieron las mayores utilidades, y que son: “Codelco; Escondida; Empresas Copec S.A.; Banco Santander; Banco de Chile; Enersis S.A.; Empresa Nacional de Electricidad  S.A.; Antarchile S.A.; Celulosa Arauco y Construcción S.A.; Empresas CMPC”[5].
Podemos distinguir en este listado de empresas, tres áreas de producción fundadas específicamente en recursos naturales, tales como minería, agricultura y recursos hídricos, áreas que se seguirán repitiendo, además de las empresas financieras, que no producen nada. Destaca la  empresa Antarchile, que en la práctica es un grupo económico de propiedad de Angelini, y que explota específicamente combustibles, pesca y forestales.
En segundo lugar, debemos distinguir las 10 empresas que sufrieron las mayores pérdidas al mes de septiembre del 2011, y que son “Compañía Sud Americana de Vapores S.A; Marítima de Inversiones S.A.; Axxion S.A; Consorcio Nacional de Seguros de Vida; Corpvida Seguros de Vida; Inversiones Siemel S.A.;:  Cruz del Sur seguros de Vida; Colbun S.A.; Renta Nacional Seguros de Vida; Banco HSBC Bank”[6]. Como podemos observar, casi todas estas empresas se desarrollan en el área financiera, a excepción de Compañía Sud Americana de Vapores S.A., que se desarrolla en el área del transporte. Lo que pretendemos indicar es que todas estas empresas no son productoras de nada, ya que todas ellas realizan funciones en el área de servicios, o sector terciario de la economía.
Un dato desalentador para los que consideran a Chile un país desarrollado, capitalista y de libre mercado, son las empresas que presentan sus resultados a la Superintendencia de Valores y Seguros, ya que de un total de 322 empresas, solamente 33  de ellas pueden ser consideradas empresas productivas, y de estas 33 empresas, la mayoría se desarrollan principalmente en el área alimentos. Ninguna de estas empresas, cae en la categoría de productiva a nivel industrial. Esta afirmación es más grave aún, ya que según la clasificación hecha por el mismo Diario Financiero, en su Unidad de Inteligencia, las empresas que caen en la categoría de “Industrial”, son solamente 8 empresas del total de 322, y que son a saber: Molibdeno y Metales S.A.; British A. Tobacco Chile Operaciones; Compañía Electro Metalúrgica S.A.; Cristalerías de Chile S.A.; C.T.I. Compañía Tecno Industrial S.A.; Indura S.A. Industria y Comercio; Envases del Pacífico S.A. y Tricolor S.A.
Ahora bien, estas 322 empresas son propiedad de 32 grupos económicos, los que están relacionados y asociados entre ellos desde la perspectiva de la propiedad, y de la interdependencia productiva, además de estar emparentados familiarmente vía matrimonios. Dicha situación determina la existencia de monopolios y oligopolios que controlan la economía y al mercado, determinando la inexistencia de un libre mercado, base fundamental para la existencia del capitalismo clásico, todo ello asociado a que dichas empresas se desarrollan casi exclusivamente en la producción, explotación y venta de recursos naturales conocidos como “comodites”, bienes que finalmente no establecen cadenas productivas industriales, por otro lado este mismo grupo de empresarios es propietarios de las empresas financieras, lo que determina también el control casi total del dinero, los créditos y la propiedad de las divisas extranjeras.
Frente a esta situación, podríamos asegurar que hoy en Chile estamos viviendo bajo un sistema oligárquico, que se viene perpetuando por transferencia sanguínea, que no permiten que las cualidades éticas y de dirección de los mejores surjan de nuestro pueblo. Esta oligarquía, se apropia del Estado, con el objeto de seguirse enriqueciendo, vía traspaso de recursos económicos directos  por medio de subsidios.
Una vez establecido claramente a los dueños del poder absoluto en Chile, y para seguir dando la lata, debemos irnos a la mesa del pellejo, pero que también son parte importante para la descripción del modelo económico imperante en nuestro país, ellos son la famosas PYMES, que son dos tipos de empresas, la pequeña y por supuesto la mediana empresa, que según la CORFO, son la ”pequeña y mediana empresa es aquella cuyas ventas anuales se encuentran entre 40 y 1.600 millones de pesos... la pyme industrial tiene entre 15 y 150 trabajadores, en su mayoría semicalificados, que han aprendido un oficio mediante la experiencia y la capacitación en el mismo puesto de trabajo”[7]. Esta unidades productivas “emplean alrededor de 360 mil trabajadores, lo cual constituye un 48% del empleo generado por la industria manufacturera y un 6,8% del total del empleo nacional”. “De las casi 90.000 empresas pyme registradas en nuestro país, un 13% (11.577), que corresponde a empresas, que se ubican en el sector manufacturero” De estas 11.577 pymes que conforman el área manufacturera industrial, un 24% o 2.778 de ellas se desarrollan en el sector metalúrgico-metalmecánico; un 23% o 2.645 lo hacen en el rubro de  alimentos; un 20% o 2.300 trabajan en el área textil; un 11% o 1262 corresponde a imprentas y editoriales; un 10% o 1.150 trabajan en madera y muebles y un 9% o 1.035 se desarrollan en la industria química.
Debemos agregar que, según estadísticas de CORFO, “las exportaciones de la pyme industrial alcanzaban a 154 millones de dólares en 1997, cifra que constituye tan sólo un 3% del total exportado por la industria manufacturera nacional. Adicionalmente, un 80% de las exportaciones de la pyme industrial se realizan en la mediana empresa, lo cual refleja que la pequeña empresa depende del mercado interno en una proporción mucho mayor”.
Ahora bien, ustedes se preguntarán ¿porqué hemos metido a la pequeña y mediana empresa en este cuento?, la respuesta es muy sencilla, por que estas unidades productivas en conjunto con la microempresa, son la mayor cantidad de empresas existentes en Chile, y que para realizar un examen exhaustivo del modelo de desarrollo económico debemos contemplarlas siempre, ya que específicamente es en este sector donde podemos encontrar unidades productivas industriales, dato que es el siguiente: de las 90.000 medianas y pequeñas empresas existentes en nuestro país, 11.577 se pueden ubicar en el área industria, y estas empresas según la CORFO, sólo generan 360.000 puestos de trabajo, esto quiere decir que de la población económicamente activa existente a la fecha en nuestro país, solamente el 5% de ella trabaja en el sector industrial, y el resto de la población, el otro 95% de los trabajadores, ¿En qué trabajan?, ¿cuáles son las cadenas productivas que generan?, ¿cuáles son sus niveles de especialización?. Pero bien pensemos que los trabajadores industriales son el 10%, pero aún nos queda un 90%, que trabaja en labores extractivas, de recolección y explotación de recursos naturales, otras trabajan en la administración pública y empresas de servicios, y el restante lo hace en el comercio, vendiendo todo o cualquier cosa.
La guinda de la torta es la información entregada hace algún tiempo por el ex-ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine, que entregó los “resultados de un estudio realizado por su cartera, en base a las cifras del INE, sobre el trabajo asalariado. El documento reveló que de los 262.430 empleos creados en el último año (trimestre febrero-abril 2011 respecto a igual período de 2010), un 90% fue generado por las micro, pequeñas y medianas empresas. Mientras que un 10% corresponde a las grandes empresas”[8]. Lo que quiere decir que las empresas que son propietarias del 80% de toda la riqueza del país, sólo generaron 26.243 puestos de trabajo, y ¿cuántos de estos trabajos son industriales?.
Para finalizar la entrega de antecedentes, debemos remitirnos a los otros, esos que se creen empresarios, pero que viven al tres y al cuatro, los famosos pero bien ponderables microempresarios, esos que no tienen ninguna posibilidad de encontrar trabajo, ya que el mercado laboral no tiene capacidad de absorber su mano de obra, esos que inventan cualquier trabajo con el objeto de tener un poco de plata para poder comer, esos que crean negocios que por lo general no duran más de 6 meses, ya que se terminan comiendo el capital. Esos que son “el 38,9% de los ocupados en Chile”, esos que son “algo más de 2 millones de personas que trabajan en unidades productivas o de servicios con menos de 10 ocupados”[9], esos que “representan el 82% de todas las empresas” de nuestro país, esos que con suerte se quedan con el 4,4% de las ventas de todo el mercado, esos que por necesidad hacen trabajar a sus familias y no les pagan, creando la categoría de trabajadores NO remunerados, esos que viven soñando convertirse en millonarios, a fuerza de trabajo, y que por lo mismo viven frustrándose por que su empresa se les murió, esos que no necesitan que venga un tercero para explotarlos, ya que se auto explotan.
Efectivamente, la mayor cantidad de empresas existente en nuestro país, son las microempresas, estas unidades económicas de subsistencia, son las que generan la mayor cantidad de empleo en nuestro país, y solamente reciben un 4,4% de toda la riqueza, estas unidades productivas de subsistencia participan en el mercado que es propiedad de las grandes empresas solamente como consumidores empobrecidos, sin ninguna capacidad de influir en el juego del libre mercado. Finalmente las microempresas, no generan cadenas productivas, por que sólo son unidades productivas de subsistencia de corta vida, tampoco están compuestas por personal altamente especializado, ya que son parte del circulo marginal de nuestra sociedad, son lo que algunos teóricos identifican como el ejército de reserva del proceso de industrialización, pero no tienen esperanzas, ya que Chile no se industrializará.
Con los antecedentes expuestos, es muy difícil considerar que Chile es un país que esté en un proceso de desarrollo capitalista, para ello deberíamos comenzar un proceso de industrialización, similar al que se comenzó por allá en la década de los 1940, momento que en nuestro país se comienza a implementar una política económica dirigida al establecimiento de empresas productivas para sustituir las importaciones, y de esa forma poder generar nuevas plazas de empleo para la población nacional. El proceso de industrialización en ese momento requirió un tipo de sujeto capacitado y preparado para realizar un trabajo especializado, generando la necesidad de establecer un sistema de educación de excelencia académica, pero ese es cuento para otro apunte.
Finalmente con los antecedentes antes expuesto podemos concluir que en Chile efectivamente estamos viviendo en un modelo neoliberal, pero que en ningún caso es capitalista, ya que tiene características de pre-industrial, pero con una condición básica, este modelo de desarrollo neoliberal pre-industrial no tiene ninguna intención de dar pasos a un proceso de desarrollo que pretenda industrializar al país, ya que consiguió su objetivo, la dominación, que es aceptada indiscutiblemente por todos o casi todos, los que aceptan el discurso de la existencia del libre mercado y del capitalismo, cuando en la práctica estamos viviendo en un modelo neoliberal subsidiario con una economía centralmente planificada, que tiene como objetivo traspasar los recursos del Estado a los particulares identificados como grupos intermedios, que finalmente son los empresarios privados.
Mario Paz.
Secretario de Los Hijos de Mafalda


[1] http://www.ciepac.org/neoliberal/esp/capitalismo.html
[2] Economía, Decimoséptima Edición, de Samuelson Paul y Nordhaus William, Mc Graw Hill, Pág. 4.
[3] La Economía en Tela de Juicio, de Skousen Mark, Addison-Wesley Iberoamericana, Pág. 16.
[4] http://www.chido.cl/astilleros.html
[5] DF unidad de Inteligencia. Resultados de Empresas. 30 de septiembre de 2011.
[6] DF unidad de Inteligencia. Resultados de Empresas. 30 de septiembre de 2011
[7] RADIOGRAFÍA DE LA PYME INDUSTRIAL. ¿QUIÉN ES LA PYME  INDUSTRIAL?. http://www.asimet.cl/radiografia_pyme_industrial.htm
[8] http://www.iberpymeonline.org/interna.asp?sec=3&step=1&id=1386
[9] María Elena Valenzuela y Sylvia Venegas. MITOS Y REALIDADES DE LA MICROEMPRESA EN CHILE: UN ANÁLISIS DE GÉNERO

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